Para ese entonces yo tenía 13 años. El esposo de mi tía era carpintero de unos 35 años más o menos, un hombre bajito moreno, de buenas piernas y buen cuerpo ya que era jugador de fútbol. Un día me llama mientras cortaba unas maderas para que le ayudara a limpiarle el sudor que corría por su rostro. Yo obediente lo hice. Hacer eso me gusto y sin que me lo pidiera lo seguí haciendo. Me quedé a ayudarlo a trabajar en lo que hacía y pues el calor también se apoderó de mi. Verlo sudar era algo que me gustaba. En eso una gota de sudor se tambaleaba en una de sus tetillas yo la detuve con un dedo y no sé porque razón la lleve a mi boca.

Mi cuerpo se estremeció y él quedo perplejo. «¿Te gusta?» Me preguntó y yo con la cabeza le dije que si. Él dejo de hacer lo que hacía, tomamos algo de sombra bajo un árbol y yo no podía dejar de mirar su pecho y ya era lo único en lo que podía pensar.

Entonces me dijo «¿tienes novia ya?» Y yo contesté que no. «Estás ya en edad de comenzar a coger» me dijo con voz temblorosa, como nervioso… al tiempo me dijo «yo tengo casi dos semanas que no le echo verga a tu tía y necesito descargarme».

Yo le dije sin pensar que si yo fuera mi tía me dejaría que me la metiera cuando él quisiera. Eso lo prendió de una y enseguida me dijo «chúpame el sudor del pecho y déjame ver tu culito».

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Me puso de espalda me inclinó y me dijo «ábrete el culo con las dos manos que quiero verte el huequito.» Yo obedecí rápidamente y él, al verme el hoyo delicado y rosado como una fresa y virgen, no dudó en pasarle la lengua.

«Quisiera ser niña, tío» le dije. «Así podría metérmelo por mi vagina».

Él me dijo «no hace falta, yo puedo metértelo por el culito y a escondidas serás mi novia y mi segunda esposa ¿quieres?» Yo temblaba de la emoción.

Yo le decia no tío yo no voy a gritar.

Escupió en mi ano y me dilató con sus dedos por lo que yo nunca sentí dolor y cuando ya estaba gimiendo mucho me cargó y me sentó sobre él. Se sacó la verga por un costado de su pantalón corto y me la dejó ir por completo; yo comencé a gritar pero él me tapó la boca y me dijo que si nos escuchaban ya no podría ser su esposa.

Él me decía «ahora eres mi linda niña y mi novia… te voy a hacer mi esposa y mi mujer siempre.»

Me recostó de unos neumáticos viejos que estaban apiladas y ahí alzó mis piernas y me clavó muchísimo y me dijo «te voy a llenar el culo de leche para dejarte preñada porque eso quieren siempre las esposas» y yo le dije «si tío, déjeme preñada» y fue entonces que me lo empujó más duro y yo sentí cómo la verga se le hinchaba en mis entrañas fueron muchos chorros de leche. Se subió los pantalones me puso los míos y seguimos. Yo me fui a mi cuarto y me quedé dormido de la nada.

Cuando llegaron a la casa mi tía y los demás yo estaba prendido en fiebre. Me atendieron y yo quise ir al baño y mientras caminaba sentía que algo se me salía por el culo y al llegar al baño me quité la ropa interior y pude ver que estaba todo lleno de una baba amarillosa que olía cloro. Y recordé que era que mi tío me había dejado preñado y se me estaba saliendo. Lavé el interior rápidamente. Me llevaron al médico, me hicieron exámenes y el doctor dijo que era emocional porque yo estaba bien.

Y así comenzó todo… fui la esposa preferida de mi tío por casi 5 años. Yo era su novia y su beba y le encantaba dejarme preñado.

Mi tío me enseñó como se debe de complacer a un hombre en la cama y me hacía feliz saber que yo era más mujer para él que mi tía. No tenía una vagina pero siempre me abría o paraba bien mi cola para darle placer.

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