Un relato exclusivo de Relaróticos.com

Hola a todos, esto sucedió hace dos días, yo vivo en el sur de Veracruz, soy pasante de medicina, y tengo 25 años; todo comenzó hace como un mes, aquí en la ciudad han llegado muchos extranjeros que van de paso hacia Estados Unidos.

Cerca de mi casa hay un parque y ahí se han quedado muchas de estas personas casi a vivir; hay entre ellos una pareja de hermanos hondureños, ellos son Jonas de 17 y Homero de 15, viajan solos.

Al paso de los días yo los veía y al ser tan amables, me saludaban y yo a ellos. Así pasaron unas dos semanas, hasta que un día se acercaron a mi y me pidieron ayuda, por motivo de mi trabajo, casi siempre ando vestido con mi uniforme de médico, y por eso se acercaron a mi.

Me dijo Homero que si podría yo checar a su hermano, ya que no se sentía bien, lo primero que pensé, es que estuviera contagiado de Covid, así que les dije que me esperan un momento.

Yo me preparé con lo necesario para revisarlo y al mismo tiempo proteger mi salud, pero después de revisarlo comprobé que no era eso lo que tenia, solo estaba deshidratado y claro, con mucha hambre.

Los invite al cuarto que rento y ahí les ofrecí agua y algo para comer y ya en la plática de sus vidas me dijeron que hacía muchos días que no tenían donde bañarse, y claro, ahí voy yo de ofrecido, y les dije que si querían, podían hacerlo en mi baño, y claro que aceptaron.

Yo les ofrecí unas toallas y les presté también unos shorts, para que de una vez lavaran su ropa, y sin pensarlo dos veces ellos comenzaron a desnudarse; evidentemente yo me saqué de onda un poco, pero al ver sus cuerpos delgados, con músculos marcados y morenos, uffff, casi babeo.

Entraron juntos a la regadera, pero no cerraron la puerta así que yo veía cómo disfrutaban estar bajo el agua, y ellos bromeando se empujaban para que el agua les cayera desde la cabeza y por todo su cuerpo.

Y ahí yo los veía extasiado, veía sus vergas morenas, largas, ricas, y unas nalgas pequeñas pero redondas y bien formadas, entre ellos mismos se tallaban las espaldas y pasaban sus manos hasta las nalgas y las piernas el uno al otro, hasta que por fin, salieron de la ducha, secaron sus cuerpo frente a mi, y yo seguía babeando.

No se pusieron los shorts que les había prestado, porque les quedaban grandes, prefirieron quedarse envueltos en sus toallas mientras su ropa se lavaba y secaba.

Yo les preparé unos sandwich para que comieran, así lo hicieron, y ya después de eso, seguimos platicando y no sé en qué momento pasó la conversación al tema sexual, decían que en el campamento oían a parejas teniendo sexo, y hasta habían visto una o dos veces, cómo lo hacían y cómo le daban sexo oral a alguien.

Tanto fue el detalle de sus relatos y tenerlos ahí, frente a mi, con solo una toalla en sus cuerpos, me puso caliente, y al ver hacia sus entrepiernas, vi que también tenían una erección, los dos movían sus piernas abriendo y cerrando las, y en ese movimiento, sus toallas se abrían poco a poco, hasta que Jonas dijo, «mira cómo me he puesto,solo de recordar lo que hemos visto y de imaginar lo que se siente».

Acto seguido, abrió completamente su toalla y vi su verga, medirá como 17 CM, estaba muy dura; al hacer eso, su hermano lo imit, hizo lo mismo, Homero era el menor, pero tenía una verga más grande y gruesa que Jonas.

No manches, ahora sí me quedé con la boca abierta, y para colmo, Jonas toma la verga de su hermano y la agita diciendo, «éste es el que la tiene más grande» yo solo asentí con la cabeza, pues no me salían palabras de mi boca, en ese momento, Homero se para frente a mi, y me dice, tócala, ve como está de dura.

LO MÁS RECIENTE

Yo no espere que lo dijera de nuevo, la tomé con mis dos manos y fue entonces que Jonas se acerca también y se coloca a un lado de su hermano y me dijo lo mismo, y yo, con una mano en cada verga, ya no sabía que hacer.

Jonas se retiró un poco, y me dice «¿y tú, también la tienes dura?» y diciendo eso comienza a tocar mi verga.

