🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥
Hace unos meses, por error (o casualidad) me subí a un camión; yo tenia tanta prisa que lo único que leí es que decía el rumbo al que iba, pero no leí toda la ruta, el caso que me subí a las prisas y me fui a los asientos del fondo. Como a las 3 cuadras se subió un chico Moreno, delgado, alto.
A simple vista, no daba señales de nada, pero conforme se fue llenando el camión avanzó a los asientos de atrás, y me pidió espacio para sentarse al lado mío.
Todo iba normal, hasta que él me voltea a a ver y mientras lo hacía se agarraba el pito, así lo hizo un par de veces.asta que lo vi, me hizo señas, pero como yo soy muchacho bien portado, no hacía nada, y me jaló la mano para agarrar su paquete que se ve estaba grande y grueso.
Me aviso se bajaría. Que lo alcanzará, que bajara con él, no sabía que hacer. Tardé en decidir una cuadra más cuando por fin me animé, me bajé del bus y lo alcancé. Llegamos a su lugar y sin mayor preámbulo se desnudó y me ofreció su verga cual si fuera agua para un animal sediento. Yo me pegué a chupársela y le dije que con ese pedazo de carne me hacía feliz. Luego él me empezó a quitar la playera, me empezó a sobar por encima del pantalón, me calenté mucho, era un pene duro,
grande, circundado, grueso, tanto que solo me cabía la mitad en mi boca, pero con experiencia, paciencia y dedicación, logré metérmela toda.
Una vez dentro de mi boca ese hombre me empezó a follar la boca con ricas estocadas que provocaban que de mis ojos salían lágrimas de felicidad; yo estaba rojo, me ahogaba. Luego me quitó la verga de la boca, respiré y me ordenó desnudarme.
Estábamos ahora en un cuarto del lugar en el que casi no se veía nada, muy poca luz, pero suficiente para ver lo que hay. Ubique a tientas su verga de nuevo y me la llevo a la boca.
Ese hombre era todo macho, de bonito cuerpo y semi velludo, me aventó a una zona acolchonada, me volteó y sentí que solo mi dorso estaba en superficie plana y mi culo expuesto a él.
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De la nada sentí una nalgada, seguido de mi gemido y luego sentí una cosa enorme atrás de mi, era él entrando por mi culo con su verga; primero me metió un dedo, respingué del dolor y solo lo escuché decir “eres mi perita y nos vamos a divertir hoy”, y dicho esto, empujó con ganas.
De un solo movimiento me dejó ir esos 23 cm de largo, luego espero unos segundos, y empezó a darme duro. Mis nalgas y su pelvis hacían un espectacular sonido y con coros de nuestros gemidos, mientras tanto mis ojos se iban acostumbrando a la oscuridad. Entonces un sonido extraño, proveniente de fuera del cuarto, se hizo presente.
La puerta de ese cuarto se abrió, y una figura masculina se dibujo entre la luz y la sombra, se cerró la puerta, fueron más ruidos extraños a mi alrededor, y de repente de la nada, otro miembro duro, pero ahora por mi boca era introducido sin siquiera preguntarme si yo quería, aunque obviamente no me negaría a recibir ese trozo. Era mi sueño perfecto, dos vergas, dos hombres, siendo follado por todos lados.
Luego cambiaron de posición y sentí algo extraño, ese pene era más grueso y creo que hasta más grande.
Se encendieron las luces, y logré ver que donde estaba era un escritorio, los dos hombres me estaban dando duro, el primero se acostó y me pido subirme a él.
Ahí me abrazó y me besó mientras el otro intentaba entrar en mi ya casi lleno culo; un dolor más fuerte inundó mi cuerpo, esos dos hombres me tenían bien clavado en un dos romano.
Ambos se movían rico, dos hermosos ositos me estaban dando duro yo gemia sin piedad, mientras ellos gemian muy varoniles, me estaba volviendo loco, ya no sentía que ellos se movieran, solo sentía mi ahora calentura provocada por esos dos penes y era yo solo el que se ensartaba en esas grandes vergas.
Se vinieron al mismo tiempo, no dejaron de moverse, mientras mi culo escurria leche, ellos seguían con su mete y saca, hasta que los penes estaban a un tamaño promedio, mi cuerpo los expulsó causandome un gran vacío en mi. Entonces voltee a verles el rostro y me llevé una gran sorpresa…