Hoy en día tengo 18 años, mido 1.75 de piel blanca, ojos marrones, cabello negro, velludo y con cuerpo un poco trabajado… Como todos los días en vacaciones al despertarme me hago unas pajas viendo porno desde mi celular, pero algo que me encanta es el olor a macho.

Fue por eso que empecé con mi manía, y uno de esos días me levanto y voy a la habitación de mi padre, tomo algún bóxer sucio y lo llevo conmigo a mi habitación, no me preocupa mucho por él ya que trabaja hasta tarde.

Refriego el bóxer en mi cara, el olor a orina y sudor, aveces un poco de semen me encanta. Me desnudo y comienzo a tocarme el culo, se siente rico, meto un dedo hasta el tope y luego 2 y 3… gemía de placer y comienzo luego con la paja pero no me siento tan satisfecho, pensé que tal vez necesitaba una verga real que me penetrase ya que soy virgen por atrás.

Fue así que ideé un plan para que mi padre me metiera su verga. Mis padres están divorciados hace ya 2 años, mi madre se fue al sur y yo me quedé con mi padre por los estudios hasta que los terminé; no le eh visto ninguna novia a mi padre desde entonces, solo sé que sale de vez en cuando por las noches a buscar alguna prostituta según yo.

Mi padre es muy macho, se parece mucho a mi fisicamente, es velludo, tez blanca, ojos marrones, solo que es más alto y mas macizo, espalda más ancha pero no gordo. Aveces puedo notar su verga por debajo del pijama, usa alguna polera (remera o camisa) y un pantalón de tela delgada como pijama, no usa bóxer debajo de eso.

LO MÁS RECIENTE

Así que comencé con mi plan y ese día mi padre llegó como siempre, se quitó la corbata y quedó solo en camisa y el pantalón.

— Hola hijo ¿Cómo estas?
— bien papá, aquí haciéndote la cena… ¿y a ti como te ha ido en el trabajo?
— bien regular como siempre, algo cansado.
— quieres que te haga un masaje luego?
— ¿sabes hacer masajes? — me preguntó.
— algo sé, no soy experto ni nada…
— bueno, claro, luego de comer.

Para la cena preparé su plato favorito acompañado de un vino para que se relajara un poco (siguiendo el plan). Al terminar él se fue a su habitación a ver televisión y yo hice como que fui a lavar los platos, cerró la puerta y fui tras él para espiarle mientras se quitaba la ropa.

¡Umm! su torso desnudo me gustaba, era velludo, me nacían unas ganas de lamerle el pecho y las tetillas, el cuello y el ombligo, todo. Seguí viendo como se desvestía, se quitó el cinturón y luego los pantalones. Unas piernas trabajadas y peludas, gruesas.

Quedó solo en ropa interior para luego ponerse algo mas cómodo, un short y una polera. Esperé unos minutos, fui a lavar la loza.

— Hijo, estas por ahi?
– si papá
— Me harás el masaje que me dijiste? Digo antes de que me quede dormido…
— si, ya voy.

Con mi padre tenemos una relación muy cercana y respetuosa, es como un amigo, pero no sabe de mis gustos. Fui a su cuarto, estaba sentado a los pies de la cama mirando a la tv que quedaba al frente de ésta. Entre.

— Bien, comenzaré. — Me subí a la cama, por detrás de él, se quitó la polera, pude olerlo, su piel, su cuello…Comencé a masajearlo, mis manos de masajear sus hombros pasaban aveces a tocar sus pectorales, sus brazos fuertes, bajaba por la espalda masajeando y luego su estomago velludo, debajo de los pectorales.
— Ooh hijo, se siente muy bien.
— ¿te gusta papá?
— si mucho.

Eso me excitó muchísimo.

— umm si que bien lo haces, ¿quién te enseño?
— no nadie, solo me nace hacerlo así jeje.

Poco a poco le iba palpitando y creciendo la verga por debajo del pantalón. Deslicé mis manos desde su torso hasta su pelvis, con una mano tome su verga. Se sentía grande y gruesa, venosa, velluda. Estaba calentita.

— hijo que haces, por Dios!

Trató de quitar mis manos de su verga.

