🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Bueno, esto comenzó en el año 2013. Yo soy de la ciudad de Saltillo, Coahuila (México). Cuando yo entré a trabajar pues la mayoría era hombres de 40 años y más, pero había uno en especial que me miraba mucho y yo igual a él, sobre todo le veía ese paquetón que se cargaba. Debo admitir que se le veía super grande.

Al poco tiempo me mandan al departamento de compras y ya saben que eso implica andar en la calle y así, pues para esto yo no sabía que el chófer era nada más ni nada menos que el hombre de bulto grande a quien llamaremos Jorge.

Así pasaron los días hasta que tenía que ir a Monterrey a comprar un material y le hablo a Jorge y le digo que hay que ir a Monterrey y pues aceptó.

Ya en el camino, entre plática, él se empieza a agarrar la verga y yo veía cómo lo hacía tanto que mi verga también se iba poniendo dura; al poco tiempo me dice «voy a ir a darle la vuelta a la casa de mi hijo que está sola… ¿no hay problema?» a lo que le respondo que no, para nada.

Llegamos a la dichosa casa y le digo «aquí lo espero» aunque yo dentro de mi pensaba «ojalá y me diga que me baje o que lo acompañe a pasar» y en eso Jorge me dice «Andrés pasa, para que la veas» y no me dicen dos veces y me bajo del carro y entro.

Él me paseo por la casa y muy normal todo, hasta que en una volteada que doy veo que Jorge sigue agarrando su verga y pues ya se le notaba que la traía bien parada; estaba súper gruesa por lo que se le veía por encima del pantalón y Jorge se viene acercando a mí y yo me pongo de espalda para ver por una ventana y medio quedó empinado.

Entonces siento cómo se pone atrás mío y me dice: «fíjate bien Andrés» (se veía por la ventana un parque ) y pues me empinó más y siento su verga pegada en mi culo que ufff, me hizo calentarme machín mientras él iba pegando más a mí.

Yo para despistarla me quito y él insiste en pegarme su verga; ya de tanto arrimón se verga no aguante más y con mi mano se la empiezo a agarrar por encima del pantalón.

Pinche verga tan más grande y gruesa que sentía a lo que me dice:

— te gusta vdd? Mira vamos al cuarto
— pero qué quieres que te haga
— mámamela, quiero sentir tu boca en mi vergota.
— ok, pero nadie debe saber de esto
— ntp nadie sabrá este será nuestro secreto y nuestro nido de amor.

Ya estando en el cuarto, pues la calentura era mucha así que nos desnudamos sin pensar.

Jorge: ahora sí ya chúpamela es toda tuya.

Yo me metía toda su verga en mi boca mientras oía cómo gemía Jorge quien tenía los ojos cerrados y con sus manos empujaba mi cabeza.

Jorge: ponte de perrito, quiero que seas mío y que sientas mi verga
Yo: pero despacio porque me va a doler
Jorge: no te preocupes, te voy a tratar como una princesa y no te va a doler.

Entonces me empezó a meter despacio la verga; sentía como su cabeza iba entrando. Era una deliciosa verga, una muy rica verga de 23 centímetros de verga, gruesa, cabezona. ¡Deliciosa!

Yo: así métela toda ¡uf! qué rico se siente.
Jorge: me gusta cómo te la comes con el culo… mira, ya se te fue toda.

Me bombeaba el culo bien rico; así estuvimos por 30min hasta que siento cómo aumenta de velocidad y me dice «ya me voy a venir, ¿en dónde los quieres?

Yo: dámelos en la boca, ahí quiero tus mecos.

Él se quita y me pone su verga en mi boca y empieza a meterla y sacarla y al poco tiempo se viene en mi boca lanzando deliciosos chorros de semen calientito.

Jorge: trágatelos todos, perra. Siente mis mecos así como los querías.

No me detuve para nada; se la chupé y se la limpié con mi boca.

Luego nos cambiamos rápido y seguimos nuestro camino a Monterrey. Y así, desde ese día, es fecha que nos seguimos viendo y cojemos. Espero les haya gustado porque así como él tengo relatos con otros hombres mayores.

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