En el baño de la escuela
Luego de estarnos masajeando las vergas mutuamente, las cuales poco a poco comenzaron a irse levantando, él me dio un beso tan rico que me calentó aún más de lo que ya estaba.
Relatos eróticos gay en español
Luego de estarnos masajeando las vergas mutuamente, las cuales poco a poco comenzaron a irse levantando, él me dio un beso tan rico que me calentó aún más de lo que ya estaba.
No sé si soy así desde que él comenzó a jugar a dominarme, o si él empezó con aquellos juegos porque sabía que me gustaba… Lo que tengo muy claro es que me encantó que me sometiera y me tratara como una putita. Soy así, me encanta ese tipo de relación… y lo descubrí gracias a él.
Le dije «no sabes lo delicioso que es», lo besé y puse su mano sobre mi miembro y le dije «haz lo mismo que te hice» pero él me dijo «no, me da asco». Me estaba desesperando pero le dije que eso es solo al principio y que después te gusta.
«Mi verga está resentida así que acariciala» y no pasó ni un momento y empezó a acariciarla y así me dijo que luego yo le acariciara a él y lo empecé a hacer y en principio todo era por encima del pantalón.
Llevo muchos años trabajando en la construccion, esto me ha hecho tener un cuerpo grande y fuerte, además soy un tipo peludo y con fuertes manos cayosas de tanto trabajar.
Nos tocámos con la ropa puesta, yo estaba con mi palo a más no poder, él también, lo que sucedía era que como él todavía era pequeño casi ni se la encontraba, se la tocaba pero no disfrutaba tanto.
Hola mi nombre es Juan, soy un chico de 22 años y me considero bisexual, ya que aunque tengo novia y mantengo relaciones sexuales frecuentemente con mujeres, de vez en cuando no puedo resistir la tentación de mamar una buena polla. No tengo candidatos fijos, cada vez que veo a alguien con uniforme, ya sea militar, de policía, guardia de seguridad e incluso conductores, o de alguna profesión como mecánico o albañil y está delgado y alto, no puedo evitar dirigir la mirada hacia su paquete.
Yo como loco me paré de la cama y le dije «¿qué diablos haces en mi cuarto?» y él riéndose me dijo, «je-je-je no te hagas el decente, chamaco si ya me he dado cuenta que deseas que te meta este tronco en tus nalgas,o me lo vas a negar?»
Bueno, se me ocurrió bajar mi mano y tocarle su pene pero no lo logré por que él es muy sencible y sí sintió que lo intentaba tocar, pero para que no sospechara me puse como sonámbulo y empecé a mover las manos a lo pendejo, pero él mejor se envolvió en las cobijas y se durmió.
Una vez en casa lo invité a seguir y le pregunté que como se llamaba, a lo que me dijo que Iván, y que pronto cumpliría los 17 años. Pero no lo había invitado para entrevistarlo, así que decidí irme directo a lo que me interesaba. «Te gusta que te la chupen?».