Yo estaba súper caliente, él me abrió el pantalón y liberó mi verga; la acariciaba con ternura, hasta que se inclinó y la metió en su boca al tiempo que Homero metió la suya a mi boca. Era delicioso mamar y ser mamado al mismo tiempo.

Homero me quitó la camisa y Jonás me bajó el pantalón hasta dejarme desnudo, igual que ellos. Ya no había vuelta atrás, los acariciaba y nos besábamos los tres, después cambiaron de lugar, se la chapa a a Jonás, mientras Homero me daba oral a mi.

Yo me puse de pie frente a Jonas, lo besaba, lo acariciaba en todo su cuerpo, Homero se colocó detrás mío, sentía su cuerpo y su verga pegados a mi cuerpo, su verga estaba entre mis nalgas, esa sensación fue muy rica, después, ellos se pusieron de rodillas, uno me comía la verga, y el otro me comía el culo. ¡Woooow, qué delicia!

Homero se puso de pie y Jonás lo jaló, para que su verga y la mía quedarán juntas, Homero y yo nos besábamos mientras Jonás se deleitaba con nuestras vergas, la mía y la de su propio hermano. Ambos estábamos ya a punto de explotar cuando en eso, Jonás se detuvo y se unió a nosotros en un gran beso.

De ahí, pasamos a la cama, seguían las caricias, los besos y el sexo oral, Jonas me acomodó en 4 para penetrarme, mientras yo disfrutaba dando oral a Homero. Jonás se puso un condón que yo había acercado a nosotros y colocó la cabeza de su verga en la entrada de mi culo.

La fue metiendo muy despacio pero sin detenerse en ningún momento, yo gemía sintiendo un poco de dolor, pero era más el placer y de pronto sentí sus bolas tocar mis nalgas, comprendí que ya estaba toda adentro, comenzó a meter y sacar haciéndome tocar la gloria.

Así estuvimos como 15 minutos, cuando sentí que su verga crecía más, y él la metía y sacaba más rápido y más fuerte, hasta que sentí su leche llenar el condón y eso fue delicioso, sin darme tiempo de nada, Homero se puso el condón y me la metió casi de golpe aprovechando la abertura que dejó su hermano.

Pese a que ya estaba dilatado su verga sí me dolió y di un grito, pero ya estaba muy abierto por su hermano, así que no fue mucho tiempo de dolor, y pasé al placer. Homero duró menos que su hermano, fueron entre 5 y 10 minutos, hasta que se vino, también sentí su leche llenando el condón.

No hubo descanso, Jonas me dio oral y me puso un condón, se acostó boca arriba y abrió las piernas subiéndolas a mis hombros, ahí estaba su culo moreno, cerrado, listo para recibir mi verga, y así fue; así como él lo hizo, se la fui metiendo poco a poco hasta el fondo, mientras él gemía muy rico.

Para entonces Homero se había parado frente a mí, para que yo le diera oral, y así lo hice, hasta que sentía que me venía y le pregunté a Jonás dónde quería que lo hiciera; él, con las piernas al aire todavía, me pidió que lo hiciera en su pecho y estómago así que la saqué, me quité el condón y aventé leche como nunca.

Cuando me salí de Jonás fue Homero quien ocupó mi lugar, penetró a su hermano mayor con su gran verga y mientras lo hacía, tomaba mi leche recién eyaculada con sus manos y se la llevaba a su boca, besó a Jonás y me besó a mi luego, de tal forma que los tres comimos de mi leche.

Después de un rato sacó su verga de su hermano y también se vino en su estómago, yo lamí esa rica leche caliente, e hice lo mismo, la compartí con los dos hermanos, ¡fue increíble!

Después, los tres nos metimos a bañar juntos, besándonos, acariciándonos y un poco de sexo oral a nuestras ya exprimidas vergas; salimos de la ducha, sus ropas ya estaban limpias y secas, nos vestimos los tres y nos besamos antes de que se fueran.

Lo hemos hecho algunas veces más, a veces los tres, y a veces solo con uno, y lo seguiremos haciendo, hasta que se mueva la caravana de inmigrantes Espero te haya gustado.

¡Comenta! (No es necesario registrarse, solo escribe el comentario y da ENVIAR)