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Les voy a contar una experiencia que viví en las regaderas de la universidad. Me describo brevemente, actualmente tengo 23 años soy alto 1.74 y estoy delgado y un poco marcado por las actividades que hago para mantenerme en forma, todo esto pasó cuando tenía 18 años e iba entrando a la universidad.

Como reglamento de las carreras era necesario obtener una serie de créditos y éstos se obtenían tomando talleres; yo tomé el taller de acondicionamiento físico, pues lo que hacía de ejercicio a diario ahora lo hacía en la escuela. Mi taller lo iba a tener que tomar en el auditorio de la universidad, que era muy grande, tenía un escenario, la cancha central de básquet y unas gradas; detrás de las gradas estaban los baños con las regaderas para que los que hacían sus actividades pudieran utilizarlas.

Las indicaciones del profe del taller era solo llegar con ropa deportiva y traer un cambio para después del taller, yo sabía que con las posibles actividades íbamos a terminar sudando y apestando la ropa, así que me llevé una maleta a parte con mi ropa normal, mis artículos para bañarme y demás.

Ese día el maestro nos indicó que teníamos que trabajar en una esquina del auditorio, ya que en la otra esquina estaban impartiendo otro taller, era de karate y era a la misma hora que el mío. El taller estuvo bueno, yo era el único hombre de acondicionamiento físico, así que me emocioné al saber que no habría más hombres en las regaderas, pero estaba equivocado pues en el otro taller había 2 hombres más.

Cuando ya me estaba quitando la ropa para meterme a bañar vi que entraron otros 2 chavos del taller de karate y al parecer ya se conocían; cuando me vieron me preguntaron si sabía si había agua caliente, les dije que no porque aún no me metía.

Luego me metí al cubículo de la regadera y solo llegaba a escuchar a lo lejos que hablaban entre ellos. Yo me bañé rápido y salí con la toalla a la cintura, me sorprendió que aún estuvieran ahí, los ví y me dí cuenta que también iban saliendo de las regaderas.

El hecho de ver sus torsos desnudos me comenzó a exitar de tal manera que sentía como se me iba parando, rápido me senté junto a mis cosas y me cambié rápido, pero de vez en cuando echaba una mirada para ver si podía ver algo aunque ya no pude ver gran cosa.

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Después de esa clase, la rutina era la misma, tomaba mi taller y me encontraba a esos 2 chavos en las regaderas; de vez en cuando hablábamos o nos preguntamos alguna cosa, y así siguió todo hasta un día que mi maestro nos dió un castigo y teníamos que hacer un ejercicio de resistencia por 10 minutos más.

Quise ver si los de karate ya se habían ido y me di cuenta que ya no había nadie; después del castigo me fuí a las regaderas y cuando entré ví que ellos seguían ahí en toalla recién salidos de la regadera. Me preguntaron por qué me tardé más.

Yo les platiqué del castigo mientras me comenzaba a quitar la playera y sacaba mis cosas para bañarme, pude darme cuenta que ambos se me quedaban viendo mucho, así que comencé a quitarme el pants que traía para después ponerme la toalla sobre el bóxer para irme a la regadera y no me quitaron la mirada de encima.

Ya en la regadera dejé mi boxer en un gancho que había junto con mi toalla, cuando me empecé a bañar escuché que uno de ellos me preguntó si tenía gel para el cabello y le dije que revisara en mi maleta, regresó un poco después para decirme que no lo había encontrado, él insistía en que saliera de la regadera para buscar el gel, y yo por la situación estaba nervioso porque a parte estaba tocando la puerta de la regadera.

Como el seguro de la puerta no estaba tan apretado, en un tirón se abrió la puerta y me dí cuenta que ahí estaban los 2, uno de ellos aún en toalla y el otro solo estaba en boxer.

Uno de ellos me jaló hacia afuera con la excusa de buscar el gel en mi maleta, yo estaba completamente desnudo y con los jaloneos y todo me comencé a excitar mucho; yo me quería tapar pero no me dejaban porque me empujaron hacia el área de los vestidores.

Ahí solo me senté junto a la maleta y uno de ellos se sentó junto a mi y me comenzó a tocar la pierna y poco a poco subía su mano; el otro fué a cerrar la puerta con seguro y se puso de rodillas frente a mi y me empezó a hacer un oral sin dejarme que yo entendiera lo que pasaba.

La situación era tan morbosa que pude sentir que estaba tirando mucho precum; ya entregado al momento me comencé a besar con el que estaba junto a mi y poco a poco le quité la toalla que traía puesta; cuando le vi el pene ya lo traía escurriendo, era grande, no tan gordo, y con los vellos medio recortados. Yo le calculé unos 18 cm.

En ese momento quité al que me estaba haciendo el oral y me puse de rodillas frente al otro para meterme a la boca esa verga tan rica mientras el otro chavo se levantó y se comenzó a besar con su amigo.

Estuvimos así un buen rato hasta que el otro chavo nos dijo que se tenía que ir porque tenía clase, yo me quedé mamando esa verga deliciosa hasta que me levantó y me comenzó a besar y a ahorcar. Me gustó tanto que me ahorcara que comencé a gemir.

Después de eso hicimos un 69 en una de las bancas del vestidor hasta que me dijo que ya casi se iba a venir y le pedí que terminara en mi boca, así que me hinque y se la mamé hasta que se vino en mi boca; después me hizo besarlo con todo y su semen en mi boca, y fue riquísimo.

Después me empezó a masturbar y me ahorcaba y besaba en el cuello hasta que me vine, él me limpió todo el abdomen y el pecho con su boca, así nos fuimos a bañar de nuevo y nos fuimos a nuestras clases.

Después de esa vez lo repetimos, a veces él y yo solos o a veces también con su amigo, llegamos a estar en algún tipo de relación de 3, la verdad fue de lo mejor porque los 3 disfrutamos ese momento morboso en las regaderas de la universidad. Si quieren que les cuente otra de esas veces digan.

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