relaroticos

UN RELATO ORIGINAL DE RELARÓTICOS

Esta historia me sucedió hace unos 10 años, me animé a compartirla con ustedes, luego de leer muchas aquí.

Soy de Maturín, una ciudad ubicada al oriente de Venezuela, tenía en ese tiempo 24 años, con un trabajo estable, luego de graduarme en contaduría pública… ah, se me estaba pasando, mi nombre es Xavier.

Soy de 1,80 de estatura, 90 kg., muy bien distribuidos, de tez blanca, ojos marrones claros, bien parecido, de acuerdo a comentarios de mi novia, amigas y amigos obvio.

Me considero bisexual, de rol activo, con varias relaciones en mi haber, sin nada de compromisos. Un día cualquiera, buscando ligar algo nuevo en Manhunt, lo cual hice con un chamo de 26 años, casado, trabajador de la industria petrolera (esta es una zona petrolífera), de nombre Ramón, que luego decidimos conocernos y ver si había feeling, porque una cosa es por teléfono, fotos etc., y otra es en persona.

Él se presentó; con una estatura igual a la mía, de contextura delgada a lo sumo 78 u 80 kg. Ojos café, de color moreno claro. Si hubo buena química pero tuvimos una gran coincidencia, ambos de rol activo. Ose y le propuse, para no perder el encuentro, de hacer tríos con versátiles o pasivos, según se presenten, este aceptó de muy buenas ganas.

Él nunca había hecho uno, yo si tenía mis experiencias y se me ligaba muy bien esos encuentros entre tres o más. De ahí comenzó unas series de encuentros, en hoteles, moteles, sitios privados y hasta al aire libre toda una locura.

Estos eran planificados por él o por mí, o nos invitaban; actuando siempre como activos, lo cual dejábamos bien satisfechos a esos terceros, yo con una dotación de 19 cm de güebo y Ramón con 21 cm.

Durante nuestro primer trio me di cuenta que mi compa, así comenzamos a llamarnos, tenía unas nalgas, a pesar de ser flaco, muy bien formadas, redondas, sexys y únicas; desde ahí me enamore de ellas, soñaba con comérmelas, mamarlas y hasta de cogerlo.

Con el tiempo logré enterarme por un amigo, que a la vez era amigo de una expareja de mi compa, que él era de rol versátil, o sea que le gustaba dar y que le dieran. Desde ese momento comencé mi plan para lograr comerle ese culo, que me traía de cabeza y poder clavarle mi lengua y verga hasta el fondo.

Comencé con juegos verbales y/o propuestas directas, bien sean en forma personal o por msjs, whatsapp o a través de cualquier medio, de mamarle el culo, de cogerlo duro, que me mamara el güebo y seguí así hasta que acepto. Logre lo que me propuse desde que me enamore de esas bellas, exquisitas y únicas nalgas jajaja.

Antes de encontrarme con él, me fui a un restaurant de chinos, los cales abundan aquí en esta ciudad, me tomé varias cervezas, lo cual no me acompaño porque es de poco tomar, hasta que me llamó para que lo buscara, ya que se estaba preparando para el encuentro.    

Lo busque por el centro de la ciudad, y nos fuimos al mejor motel de la ciudad, yo iba encendido por las birras y el deseo de comerme ese culo que me traía de cabeza.

Ya en la habitación comenzamos a comernos a besos, cierto que mi compa besa de lo mejor, muchísimas veces lo hicimos en los encuentros sexuales con terceros, yo igual no me quedo atrás, ya el me lo había dicho.

Luego de besarnos un buen rato, lo baje a que me mamara el güebo, el cual estaba que me explotaba del morbo que estaba sintiendo. Oh que bien lo hacía, el garganta profunda fue genial, me mamo las bolas, algo que me encanta y me da mucho morbo, le pasaba la lengua a la punta, lamiéndose el líquido pre seminal, mientras me daba al mismo tiempo pajazos (masturbaba).

Después lo coloque de espaldas en la cama, comencé con lamerle las orejas y el cuello, haciéndolo temblar de placer; me fui por la mitad de la espalda, suave y lentamente con mi lengua húmeda hasta llegar a la raja de sus nalgas, esas bellezas que me hicieron soñar con ese momento, me detuve unos segundos, las abrí y le metí la lengua con delicadeza y lentamente, haciéndolo temblar nuevamente de placer morboso, abrazando fuerte la almohada y callando un grito de placer máximo.

Ahí me deleite dándole lengua en el hoyo negro, abriéndole las nalgas me iba desde abajo hasta el final, lentamente, luego rápido; le abrí las piernas y lo traje a la orilla de la cama, para que con más comodidad darle lengua en la raja y el hoyo negro.

En el nini, la parte que separa las bolas del ano (nini, ni es culo ni es bolas) le di lengua unos minutos; mientras me decía: “que bien lo haces, ¿quién te enseñó?».

Ahí estuve entre 15 y 20 minutos deleitándome y deleitándolo a él, ya que me decía: “No pares, sigue”.

Luego lo senté de frente en la cama y comencé a darle un oral, (coño dando y dando) quería hacerlo de lo mejor, aunque era mi primera vez, recordé como me lo hacían y lo hice de la mejor manera, su güebo de 21 cm no es fácil manejarlo, pasamos a hacer un 69, uuff máximo placer.

Entonces nos fuimos a la ducha, nos enjabonamos, continuamos con los besos, más el oral, primero el, luego yo. Temblando de frío nos salimos y secamos nuestros cuerpos, para luego ir a la cama nuevamente, donde comencé a dilatarle el ano con mis dedos y mi lengua, todo de forma suave, lenta.

Cuando estaba en su punto máximo de excitación y ese hueco casi que me hablaba que se lo metiera, comencé a meterle la verga poco a poco, gemía, apretaba la almohada, y me decía: “sigue, no pares”.

Mientras se lo iba metiendo lo besaba en la nuca, en las orejas, en la boca. Le preguntaba: «¿te gusta?» a lo que él me contestaba: “Sí”.

Yo poco a poco logre metérselo todo, le di boca abajo, lo coloque tipo “pollo asado” (una posición muy conocida aquí en Venezuela), logré que jineteara por unos segundos, ya que el dolor no le dejó seguir y volvimos a la posición de “pollo asado”, en donde logré darle duro y que sonaran el choque de nuestros cuerpos, los gemidos de él y mi excitación, todo esto mientras yo lo pajeaba.

Cuando me dijo que se venía yo me concentré para hacerlo al mismo tiempo, sacándole el güebo en ese momento y pajeando (masturbando) las dos vergas a la vez, logré que salieran los chorros de semen a su barriga.

Ya extasiados me coloque en su abdomen por unos segundos besándonos de manera apasionada, riéndonos y diciéndonos que estuvo muy bien. Luego nos metimos en la ducha nuevamente. Siendo esta la primera de muchas veces que lo hicimos.

Si les gusto, esperen que les cuente los encuentros de tríos y cuartetos que logramos hacer. Aunque aquellos debí contárselos de primero, jajajaja.   

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