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RELATO ORIGINAL DE RELARÓTICOS

Este es mi primer relato y me animé a escribirlo porque he leído varios de la página que me han gustado y con los cuáles me he masturbado de manera deliciosa, además para soltar un poco la culpa que traigo.

Comienzo por describirme, soy un «chavo» de 30 años que vive en un estado de la provincia de México, soy de aquellos que no son guapos ni feos, con facilidad para entablar una conversación con la gente.

Actualmente vivo en unión libre con mi novio y en la casa, solíamos vivir con uno de sus hermanos, pero derivado de la contingencia, mi cuñado se fue a vivir con sus padres.

Él es un chavo de 26 años, considero que no es feo, es blanco, con barba, cabello quebrado, de complexión robusta y un carisma muy padre.
Es muy abierto, ya que nunca tuvo ningún problema por aceptar la homosexualidad de su hermano (mi novio) ni de aceptarme en su familia, él es heterosexual y hasta me presentó a la última chica con la que anduvo.

Resulta que en estos días, tuvimos una reunión con los primos de mi novio, en donde estaba mi cuñado, reunión que se prolongó hasta muy tarde y en donde tomamos mucho.

Entre las pláticas con él, me contaba que nunca se había cuestionado si era gay o no, pero que en alguna ocasión hubo un chavo que lo invitaba a salir pero que no pasaba nada más allá de unos tragos y que sí sentía cierta atracción por él pero que no sabía explicar.

La plática me llamó la atención, pero le dije que no era necesario etiquetarse como gay, bisexual o heterosexual y que era bueno tener experiencias para definir lo que uno quiere en la vida.

Después, entre las historias de algunas de sus conquistas, quiso contarme que una ocasión estuvo con una chava y un chavo, pero en eso nos interrumpieron y la plática no prosiguió ni supe detalles, con esta plática me sacó más de onda y me quedé intrigado, porque él tenía mucho interés de contarme a mí solamente y he de confesar que me excitan mucho los encuentros con heteros.

Seguimos alcoholizándonos y entonces varios se fueron a dormir, incluyendo a mi novio y yo me disponía a hacer lo mismo, pero regresé a la estancia por un poco de agua, pero encontré que otro primo y mi cuñado, estaban fumando mota y al ofrecerme dije que sí ya que tenía mucho tiempo de no hacerlo, creo que eso fue lo que realmente me desinhibió más, pues mi cuñado estaba acostado en un sillón, así que me senté a la altura de sus pies y los puse encima de mis piernas, cosa que no le incomodó y que hice con plena maña para ver su reacción.

Como ya estábamos ebrios y con el efecto de la hierba, nos quedamos dormidos y al despertar después de unos minutos, solamente estábamos él y yo, así que aproveché el momento y con el sonido de mi corazón en los oídos, decidí tocarle la verga por encima de su pants, la cual tenía dormida.

Como no prestó interés, comencé a meterle la mano por dentro de la ropa interior y fue cuando despertó e hizo un intento por quitarla pero prefirió dejarme seguir.

Así que con esa «autorización», comencé a masturbarlo y sentí cómo su miembro iba creciendo, hasta que llegó a su punto máximo, era una verga de tamaño regular, de unos 16 o 17 cm pero ancha, como él es blanco, tenía una verga rosada muy rica.

Fue entonces cuando decidí, inclinarme en el sillón donde estábamos, para acercarme a la boca su verga, la cual olía muy rico y empecé por lamerle la cabeza, su tronco y sus huevos, cosa que él disfrutaba, así que me tomó por la nuca y me dirigió para que me metiera su verga a mi boca.

Me la metí hasta el fondo y mi nariz se sumergió en sus vellos púbicos, que tenían un delicioso aroma. Como ya estábamos excitados, decidí bajarle bien el pants, a lo que él me ayudó y en ese momento me llevé una gran sorpresa; recogió sus piernas, se alzó los huevos y la verga, para enseñarme su agujero y dirigir mi cabeza hacia él y ¡a mí con lo que me encanta mamar culos!

Su ano era delicioso, olía a limpio y era rosadito, yo creo que virgen porque en una de sus pláticas, me dijo que una chava le propuso meterle un dedo pero él nunca aceptó.

Le lamía su ano y el perineo, subía por sus huevos hasta llegar a la verga y metérmela a la boca, lo masturbaba y con un dedo ensalivado le daba masajes en su ano, cosa que le encantaba.

Tenía el morbo a mil, porque sus demás primos y mi novio, estaban dormidos en los cuartos de la casa, así que trataba de acelerar las masturbadas para que terminara rápido, pero él tomaba mi cabeza para cogerme la boca y lo hacía con movimientos ricos y hasta el fondo, hasta que empezó a acelerar el ritmo y empecé a sentir varios chorros de su semen, sentía el palpitar de su verga por cada chorro que le salía y me los tomé, le pasé la lengua para dejarle el pito limpio y me fui a un baño para masturbarme, cuando salí solo nos dimos las buenas noches y me fui a dormir.

A la mañana siguiente, nos vimos como si nada pero a mí me estaba matando el remordimiento y él estaba muy tranquilo, ahora espero que alguna vez hablemos de lo sucedido o que lo deje como un secreto entre nosotros.

¿A ustedes les ha pasado algo similar o con un hetero? ¿creen que sus pláticas tenían alguna finalidad? Ojalá les haya gustado mi relato, después contaré más anécdotas con heteros y con mis ligues.

Saludos.

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