🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Llevo vario tiempo que empecé hacer cruising en parques cercanos a mi casa, me pone muy dura la verga la sensación de que te pueda ver alguien cogiendo entre la oscuridad de los árboles.

Últimamente me busca el mismo chavito por que le encanta como lo hago comerse mi verga, y se ve que le encanta como lo trato como mi puta, me gusta decirle que me siga por el parque hasta que llegamos a un lugar muy sordeado donde el camino se pierde entre los árboles y la vegetación.

Siempre le aviso que lo voy a estar esperando con mi verga de fuera y que apenas llegue a donde estoy parado debe de ponerse de rodillas y empezar a mamarme la verga, así cada vez que nos vemos.

Al principio era un poco tímido pero ya lo acostumbré a ser mi putita así que cuando no se mete toda mi verga a la boca lo sujetó fuerte de su cabeza y cuello y con la fuerza de mis brazos pegó su cabeza hacia mi cuerpo forzándolo a meterse mas mi verga en la boca y me encanta tenerlo bastante tiempo mamando mi verga hasta el punto en que ya no puede tenerla mas tan adentro y me pide que por favor lo deje respirar.

La última vez traía las uñas pintadas y eso me lo puso mas duro, lo traía todo lleno de venas y bien gordote, estaba todo caliente y me pidió lechita y como no dársela así que me la empecé a jalar enfrente de su boca hasta que me vine y apenas sucedió y se metió mi verga en su boca para exprimirmela toda.

Entonces sentí que saqué una gran cantidad de leche y que le estaba llenando la boca de semen hasta el punto de que se la saqué de la boca y seguía salpicando semen de mi verga y le empecé a llenar también la cara. Hice que me dejara la verga limpia con su boca, su lengua parece una serpiente devoradora de verga, me subí el pantalón y me rei un poco por todo lo que había pasado.

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