🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

El siguiente relato se citó hace 10 años, cuando recién había cumplido mis 18 años y había entrado al lugar donde trabajo actualmente. En esa etapa de mi vida la verdad yo estaba muy caliente y deseoso de estar con hombres, pero pues jamás me imagine tener algo así en el trabajo.

Cuando entre me tocó estar en un taller o departamento algo rudo ya que se realizaban trabajos pesados; en ese tiempo yo era delgado pero mis piernas y nalgas resaltanban muy bien, por mi fisionomía el encargado me movió a su oficina para hacer todo el trabajo administrativo y evitar que pudiera ocurrir algún accidente porque, como repito, era delgado y no muy fuerte.

Bueno a los pocos días me tocó llevar unos documentos a la administración, todo con normalidad, hasta que antes de entrar a las oficinas me encontré con un Héctor, un desconocido para mi en ese momento.

Héctor media 1,75 aprox, es bisex con una complexión normal ni gordo ni delgado, blanquillo con algunas canas en su cabello y barba lo cual a mi me gustó mucho de él.

En ese momento tenía unos 45 años mas o menos, la verdad es que a pesar de los varios encuentros que tuvimos después, jamás le pregunté su edad y por su ropa que traía pude deducir que es ingeniero, ya que los ingenieros utilizan una camisa de mangas color blanca.

Me saludo con normalidad aunque nunca lo había visto, no sé si él antes me había visto y preguntado por mi. Después de presentarse y presentarme, procedió a preguntarme sobre mis gustos y la verdad, como comenté en ese momento, yo me prendía y morboseaba con tener sexo con hombres en especial mayores.

Le dije directamente que era gay, a lo cual el me pidió movernos a la camioneta que tenía en el estacionamiento que estaba a unos metros. Nos subimos y me pidió que le mostrara mi ropa interior.

En ese momento yo utilizaba un boxer muy corto color blanco, me dijo que le gustaban mucho y me dijo si quería hacer algo con él cuando saliera del trabajo, yo con mi calentura ni lo pensé y le dije que si, así que me pidió mi numero y me dijo que me marcaría para decirme dónde lo esperararía para que pasara por mi.

Después de esa pl´stica estuve muy caliente todo el día y no sabía qué hacer para ocultar mi erección. Bueno llegó la hora de salida y me marcó Héctor, conteste muy entusiasmado, me dijo que lo esperara cerca de las oficinas administrativas y así lo hice.

Llegué y a los pocos minutos llegó él, me saludó y me dijo que subiera; al entrar me dio un beso y obviamente le correspondí muy rico, durante el turno de la tarde el personal es menor así que no fue preocupante por si alguien nos llegara a ver.

Le pregunté qué plan tenía, me dijo que le habían cargado mucho trabajo ese día y que no podría salir en ese momento. Eso me decepciono un poco, pero en ese momento me sugirió el ir a la biblioteca del trabajo y ver si podíamos hacer algo.

A la biblioteca solo tienen acceso los ingenieros y encargados del trabajo, por el horario menos gente podría llegar a interrumpirnos, así que allá fuimos, se estacionó y entramos a la biblioteca.

Una vez dentro nos fuimos a las secciones de atrás y empezamos a besarnos bien rico, metía su lengua, besaba mi cuello y mordisqueaba mi oreja, después le empecé a desabrochar su pantalón y empecé a saborear su rica verga blanca, delgada y larga que rápidamente se puso dura, le mide unos 18 cm en su punto mayor, yo la metía toda en mi boca, chupaba sus ricos huevos y solo veía como le gustaba que yo disfrutara de su rica verga.

Después de un rato me levantó, desabrochó mi pantalón y empezó a jugar con mis nalgas, me dio unas nalgadas, las mordisqueó y después las empezó a abrir para jugar con mi ano, el cual la verdad estaba muy caliente por sentir su rica verga en su interior.

Pero primero él empezó a poner saliva en mi ano y con su dedo empezó a dilatarme, ya que yo siempre he sido muy estrecho y él se dio cuenta al momento de introducir su dedo por cómo mi culo lo apretaba sin necesidad de esforzarme.

Después trató de introducir otro dedo lo cual si me dio un poco de molestia pero me relajé para que fuera más fácil el acceso y disfrutar más.

Él hacía movimientos giratorios en mi ano con sus dedos, lo cual me provocaba hacer pequeños gemidos de placer y ponerme muy cachondo y deseoso de que metiera su rica verga en mi culo. En algún momento le dije que ya deseaba que me cogiera, me sentía muy caliente y quería ser follado.

El no lo pensó mucho, sacó un condón de su bolsa y se lo colocó; yo me recarga en un escritorio y abrí mis nalgas para que el entrara, me escupió en mi culo y puso la cabeza de su verga en la entrada de mi ano, empezó a tratar de meterla, lo cual costó un poco porque como repito soy algo estrecho y aunque estaba muy caliente mi culo es muy cerrado.

Cuando ya logró meter su cabeza yo hice un pequeño gemido de un poco de dolor y satisfacción de sentir su rica verga que se sentía cálida en mi interior, poco a poco empezó a introducirla hasta que su pelvis tocó mis nalgas.

LO MÁS RECIENTE

Cuando entró todo yo gemí un poco más fuerte y él se prendió por en ese instante se hizo para atrás, retirándola un poco y la metió a fondo rápido, lo cual provocó que yo gimiera con más intensidad, sin esperar más empezó a bombear mi culo con un poco de rapidez, mientras besaba mi espalda.

Después quiso cambiar de posición y me recostó en el escritorio, me pidió que retuviera mis piernas con mis brazos y él empezó a meter su verga con intensidad mientras yo solo gemía con mayor intensidad y le pedía más.

Él se puso muy cachondo y me empezó a dar unas cachetadas ligeras y tomó de mi cuello mientras introducía su verga hasta el fondo. Me paró, me pegó junto a la pared y siguió follandome, mi culo ya se había acostumbrado a su verga y entraba sin problema, yo me sentía demasiado caliente y quería sentir su leche, probarla, tragarme el néctar de aquel rico macho, a lo cual el accedió.

Después de follarme un rato más, sacó su rica verga, se quitó el condón y me pidió que la chupara, lo cual hice con mucho gusto y con intensidad, al mismo tiempo que me masturbaba; a los pocos minutos me dijo que estaba por correrse, por lo tanto intensifiqué mi mamada y me masturbé con más euforia.

Entonces sentí como tiro unos chorros de leche en mi boca los cuales tragué con gusto, disfrutando aún de su leche que ahora era mía y estaba en mi boca.

Me colocó en la mesa y metió su verga de nuevo, mientras yo me masturbaba, cuando estaba corriéndome sentí cómo mi culo estrujaba su verga que había bajado un poco su erección y juntamos nuestros gemidos de placer, yo traía toallitas húmedas con las cuales me limpie los residuos de semen.

Nos vestimos y nos dimos un rico beso, al acercarnos a la puerta notamos que estaba un trabajador buscando unos documentos ahí, la verdad nunca me di cuenta en qué momento entró o si él ya estaba cuando entramos.

Héctor sí lo conocía ya que lo saludó y sólo me sonrió, yo salí y atrás de mi Héctor, me subí a la camioneta y me llevó a tomar un taxi. Nos despedimos y me dijo que estaríamos en contacto, lo cual si cumplió durante varios años.

Fue muy rico lo que pasamos también con aquel trabajador del que Héctor se despidió en la biblioteca, ya que fuera del trabajo era su chofer de puteria a los que yo disfruté deliciosamente pues ambos son hombres casados, pero esas serán otras historias que les contaré si les gusta este relato.

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