🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Esto que les cuento paso hace mas de 10 años, yo tenia unos 22 años, cuando aún vivía con mis papás; por esa época tuvimos un vecino de unos 40 años que también vivía con sus papas pero él ya estaba juntado, ósea que vivía con su mujer y una hija que era de mi edad.

Con el paso del tiempo se fue de allí pues se divorció y se volvió a juntar, lo que era bien sabido era que es muy borracho; en una ocasión mis papás estaban fuera de la ciudad y yo me quedaba con un hermano, y mi vecino siempre pasaba borracho para visitar a sus papás que ya eran grandes. Una noche se dejó venir a mi casa para preguntar por mis papás ya que siempre se saludaban y tenía días que no los veía, quiero decirles que yo nunca lo vi con morbo ni nada y jamás pensé que podría pasar algo con él.

Ese día yo estaba solo y pues se acercó a la puerta y traía ropa deportiva, de esos short flojos que les marca todo; nosotros nos saludamos y le dije que estaba solo, él se quedó en la puerta, realmente venía borracho y fue cuando se agarró la verga que por mi mente pasó hacer lo que un amigo me dijo que hacía para estar con heteros, portarse muy mujer para que ellos no se sintieran que estaban con un hombre.

Decidí aventarme y que se me ocurre decirle que si quería pasar y me dijo que sí, así que lo senté en la sala y yo me senté al lado de él aun teniendo mucho espacio en el resto del sillón; yo crucé las piernas y le dije que si venía de jugar o por qué el short, a lo cual él me dijo que sí.

Le dije que yo quería pero que me daba cosa porque no sabía, entonces me animé y le agarre una pierna con el temor que me dijera algo, pero le dije que se notaba que jugaba mucho pues tenía piernas trabajadas.

Cuando le tocaba las piernas empecé a ver como su bulto crecía, era su pene que se estaba erectando de volada, él solo miraba hacia abajo entonces tuve el valor de decirle que se veía muy grande eso que él escondía y se la agarré por encima del short.

Él me dijo «por qué no cierras la puerta», había caído. Yo la cerré y él se bajó el short; no podía creer que tenía esa tremenda vergota frente a mí, muy gruesa y larga, una macanota que me hinqué de inmediato en el piso y él sentado en el sillón con la piernas abiertas se la empecé a mamar.

No me cabía toda, me ahogaba pero él disfrutaba mucho, estaba tan gruesa que la mamaba de lado también; luego me dice «siéntate», no pensé que quisiera metérmela, y me puse mucha saliva y traté de abrir mi culo para que cupiera su verga.

La tenía muy firme así que con la saliva que la había bañado hizo que me entrara la cabeza de jalón, le dije que se esperara y me puso muy cachondo que me dijo «sí, tu disfrútala solita» así que empecé a sentarme más hasta sentir su grueso tronco topar con mis nalgas.

Me abría el culo mientras empezaba a subir y a bajar mi culo en su vergota, tanto que me vine sin tocarme, le dije que si tardaba o si quería dejarlo así y me volteó al sillón así con su verga adentro para ponerme de perrito y bombearme hasta venirse.

Después me dijo que no dijera nada y le dije que si, se fue y me quedé pensando en que rayos pasó.

Pasaron los días y volvió a pasar borracho y me dijo que quería hacerlo de nuevo, pero yo ya no estaba solo, le dije que no podía hacer nada y estaba muy aferrado que me dio miedo que alguien escuchara, él estaba tan terco que me tomó del brazo y me llevó a su carro y allí se sacó la verga ya parada, como que le excitaba que nos descubrieran.

Me dijo «mámamela aunque sea» así que le di unas mamadas y le dije que nos podían ver, afortunadamente a lo lejos vi que venía una vecina y me bajé de su carro un poco asustado. Al poco tiempo yo me fui de la ciudad, aún pienso en lo excitante que fue y no se si al verlo de nuevo se acuerde o quiera hacer algo.

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