Un relato exclusivo de Relaróticos.com

Hace como dos años o dos y medio (pre-pandemia), cuando iba al gimnasio me pasó mi primera experiencia de cruising y desde entonces me quedé clavado con una experiencia como la que les voy a contar.

Un día como cualquiera, estaba en el gym, iba por la mañana tipo 7 am puesto que a las 8.30am entrabaja a trabajar. En fin, estaba normal con mi rutina y a mi me gusta tomar mucha agua (desde siempre, haga ejercicio o no), y bueno, total en una de esas me dan ganas de ir a hacer pipí.

La distribución de el baño intentaré describirla lo mejor posible porque es algo importante. Apenas al abrir la puerta mano derecha estaba el lavamanos, seguido del pasillo en recto y dado que era muy estrecho, a los costados se encontraba como un hueco en donde (a espaldas de la entrada) estaban las puertas de las tazas, una en cada lado, y frente a ellas un mingitorio que los cubría media pared pero que a ambos los dividía el pasillo de la entrada y que terminaba en las regaderas a la izquierda y bancas a la derecha.

Pero el mingitorio de la derecha estaba ligeramente más adelante de distancia que el de la izquierda (por los lavamanos que están a la derecha y como a la izquierda no hay nada ese espacio era una mini bodega) por lo que efectivamente no podían estar simétricamente paralelos los mingitorios.

LO MÁS RECIENTE

En fin, entré normal y voy encaminado a la derecha. Apenas me coloco en posición y veo que en el de la izquierda llega otro chavo. Como dije: realmente no podías ver más que a la altura de las nalgas de alguien y no más al frente por la mini pared del pasillo.

Yo comienzo a descargar el agua acumulada cuando de pronto siento una mirada. ¡Si! Al otro lado estaba el chavo haciéndose un poco para atrás. En eso volteo, mis nervios a punta, y él voltea a verme y ya se me había parado. Volteo a verlo nuevamente y se hace un poco más para atrás, permitiéndome ver cómo se la está jalando.

El tipo no era precisamente guapo ni súper musculoso, pero no era feo. Era un tipo moreno como un color tostadito rico, rapado, con barba como de 5 días y de unos 1,75 aprox. Yo ni delgado ni gordo, de 1,70 moreno claro.

No sabía qué hacer pero era claro que no podía hacer como si siguiera orinando. Me armé de valor, me hice un poco para atrás y dejé verle desde el otro extremo mi erección, lo que hizo después de eso, es a esa misma distancia desde su lado del mingitorio y a unos 6 pasos que nos dividía el pasillo, se empezó a masturbar pero ya de frente a mi y no de lado.

Me prendió cañón. Empecé a hacer lo mismo. Con la adrenalina de que alguien fuera a entrar o alguien que estuviera en las duchas/vestidores fuera a ir de salida y vernos. Tal grado que comencé a hacerlo más rápido y verle su cara jadeante, agonizante y excitado que bastó voltearme al mingitorio de nuevo y comenzar a venirme.

Intenté mostrarle un poco pero justo en eso abrieron la puerta. Me subí rápido el short y él se colocó nuevamente frente a su mingitorio para terminar por su cuenta. Yo me lavé las manos y me salí a continuar mi rutina porque ya me había ausentado bastante.

Claro, no todos los días nos volvimos a topar pero nos echábamos miradas nada más sin decir nada.


¡Comenta! (No es necesario registrarse, solo escribe el comentario y da ENVIAR)