Un relato exclusivo de Relaróticos.com

Este relato que contare me paso hace aproximadamente cinco meses, siempre he tenido algún encuentro similar, pero este es uno de los más calientes que he tenido

No me considero guapo pero dicen que les soy atractivo, tengo 25 años, soy moreno complexión semi atlética, no delgado no gordo, 1.67 un culo mediano pero paradito que llama mucho la atención a todos los hombres, por mi trabajo siempre debo vestir bien, camisa, pantalón, zapatos, mis gustos son variados pero no me puedo resistir a los hombres varoniles, albañiles, obreros, maduros etc.

Esto sucedió una mañana, por mi trabajo como supervisor debía visitar en mi auto muchas tiendas de abarrotes y tiendas de conveniencia de colonias para supervisar a personal de promotoría a mi cargo.

Todos los días era un show porque siempre pensaba en encontrarme un macho de mis gusto deseando una buena mamada y una deslechada pero por lo regular nunca encontraba a nadie.

Esa mañana me tocaba en un colonia muy cercana a donde estaba mi casa, por lo que la velocidad a la que iba era baja… de pronto al llegar a un pequeño cruce en la casa que daba frente a mi, vi a un hombre que llamó mi atención, era un hombre moreno claro de aproximadamente unos 34 años, se veía un poco alto, pero algo que llamo más mi atención es ese perfil de macho albañil, brazos grandes pectorales que se marcaban por la camisa manga larga tipo de obrero Pemex que traía, fajada por un pantalón de mezclilla grueso, botas de casquillo negras, y a pesar del grosor del pantalón que se denotaba que también tenía piernas gruesas, manos toscas, y ojos cafés, se le notaba ese porte de machito que me gustaba.

El tipo estaba colocando blocks para una construcción que estaban haciendo en el techo, y me detuve justo en frente para poder verlo mejor y tratar de hacer contacto visual, baje la ventanilla de mi auto…

Como era una calle poco transitada el notó mi presencia, yo tomé la libreta donde anotaba mis reportes y mis rutas del día e hice como que escribía para disimular un poco… (se me olvidó mencionar al inicio que cuando un hombre llama mi atención busco la manera de hacer contacto o platicar con él buscando algún pretexto para que me de su número, aunque por lo regular, ellos son quienes terminan ofreciendo su teléfono….)

Inmediatamente noté que se detuvo un momento de lo que hacía e inclinó la mirada hacia donde yo estaba; yo volteé a verlo e hicimos contacto visual, y él me saludó como casualmente se saluda alguien que quiere llamar tu atención.

No perdí el tiempo e inmediatamente le hice una señal de que bajara si me permitía un minuto, él bajo rápidamente, no sé si estaba interesado porque notó que era gay y por mi auto, o por amabilidad, el caso es que yo me acerqué a él y me presenté.

Me dijo que se llamaba Daniel y le comenté que en mi casa tenía un proyecto y quería cotizar un nuevo baño y una ampliación, él me dijo que sin problema me cotizaba, me preguntó dónde vivía y le contesté que muy cerca de allí.

Ya de cerca se veía a un mejor, era más alto, y en efecto se notaban sus brazos fuertes y una ligera pancita que me encanta, yo solo lo imaginaba desnudo jajaja.

Al escuchar dónde vivía yo supo que mi casa estaba muy cerca me dijo que si podíamos ir en ese momento, que él salía tarde, era el único albañil allí y que tenía tiempo.

Yo lo dudé un segundo porque recordé que debía continuar con mi recorrido, sin embargo en ese instante recordé también que por falta de mercancía no habían surtido las dos última tiendas que yo debía visitar por lo tanto no era muy urgente ir… entonces a lo que le dije que sí, que fuéramos en ese momento.

El dejó su cinturón con las herramientas y yo subí a mi auto, quité mi mochila del asiento copiloto y él se sentó, mientras íbamos yo me sentía un poco nervioso, ya que sí tenía planeado hacer esos trabajos en mi casa, pero no a corto plazo, sin embargo el chico se mostró muy amable, le comenté durante el camino precisamente eso, que no era a corto plazo pero si el quería ver y medir para cotizar pues podíamos adelantar eso, a lo que él me dijo que sí.

Por un rato sentí que estaba un poco nervioso pero a la vez en su papel de ir por negocios, yo no podía disimular ya y por pequeños ratos veía a su entrepierna donde se asomaba un pequeño bulto que me llenaba de morbo

Llegamos a mi casa y le dije que pasara que se pusiera cómodo mientras le indicaba donde pretendía hacer la ampliación… le comente que era cerca de la cocina y me contestó que pensaba que era en mi cuarto, le dije que no había mucho espacio y él me dijo que podíamos ver el lugar y proponerme.

Le dije que sí y fuimos a mi cuarto mientras yo me senté en mi cama y le decía chistes calientes como «ya descubriste mi lugar favorito de mi casa, donde me gustaba que los hombres me diera verga,» mientras me reía, él reía un poco también.

Tal y como lo pensaba, me dijo que no se podía hacer un baño allí porque ya había otro cerca, a lo que le respondí «te dije, aquí solo hay espacio para mi cama y ser la puta de algún macho».

Él comenzó a reír y me hizo la típica señal del hetero curioso caliente respondiendo «apoco si» yo continue diciéndole que si, y para no soñar muy atrevido le dije que cuando fuera a construir llevará un chalan parecido a el para que fuera mi amiguito.

Se rió y me dijo que para qué alguien que se parezca a él, si él ya estaba ahí a lo que le dije «pues si la verdad y aparte con ese bulto», y me respondió «lo quieres ver mejor» y le dije que sí.

