Yo tenía 12 años cuando él tenía 8 aproximadamente, éramos muy buenos amigos y compartíamos juegos y algunas otras cosas… Un día jugando a las escondidas en un escondite compartido él me dijo si se la quería tocar, yo me quedé mudo por un momento y le dije, «¿qué?», pero él me dijo que una vez lo había hecho con otro amigo, se tocaban a veces y lo habían bautizado paf, paf!!, (si, suena gracioso). Yo con el corazón latiendo a mil le dije bueno y accedí a hacerlo.
Nos tocámos con la ropa puesta, yo estaba con mi palo a más no poder, él también, lo que sucedía era que como él todavía era pequeño casi ni se la encontraba, se la tocaba pero no disfrutaba tanto. Así seguimos varios meses y hasta que él cumplió más o menos 12 años, nunca pasaba más de una tocada con ropa puesta. Ya con 12 años él tenía un buen cuerpo, ya no era el niño de antes me atraía fisicamente y hasta puedo decir que yo teniendo 16 estaba enamorado.
Un día estábamos en la casa de él a solas, y sin poder aguantar más me fuí contra él y le toqué su bulto, (que ya estaba bastante grande y definido), en ese momento sentí como mis fluídos sementales manchaban mi calzoncillo. Él con cara rara me dijo que no lo haga porque le había dicho la madre que eso estaba mal y que si él tocaba a un hombre era puto, yo le dije que nada que ver, que era todo mentira que yo no era ningun puto y fue así que se dejó tocar, por suerte…
Le metí por fin la mano adentro del pantalón y por debajo de su ropa interior, no se pueden imaginar lo que encontré allí, era flor de paquete el que tenía escondido el pendejo!.
Es decir, que lo que encontré era muy diferente a lo que toqué aquella primera ve, pues su pene era increíble, era grande y grueso, era blanco, muy blanco por lo que se le notaban mucho las venas, esas rojas y azules, lo cual la veía mucho más interesante. Además era gruesa, de base gruesa y conforme avanzaba se hacía más delgada, con una cabeza roja muy brillos y unos huevos qué de lo excitado qué estaba no le colgaban, sino que los tenia pegaditos.
Es decir, nunca pensé que un pibe de 12 dulces añitos la tuviera tan grande y gorda, y además se veía aun más grande pues como que la verga le creció más rápido que los pelos, pues casi no tenia, haciendo ver su trozo aun más enorme. Deliciosa. Se me hizo agua la boca tan solo de verla. Hasta puedo decir que era más grande que la mía.
Desde ese momento masturbandolo, mientras subís y bajaba la piel de su tronco era tanta mi excitación y el morbo qué satisfacía mientras lo hacía qué de pronto sentí como mi pija acababa sola y a la vez sentía orgasmo sin que nadie me la tocara, es decir, mi pene aventó semen solo, nada más de estar tocando aquella tranca carnosa, blanca y suavecita. Fue fabuloso aunque después de aquella vez dejamos de tocarnos por un tiempo…
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Ya todo había cambiado, yo trabajaba tenía 18 años y el 14, y a qué no saben qué?, él tenía novia!!. Un día antes de ir a trabajar pasé a saludarlo a la casa y él estaba acostado, lo ví y estaba durmiendo, fuí despacio al lado de su cama y fuí metiendo la mano debajo de las sábanas hasta su pene, que cada año que pasaba estaba más grande y definido; él enojado se despertó y me dijo que no lo haga más porque él tenía novia y no era ningún puto, me preguntó si yo era puto y me preguntó qué era lo que yo quería de él, yo le dije que nada y me fuí sonrojado.
Esos años fueron los peores de mi vida viendolo a él cómo acarciaba a su novia y contándome sus experiencias y sus poses sexuales con su chica y yo estaba tan enamorado de su cuerpo, de su cara, de su forma de ser y de su apasionado pene que se le notaba entre ropas, mi mano extrañaba el rose de su paquete.
Pasaron muchos años de aquellas experiencias, yo tengo 25 y él 21, somos muy buenos amigos, casi hermanos, él sabe de mi condición sexual (soy gay), pero él no lo es. Hoy él tiene pareja estable (mujer), y yo también (hombre), somos todos buenos amigos, pero cada vez que lo veo me acuerdo de aquellas experiencias y de su estupendo paquete, el cual me hizo acabar como pocos sin que me toquen.
Un día hablando le pregunté si alguna vez le dejaran de gustar las mujeres, si quería ser mi pareja, y el me contestó que sí, pero que eso nunca iba a suceder… yo enamorado todavía le contesté… NUNCA DIGAS NUNCA!!!
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