Este será un relato personal, sucedió cuando tenía como 10 años de edad. Estaba de visita en Campeche y mi tío decidió llevarnos al balneario Kinha con mi primo, que tenía como 5 años de edad; aquél día llegamos temprano y estuvimos divirtiéndonos un rato en la piscina, de pronto al otro lado de la alberca se encontraba un señor como de 38 años, estaba con su hijo que tenía como 3 o 4 años.

El señor era guapo, de esos cuarentones que están bien conservados, algo robusto por lo que deduje que en su juventud era de gym. Lo que más me encantó es que llevaba un traje de baño súper riquísimo, de esos que eran ajustaditos y recuerdo que lo que más me encantaba verle era el paquete.

Muchas veces, aquél día, volteé a verlo y morbosearlo un poquito, sé que para la edad que tenía era muy tremendo pero me fascinaba eso y de verdad quería tocarle esa polla riquísima. Después de un rato, en unas de esas veces que lo estaba viendo, él volteo, me vio a los ojos y me sonrió, la verdad estaba fascinado, era como si hubiera hecho conexión con el.

Ya pasado un rato, llegó la tarde y ya había llegado la hora de irnos, entonces me fui al baño a cambiarme por que siempre me dio pena cambiarme enfrente de las personas. En el baño solo había dos cubículos y uno de esos tenia la puerta rota y todo se veía así que espere a que se desocupara el otro y me metí.

En el momento que me estaba cambiando escuché que alguien entró pero no estaba haciendo nada porque no oí ruido de que orinaran… cuando terminé de cambiarme salgo y veo que era el señor de hace un rato.

LO MÁS RECIENTE

Enseguida que él me vio se metió al cubículo donde la puerta estaba rota y enseguida me aventuré y le dije «esa puerta no sirve y no se puede cerrar pero ya desocupé el otro, si quiere puede pasar a ese»; en eso se volteó y me dio las gracias.

En el instante que él se volteó vi que tenía la verga por fuera y la tenía bien parada, enorme que me parecía a mi tremendo pedazo de carne, y es que a lo mejor le medía como unos 22 cm pero para mi edad y mi tamaño aquello era toda una odisea. Además, y lo mejor de todo, aquella tranca estaba super gruesa.

No podía dejar de verla y obviamente él se dio cuenta así que me dijo «¿te gusta?» Y le contesté enseguida que sí, que muchísimo. Me decidí y lo agarré de la mano y lo jalé al otro cubículo y cerré la puerta; una vez dentro me senté en la taza y se la empecé a mamar con toda mi inexperiencia pero con tanto placer que le arrancaba gemidos que trataba de ahogar tapándose la boca con ambas manos.

Ya había probado un par de vergas antes, pero aquella vez escondidos en el baño se la chupaba como si hubiera sido la primera verga que me comía, solo veía su cara de placer y como gemía ahogadamente, mientras con una de sus manos comenzó a pellizcarse sus pezones, los cuales resaltaban súper duros en medio de una mata de pelos que me excitaba muchísimo.

Yo, en tanto, seguía intentando tragármela toda, pero a los pocos minutos me agarró de la cabeza y me empezó a jalar para sacármela de la boca pero yo insistí en seguírsela chupando más; en eso estábamos cuando de pronto sentí como se venía.

Me llenó la boca de leche espesa y calientita tal como me gusta, un montón de leche me aventó, parecía que tenía días de no aventarlos pues casi se me tiraba por las comisuras de mis labios, pero no estaba dispuesto a desperdiciar nada.

Yo era un niño pero aún así me la tragué toda; él tenia ya una cara de felicidad que no podía con ella, en eso escucho que afuera grita su hijo así que rápidamente me salgo del baño y me voy….

Nunca volví a saber de ese señor, pero me cae que fue una experiencia que nunca olvidaré.

TÚ TAMBIÉN PUEDES PUBLICAR TU RELATO

Escríbenos a redaccion@relaroticos.com  o da clic aquí y llena nuestro formulario. Puede ser anónimo o con tus propios datos para que más personas te contacten.

¡Comenta! (No es necesario registrarse, solo escribe el comentario y da ENVIAR)