Sorpresa en cuarto oscuro
De la nada sentí una nalgada, seguido de mi gemido y luego sentí una cosa enorme atrás de mi, era él entrando por mi culo con su verga; primero me metió un dedo, respingué del dolor y solo lo escuché decir “eres mi perita y nos vamos a divertir hoy”, y dicho esto, empujó con ganas.