—papá tranquilo, es parte del masaje, no pasa nada, solo déjate llevar.
— que!? Estás loco? ¡Eres mi hijo!
— que acaso nunca te as masturbado con amigos o algo así? Esto es parecido, de aquí no sale nada.

Comencé a besarle el cuello, pegué mi cuerpo al de él, mi verga mientras lo masturbaba. Bajé su pantalón para sacar su verga mientras él decía cosas pero ya no quitaba mi mano, solo apretaba las sabanas con sus manos.

Me levanté, le quite el pantalón, lo tiré hacia atrás, como acostado y metí su verga a mi boca. Lamiendo despacio su verga, desde la cabeza a la base lo mas que podía, hasta unas cuantas horcadas me daba. Él se llevo una almohada a la cara, no lo podía creer.

Yo en cambio seguía lamiendo, baje por sus huevos, me los eche a la boca, sus bellos quedaron ensalivados seguí chupando su verga mientras acariciaba sus piernas con una cierta fuerza tirando de sus vellos. Él ya comenzó a gemir muy leve se quitó la almohada y la puso bajo su cabeza para observar mi hazaña mientras se tocaba el abdomen.

Seguí lamiendo desde la pelvis subiendo hasta su cuello, le quedé mirando a los ojos y nos dimos un beso apasionado. Ya estaba entregado completamente. Empezó la acción, estaba acariciándome, me quitó la polera, se puso sobre mi, sujetando mis brazos mientras me besaba.

Me quito los pantalones, bóxer. Mi verga que ya no podía más y por fin pudo salir, estaba erecta. Se levantó de la cama, me quitó los calcetines y se acercó a un mueble para tomar un frasco de vaselina (lubricante). La dejo en el velador y se lanzo con un beso apasionado nueva mente.

— eh querido esto hace mucho —le dije.
— pues ahora tendrás un poco de esto — me dijo agarrándose la verga.

Siguió el beso, me tomó, abrió de piernas y untó vaselina en mi culo, metía unos 2 dedos y luego 3.

— te han metido ya una verga antes?
— no, serías el primero.
— ¿estás seguro? Después te podrías arrepentir.
— estoy muy seguro, te deseo, quiero tu leche dentro de mi.

Deslizaba su verga en mi culo hasta que introdujo la punta. No me dolió mucho ya que me había metido cosas antes. Y lentamente introdujo toda su verga. Solté un gemido de placer con dolor. Puso mis piernas en sus hombros y comenzó a embestirme como un animal.

Su gruesa verga ya estaba rojísima, entraba completa, el vello púbico me excitaba bastante, me dolía pero era placer puro. Sus brazos musculosos sujetando mis muslos, él gemía muy fuerte.

— uuuh que rico hijo
— aay! Sii
— uff qué rico culo tienes, muy estrecho.
— Sigue así papi, no te detengas.

Me dio vuelta, me puso en cuatro, para seguir, me bombeaba, sus bolas se sentían chocar, él tomó mi verga y me hacia una paja, la mano de mi padre era grande y áspera pero se sentía muy rico.

Seguía con el vaivén de su verga dentro de mi, la cama sonaba muchísimo y mi padre estaba sudado. Al parecer hace mucho no disfrutaba asi. Mientras yo mordía la almohada, él gemía, tenia una vena en el cuello bastante exaltada. Su verga ya entraba cada vez más rápido, se escuchaba el choque de sus huevos con mi culo.

— ya voy hijo, la quieres aquí?!
— sí papi, dámela en el culo, dentro! Por favor!

Del rápido bombeo siguió con unas cuantas embestidas lentas pero muy fuertes, sentí dolor y gozo al mismo tiempo; se corrió dentro de mi y yo sentí algo caliente dentro de mi, estaba en éxtasis.

Dejó su verga adentro mientras me abrazaba por detrás. Me acosté y conmigo él encima. Me dio un beso con lengua, se levantó y se fue a bañar. Yo estaba sudado, sentía mi cuerpo caliente, toqué mi culo y corría la leche por mi muslo, vi que tenia un poco de sangre, pero me quedé dormido con lo exhausto que estaba.

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