Yo tenía 18 años casi 19, vivo solo con mi papá, mis padres son divorciados, en aquel tiempo vivían con nosotros mi abuela y mi tío Armando, que me lleva aproximadamente 30 años de edad.

Les platico un poco de él, recién llegaba de E. U. A. lo deportaron, es divorciado, físicamente es alto (1.85 m.), complexión media, pero lo hace ver muy macho y varonil, tez aperlada, cabello corto y negro, tiene una voz gruesa, (como su pene), acostumbra a vestir vaquero, usas jeans de mezclilla que le marca un muy buen paquete, que permite fantasear.

Mi casa cuenta con dos recámaras, una la ocupaba mi abuela y la otra la compartíamos mi papá y yo, mi tío dormía en la sala, les comparto que mi papá salía mucho de viaje por cuestiones de trabajo, yo me quedaba a cargo de mi abuela, esto que relato sucedió un sábado que ella fue a visitar a su hija que vivía a unas cuadras de mi casa, esas visitas eran todos los sábados desde la tarde hasta altas horas de madrugada.

A esa edad yo acostumbraba a salir de fiesta con mis amigos, pero en esa ocasión regresé más temprano de lo habitual, serían como las 23:30 o casi 00:00 horas, recuerdo que al llegar al porche de la casa noté por la ventana que da a la calle que se veía el reflejo de la tele de la sala encendida (donde dormía mi tío), saqué mis llaves abrí la puerta y entré, lo vi acostado sin camisa, tapado hasta el pecho con una sábana blanca delgadita, pero que permitía ver la figura de su cuerpo.

Tenía una mano abajo de su cabeza y la otra podía ver que la tenía dentro de su short, no pude desviar mi mirada y comencé a imaginar lo que su mano tocaba, pasaron como tres minutos mientras lo saludaba, lo veía y trataba de cerrar la puerta con llave, me respondió el saludo y supe que estaba despierto, le pregunté «¿qué veía? ¿por qué había apagado la tele?» y me respondió «no veía nada, ya me voy a dormir», yo ya estaba inquieto por las imágenes que pasaban en mi cabeza por la posición de su mano, me despedí rápido y subí a mi recámara pero también tenía esa curiosidad por saber que veía.

Dejé pasar unos cinco minutos, salí de mi cuarto sin hacer ruido, me quedé en las escaleras y como estás tienen barandal, yo veía hacia la sala, pero no toda la escena completa, pues busqué la forma de acomodarme y ver la tele y verlo a él, para mí suerte había prendido la tele y estaba viendo una película pornográfica, típica de un wey musculoso penetrando a una rubia en posición de cuatro patas, que debo admitir que eso me calentó mucho porque imaginaba que ese macho era mi tío.

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Puse atención a mi tío y seguía con sus manos en la misma posición, pero ya notaba que movía la que estaba dentro de su short, yo comencé a tocarme, pasaron unos cinco minutos de observarlo ahí, pero no tenía una vista muy amplia por lo que decidí buscar otro ángulo porque quería ver su rostro también.

Bajé dos escalones más y por la oscuridad de la escalera no podía verme, pude ver sus cara, cómo mordía su labio inferior y sus ojos entre cerrados como queriendo venirse pero seguía dándole con fuerza abajo del short, yo quise ver un poco y bajé otro escalón pero no me percaté y por la oscuridad no vi una bolsa de plástico que ahí había, la pateé cayendo al escalón de abajo haciendo ruido.

Mi tío se exaltó, sacó su mano del short y se sentó en el sillón, apagó la televisión de inmediato, volteó hacía la escalera y preguntó ¿quién anda ahí?, entre la oscuridad muy nervioso respondí «yo» y terminó de sentarse en el sillón ya bajé hasta la sala diciendo «voy por un vaso con agua», no me quedó más que ir a la cocina a tomar agua.

Él prendió una lámpara que estaba en un costado del sillón y pude ver su cara y parte de su pecho semivelludo con algunas gotas de sudor corriéndole, pregunté «¿qué veía?» y respondió titubeando «emm, un programa», -reí pícaramente- y cuestioné «¿seguro?», él sonrió avergonzado y respondió, «pues ya tengo tres semanas sin coger, ando bien cargado de leche y hoy más que otros días me siento muy caliente quiero venirme».

Yo no esperaba esa respuesta y me puso más nervioso y más caliente por escuchar esas palabras salir de su boca con esa voz gruesa, dejé el vaso rápidamente y ya me iba a subir cuando me dice «oye, sírveme un vaso, por favor» mi respuesta fue «ajá» y se lo da, – temblaba de nervios-, él tomó el vaso tocando mi mano y me pregunta pícaro «¿qué pasa? ¿Crees que no sé qué me estabas viendo?».

Solo sonreí de nervios y mantenía la cabeza agachada, en eso me jala y me sienta a su lado, prende la tele y veo en la pantalla el video en pausa – la chica sigue en cuatro patas, con una expresión de satisfacción por tener esa verga adentro, así como yo deseaba tener la de mi tío- le pone play y sube el volumen a la tele, se escuchaban esos gemidos tan ricos, que voltee a ver a mi tío y tenía una sonrisa coqueta, jalando mi mano hacia su pene la metió debajo de su short.

Entonces pude sentir que tenía los vellos cortos, dejando el camino libre a su verga dura, con un grosor muy bueno, no podía rodearlo con mi mano, y de largo unos 19 cm, pude sentir sus venas y que esta circuncidado, él hizo que la agarrara, no puse resistencia y lo comencé a masturbar lento, fui aumentando el ritmo y el jadeaba y reclinaba su cabeza hacia atrás, poniendo sus ojos en blanco, en una de esas me dice «chúpamela».

Yo estaba ya muy caliente disfrutándolo, bajé su short, me hinque frente a él teniendo su verga a la altura de mi cara (solo de recordar se me hace agua la boca y quiero mamarla o mamar alguna otra) con su mano agarró mi cabeza y la acercó hasta su verga, me la trague toda y comencé a chupar el glande.

Él gemía tan rico, después el tronco y sus testículo (los tenía rasurados y muy grandes, si andaba muy cargado) bajé un poco más, él me veía a los ojos y gemía más fuerte, me excita recordar sus ojos viéndome mientras él me penetraba la boca en distintos ritmos, pasó un momento y comenzó a meter su mano en mi short, tocando mis nalgas e introduciendo un dedo en mi ano que por la excitación ya había dilatado un poco.

Metió un segundo dedo y me penetraba con un ritmo más fuerte, frenó ese movimiento, recostó su cabeza hacia atrás y gimiendo «mmm ahhhggg» yo sentí sus chorros de leche que salían con fuerza en mi boca, sentí cerca de 6 chorros calientes y estrellado con mi garganta y seguía saliendo su semen, me trague todo y el ya jadeando y sudando me dice «que zorrita saliste, te tragaste toda mi leche acumulada, de haber sabido que te gustaba la verga desde cuando te hubiera tomado como mi perrita»

Saqué su verga de mi boca aun palpitando y semi erecta, pude verla más clara en todo su esplendor y le respondí «me encantó y cuando quiera tío estoy para echarle la mano», él sonrió afirmando con la cabeza y diciendo «te tomaré la palabra».

Me levanté y me fui a mi cuarto para masturbarme con todas esas imágenes en mi cabeza y fantaseando que me penetraba, dormí como nunca y de ahí en adelante fui la putita de mi tío (eso se los cuento en otro relato).

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