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El peluquero y yo

Fue en ese momento que me puse muy nervioso pero no dije nada; él siguió diciéndome que a esa edad a cada rato quería estar cogiendo. Yo le dije que no, que nunca lo había hecho, y me dijo que no lo creía porque ya se había dado de que se me había parado.

Casi gemelos

Yo ya sabía reconocer cuando llegaba muy ebrio, y como él y yo nos parecemos me causaba morbo verlo indefenso, es como si me viera a mi mismo, por lo que esa noche tuve una idea: decidí aprovecharme de él,

Robando colágeno juvenil

Justo en una conocida app conocí un joven de 21 años activo con el que estuve chateando y conociéndonos durante unos 2 meses, hasta que un día quedamos en vernos y así lo hicimos.

El maduro que me hizo suyo

Llegó un momento en que se paró y me llevó a su habitación donde me quitó toda la ropa y me dijo que me pusiera en 4 y sin dudarlo lo hice dejando mis nalgas a su disposición.

Él me lleva 30 años

Nos acostamos, comenzamos a besarnos, él me tocaba mucho y en lugares que me gustaba; tocaba mucho mis piernas y me sentía cómodo con el hecho de que le gustaba así tal y como soy.

Mi primo me enseña a jugar a las escondidas

Luego me bajó el short y me dijo que mis nalgas eran hermosas, blancas y rosadas, sin vellos y paraditas, entonces se paró junto a mi y me dijo «agáchate, que no te vayan a ver» y yo lo hice, él se paró frente a mi y sacó su pene erecto que era como de 16 centímetros más o menos.

El acoso de mi primo

Al otro día me volvió a buscar pero ya solos en mi casa y antes de ir a la escuela, cuando me bañaba, y como familia, sabía entrar sin problema, así que yo no me di cuenta que me veía mientras yo estaba con la verga parada.

Cogiendo al hermano del patrón

Yo para despistarla me quito y él insiste en pegarme su verga; ya de tanto arrimón se verga no aguante más y con mi mano se la empiezo a agarrar por encima del pantalón.

Las trusas de mi tío

Luego se metió la mano en su trusa y la sacó para luego acercarse a mi y ponerme el dedo en la nariz diciendo que esa era el verdadero olor que buscaba en sus trusas, olor a verga.

Reencuentro con mi amigo

— Espero que aguantes que porque son años de no verte y mi verga, ya sabes como la pones – Solo le dije que si.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.