Le dije que si quería hacerme su puta y me dijo que si, que eso fue lo que le gustó ya que pensó que por mi forma de vestir y mi auto yo era mamón y el estaba sudado a lo que le dije que eso a mi no me importaba.

Comencé a tocarle todo por encima de la ropa el pecho la pancita, los brazos… y bajé a su bulto, le fui desabotonando su camisa y ¡wow! justo como lo imaginaba, brazo grueso, pectorales un poco peludos, pancita peluda y el caminito que llevaba a un verga que supuse tenía pelo.

Mientras besaba el pecho y sus pezones, bajé poco a poco por su pancita rica y le desabroché el cinturón, le bajé el pantalón y ¡oh sorpresa! tenía una trusa roja un poco gastada, y si bulto se veía prominente, un verga como de 20 cm y unos huevos colgando deliciosos.

Sentí que me palpitaba mi culo con ver eso, y luego mi sorpresa acabo cuando vi sus piernas velludas y gruesas…

Le quité las botas y lo senté en la cama le quité el pantalón solo en trusa ese trozo de macho era todo mío en ese momento lo puse pie nuevamente y comencé a tallar su verga sobre la trusa, recorría con mi boca, el soltaba ligeros gemidos de placer.

Inmediatamente saqué esa verga, que tenía un poco de vello recortado, esa verga era un elixir de olor a macho, con un poco de sudor y precum no dude y la introduje en mi boca, besé su cabeza lamí su punta mientras se iba poniendo más dura de pronto mientras se ponía más dura noté que comenzó a tocar mi cabeza y comenzó a decirme que ese sería nuestro secreto, que yo iba a ser su putita y que me iba a dejar hacer de todo, mientras yo seguía chupándole y le decía que si, que yo sería su puta que me hiciera lo que quisiera.

Fue en ese momento me colocó de pie frente a él, me desabotonó mi camisa, y pellizcaba mis pezones, me quitó la camisa y me quitó el pantalón me puso de espalda y y con sus manitas gruesas y ásperas me pegó a su cuerpo desnudo y comenzó a lamer mi oreja y cuello, con una mano recorría mi pecho y abdomen y con la otra tocaba mi bulto que ya estaba muy duro.

Me bajó mi bóxer y comenzó ligeramente a masturbarme, me dijo que quería ponerme más caliente y realmente lo logró, me volteó y me dio un beso en los labios, un poco de excitación porque no fue un beso tierno me quitó el bóxer y noté que su verga estaba más dura por el roce de mi culito parado.

Ya desnudos los dos nos acostamos en mi cama y me puso a mamársela un buen rato mientras humedecida un dedo y lo introducía en mi año, yo me retorcía del placer con mi boca en su vergota mientras acariciaba ese cuerpo de macho sentía como sus manos ásperas tocaban mis nalgas.

Mientras me metía los dos dedos no pude más me senté sobre él y comencé a besarlo, él respondía mis besos y lamía mis pezones mientras con las manos me daba nalgada y yo rosaba mi ano con su verga, hasta que no pude más, me giré y tomé un condón se lo puso y comencé a introducirme su verga poco a poco a mi culo.

Cuando estuvo adentro no dejó que me moviera en inmediatamente comenzó a clavarme así estuvo un rato y cambiamos de posición misionero, luego me puso en cuatro y me jalaba del pelo mientras me decía, así te gusta perra, eso querías verdad, mi verga sudada, mientras cada embestida me hacían gemir de placer y pedir más y más.

Él repetía, «ay, qué rico culo, qué rico culo puta, te gusta perra, te gusta putita, así me gustan a mi sumisas».

Cambiamos de posición y el seguía al mete y saca, yo sentía que con cada metida me partía en dos y era tan delicioso ver ese machote dándome la verga que tanto ansiaba.

Él se acostó nuevamente cambiamos de posición y me dijo que cabalgara, me subí y comencé a moverme, el solo ponía ojos blancos usando me moví ma y gemía del placer mientras yo cada vez más quería esa verga más y más adentro le decía «te gusta culearme papi, te gusta que sea tu puta», y él decía «uy si puta, donde verga estabas, ya me hacía falta un puto como tú, bien puta aguantadora».

Mientras seguía yo más y más brincaba cuando me dijo ya es hora de venirme, rápidamente le quité el condón comencé a chupársela y derramó chorros y chorros de espesa leche fresca que puso en mi carita.

Yo estaba aún tan excitado que sin pensarlo con mis labios mamaba su cabeza con todo y leche y la chupaba el hombre se retorcía y me decía «así puta dale puta que rico», hasta que sentí que ya y me quité, le pregunté que le pareció y me dijo «y tú no te has venido», me dijo ven aquí perra, el estaba boca arriba y me acomodó arriba de el acostado sobre todo su cuerpo sudado, tomo mi verga y comenzó a masturbarme hasta que ya no pude más y me hizo venir.

Me quedé un rato acostado junto a él, y me dijo que ya tenía ganas de descargar su verga, que su esposa no lo complacía y que muchas mujeres no se dejaban hacer de todo, acordamos guardar el secreto y que nos veríamos de vez en cuando.

Nos vestimos, y lo lleve a la casa que construía, me dijo que lo del baño el ya sabía que era mentira pero que igual si yo ocupaba algún trabajo que le hablara.

Y ahí dejé a mi macho albañil trabajando, de cara fea, ojos cafés, pero con un cuerpo moreno que pude disfrutar de pie a cabeza…

En otra ocasión nos volvimos a ver y esa vez estuvo mucho mejor porque hicimos más cosas que el quería experimentar, en otro momento lo contaré

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