Llevo muchos años trabajando en la construccion, esto me ha hecho tener un cuerpo grande y fuerte, además soy un tipo peludo y con fuertes manos cayosas de tanto trabajar. Nunca me he tenido por un tipo demasiado sexy, hasta que Fabián llegó a la nueva obra como aprendiz. No dejaba de mirarme todo el rato hiciera lo que hiciera, pensé que era raro ya que es un chico peruano muy poco hablador y respetuoso. No sé aún pq pero decidí enseñarle todo lo que sabía.
En el trabajo me seguía a todas partes, hasta que una tarde nos mandaron a él y ami a una obra lejos. Se hacía tarde y hubiéramos tenido que regresar pero Fabián me agarro de una mano y me dijo: «Tenes unas manos tan grandes que me impresionas» a lo que yo le respondí «si te impresionan mis manos, ahora entiendo pq siempre me estás mirando» pero su respuesta me sorprendió más aún «No te miro por eso, es que me pareces tan sexy».
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Yo no pude evitar reírme que aquél muchacho joven y para que negarlo el chaval no era feo, pensara que yo era sexy me sorprendió, sobretodo que me lo dijera un chico que debería pensar que una chica de su edad es sexy, no un tío de 40 años peludo y que el siempre había visto sucio de trabajar. «¿Sexy? Qué raro eres tío, yo sexy… Eso ha sonado un poco maricón». Él me dijo «No soy maricón, eso lo tengo claro, pero desde que entré a trabajasr con vos, no lo puedo evitar, me excitas sobremanera».
Yo solo le dije «Ahora mismo esta conversacion nos esta confundiendo deberíamos irnos y olvidarla». Él me respondió «¿pero por qué? al fin y al cabo vos me estás estaseneñando todo lo que sabes, no? Seguro que sabes más cosas que podrás enseñarme…» todo esto con un tono muy cachondo en su voz.
«Te podría enseñar a chuparmela, es eso lo que querías oír muchacho, verdad? pues ven, acércate que te voy a enseñar». Entonces me quité la camisa, lo acerqué a mi y le frote+é su cara contra mi paquete, desabroché mi pantalón y mi polla salió de su funda ligeramente flácida, hay que decir que yo no soy gay y que tardé en empalmarme pero en cuanto lamió un poco y empezó a metersela en la boca, no había diferencia con una tia, se me puso tiesa y Fabián disfrutaba mucho jugar con ella.
Me agarré los huevos y se los hice chupar, joder cómo la mamaba el niñato de los cojones, sin darme cuenta yo estaba gimiendo. De repente Fabián se bajó los pantalones, estaba totalmente empalmado era una polla enorme, ni en las películas porno vi una igual, por lo menos 23 cm bastante más grande y gorda que la mia.
«Dios, Fabián qué pedazo de herramienta que calzas cabrón, podrías hacer ver las estrellas a cualquier tía».
«Y a vos, sí querés os puedo llevar a donde quieras». Yo solo atiné a decir «Qué dices muchacho, meterme eso yo en el culo, que va… que va…». Tres minutos después estaba yo de cuatro patas y aquel hombre caballo me estaba lamiendo el ojete y metiendo sus dedos para dilatarme el ano, en poco tiempo noté su glande rozar mi ojete, no me podía creer que estubiera a punto de ser follado por un chaval 22 años más pequeño que yo, que yo fuera a perder mi virginidad anal con 40 y que aquél muchacho tuviera tal polla que me estubiera cegando de esa manera.
La primera enbestida me dolió pero lo hizo tan lento que lo aguanté bastante bien, fue metiendo metiendo hasta que la noté toda dentro; después cada vez más desprisa, dejó de dolerme y empecé a gemir como una loca y a pedirle que me dira más y más, hasta que se estiró en el suelo y empecé a saltar encima de él chillando y disfrutando de cómo estaba follandome aquel niñin polludo.
Luego me pidió que parara, yo pensé que no iba a parar nunca pero entonces me levanté y lamí aquel capullo gigante de forma instintiva, finalmente se corrió en toda mi cara y acabó todo lamiendome mi polla y bebiendose toda mi leche. Hay dios mio como disfruté, todo lo que descubri a los 40.
Hoy día Fabian y yo vivmos juntos y he de admitir que soy su esclavo en la cama, para todo lo demás yo soy su jefe.
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