Mi primo me enseña a jugar a las escondidas

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Hola me llamo Arnold, tenia aproximadamente 9 años casi 10 era delgado algo blanco y con unas nalgas y piernas muy bonitas, cuando mi primo llamado Uriel de 15 años moreno, no tan alto para su edad, lindo y con unas manos muy masculinas me enseñó su paleta…

Mi primo y yo jugábamos todas las tardes después de llegar de clases; un día, jugando a las escondidas con otros chicos de la cuadra, mi primo me dijo que debía aprender a esconderme porque siempre me encontraban rápido. Tenía razón.

Él me dijo que lo siguiera, que él me enseñaría dónde esconderme así que le respondí que sí…. Cuando le tocó a un chico buscarnos, mi primo me dijo «sígueme» y corrimos a la casa de mi tía la cual estaba en construcción.

Ahí él se metió detrás de una tabla de madera y me dijo «ven, métete aquí» y lo hice. Él se sentó sobre un block y me dijo «ahora siéntate en mis piernas»; yo lo hice pero no sentía nada raro, pues era mi primo, entonces me dijo al oído que no hiciera ruido para que no nos encontraran pero en ese momento llega otro chico junto a nosotros y lo vio el chico que buscaba entonces salimos.

Después corrimos nuevamente ahí y me volví a sentar en las piernas de mi primo pero él me dijo que me subiera más el short y lo hice. Entonces empezó a tocar suavemente mis piernas y sentía algo duro en mis nalgas así que le pregunte «¿qué es eso? ¿porqué esta duro?» Y me dijo «shhh no hagas ruido» y yo obedecí.

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Yo sentía cómo palpitaba su bulto y me dijo «es mi paleta que quiere que la chupen y le gusta sentir que tus nalgas estén aplastándola»; entonces le dije que estaba muy duro pero me entró el morbo por verlo y le dije que me lo enseñará.

Me dijo que sí, pero que estuviéramos solos; entonces salimos nuevamente y mi primo dijo que ya no jugaríamos que ahí se acababa el juego y todos se fueron. Me dijo «ven vamos a escondernos» y yo lo seguí.

Honestamente ya quería sentir su verga punzante en mis nalgas, pero no nos metimos en el escondite sino que nos fuimos atrás de la casa donde mi tía tenía una correta, ahí sembraba sus plantas y flores, y ahí nos metimos (no había nadie en casa) y me empezó a tocar las nalgas.

Luego me bajó el short y me dijo que mis nalgas eran hermosas, blancas y rosadas, sin vellos y paraditas, entonces se paró junto a mi y me dijo «agáchate, que no te vayan a ver» y yo lo hice, él se paró frente a mi y sacó su pene erecto que era como de 16 centímetros más o menos.

Yo no sabía qué hacer solo la miraba fijamente y me dijo «agárrala» y con torpeza la agarré y me pidió que la chupara, pero eso me daba asco, así quee con desconfianza me acerqué un poco a ella primero para olerla; reconozco que olía limpia y a un poco de sudor, un olor único.

Sin embargo no pude chupar porque a esa edad me daba asco, entonces él se puso detrás de mi y acercó su pene a mis nalgas y senti algo caliente escurrir entre mis nalgas; me había echado saliva para meter su pene, pero le dije que no porque me iba a doler pues era un pene grande, grueso y tenía una cabeza muy grande que aún se cubría con el cuerito.

Entonces me dijo que solo jugaría su pene entre mis nalgas y así lo hizo; yo sentía hermoso como su pene entraba y salía entre mis nalgas, cada vez era más intenso su mete y saca, cuando de pronto sentí como acercó su pene a mi ano y sentí como algo caliente golpeaba mi entrada y de la misma manera corría por mi entrepierna.

Me di cuenta que era semen blanco y caliente y su pene aún tenía una gota como lágrima en su orificio del pene, entonces me dijo que mis nalgas serían suyas algún día.

Luego me dijo «vámonos» y me besó la mejilla. Después de eso nos seguimos viendo y disfrutá más que esa vez. Si quieren saber más relataré más de mi aventura

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