🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Me llamo Samuel tengo 30 años hace 8 meses me fui a vivir en el centro de la Ciudad de México a un departamento donde rentaban un cuarto. El chico que vivía ahí se llama Alejandro, de mi edad, tes blanca, pelo castaño, 1.80 de altura, algo robusto, pelu en pecho y barbón. Al momento de verlo me enamore de el y supe que debía vivir ahí.

Con el paso de las semanas lo iba conociendo y no me daba ninguna señal de que fuese gay. Nos fuimos conociendo y preguntando sobre nuestras vidas hasta que nos hicimos muy buenos amigos. Salíamos los fines de semana a bares donde terminaba besandose a veces a alguna chica pero nada más. Nunca ví que llevara a nadie al departamento y yo por respeto tampoco lo hacía.

De vez en cuando urgaba en el cesto de la ropa sucia para oler los calzones de mi roomie y masturbarme, en ocasiones tenían manchas de precum que me ponía a lamer. Regularmente lo veía en ropa interior por todo el departamento y me hacia fantasear con el pero nunca intentaría hacer nada con el.

Un domingo en la mañana yo tenía unas ganas enormes de coger, llevaba días solamente masturbándome y no se me bajaba la calentura. Salí de mi cuarto solamente con un short y vi a Alejandro en el comedor en las mismas, llevaba un shor muy pequeño que dejaba ver sus muslos y no llevaba playera lo que dejaba su pecho peludo al descubierto. Verlo así me calentaba siempre.

Desayunamos juntos y decidí que tenía que salir a coger. Me metí a bañar y a hacerme mi enema para poder coger agusto. Terminé de bañarme, salí a mi cuarto solo en trusa y me tire en la cama. Descargue Grindr para buscar quien me cogiera y estuviera cerca de casa, lo que ví me dejó sorprendido y me prendió aún más. A 1m de distancia me aparecía un perfil que decía «Activo XL» y fotos de torso.

Ese torso que veía todas las mañanas por todo el departamento, era inconfundible. Ese perfil era de Alejandro y supe que tenía que aprovechar esa oportunidad. Salí de mi cuarto usando solo mi trusa y fui hacia el refrigerador con la escusa de tomar una botella de agua.

Debía pasar frente a la sala que es donde estaba Alejandro. Era normal que nos pasaremos asi en el depa pero esta vez puede ver si mirada siguiéndome y me pregunte cuantas veces más me habrá visto de esa forma.

Regrese a mi cuarto y le escribí por Grindr. Mi perfil no he pude ninguna foto pero e mandé unas de mi culo con y sin calzones preguntando si se lo quería comer. Al instante me saludó y me escribió «que rico culo tienes, para lamertelo y cogerte». Me pidió foto de mi cara y yo con muchos nervios me limité a escribirle «pues ven al mi cuarto al final del pasillo».

Al instante escuche los pasos y Alejandro abrió la puerta de mi cuarto, estaba yo ahí sentado en la orilla de la cama, me levante y se acerco. Rodeó mi cintura con sus brazos y comenzó a besarme. Fueron caricias muy tiernas y unos besos suaves, con cariño mas que con calentura.

Se apartó un instante y me dijo «habia esperado esto desde hace un buen tiempo». Se quitó lo poco de ropa q traía y quedo tambien solo en trusa, nos acostamos en la cama y seguimos besándonos y acariciándonos. La pasión de los besos iba subiendo hasta que nuestras manos dejaron de estar sobre nuestros cuerpos y pasaron hacia nuestros genitales.

Puse sentir su verga gruesa en mis manos a través de su trusa. Era tamaño promedio pero de buen grosor. Nos dispusimos a quitarnos los calzones y rozarnos nuestras vergas.

Fui yo quien tomo la iniciativa y me baje a mamarle la verga, lo hice por un buen rato ya que la anhelaba desde hace tiempo, me hizo ponerme encima de él para que mientras yo le mamaba la verga él se dispusiera a comerme el culo.

Asi estuvimos un buen rato, me mamaba la verga y luego el culo. En la misma posición q él estaba acostado boca arriba, me senté de frente a él y comencé a sentarme en su verga. El grosor hacia que me doliera pero al mismo tiempo hacia a mi verga ponerse super dura. Me inclinaba para besarlo y comenzó a bombearme el culo.

Estuvimos asi de nuevo un buen rato hasta que hizo ponerme en cuatro donde seguia metiendomela como loco mientras jugaba con mi verga. Volvimos a cambiar de posicion, ya sudados, me puso boca arriba con las piernas a sus hombros.

Mientras me metía su verga me iba masturbando. Le dije que estaba a punto de terminar, a lo que él comenzó a bombearme su verga en el culo mas y mas rapido, sentí como su verga se hinchaba con cada descarga de semen que me dejaba adentro, al instante eyacule sobre mi abdomen.

Me volvio a besar tiernamente y nos quedamos dormidos abrazados. Después de eso lo hacíamos regularmente en cualquier lado del departamento, con el tiempo nos enamoramos y ahora somos pareja.

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