Esta anécdota comienza cuando empiezo a trabajar en verano para comprarme mis cosas ya que tenia edad de valerme por mi mismo así que conseguí trabajo para limpiar una panadería por 4 horas al día y aunque el sueldo no era mucho yo estaba contento porque me podría comprar mis cosas.

Ya habia pasado tiempo de haber entrado a trabajar al lugar y siempre pasaba camino al trabajo, ya qué luego de que me bajaba del bus tenía que caminar como 5 cuadras hasta la panadería donde trabajaba, noto un taller mecánico con las persianas levantada y adentro a tres hombres arreglando autos. Tenían sus manos engrasadas por el trabajo y en una de esas que pasaba vi que un señor como de 53 años me miraba muy penetrantemente.

Yo seguí caminando por la vereda, me di la vuelta y fue que lo veo salir del taller para seguirme viendo. Así pasaba todos los días y a veces algún empleado lo notaba y se reían mientras yo seguia mi camino al trabajo.

Uno de esos días salí más tarde que de costumbre de trabajar y al volver a pasar por ahí para tomar el bus miré hacia adentro del taller pero no vi a los otros dos hombres, sino solo al hombre mayor que como siempre salió a verme pero esta vez me silbó y me llamó; yo sorprendido me acerqué…


-hola como estás, me llamo Roberto? – dijo el señor.
– muy bien y tú, yo me llamo Luciano .
R -un un placer Luciano.
L -el placer es mío.
R – siempre te veo que pasas por aqui ,vivís cerca de aquí?
L- no, trabajo aquí a tres cuadras y paso a tomarme el bus en la avenida.
R- ah, y de qué trabajas Lu, ¿te puedo decir asi no?
L- sí, está bien… no hay problema. Yo trabajo en la panadería que está aquí cerca .
R- en cerio, nunca te vi y mira que voy aveces a comprar las facturas para él mate ahí y nunca te vi .
L- lo que pasa es que trabajo adentro, yo soy él chico de la limpieza je je je .
R- muy bien es un trabajo – me dice y me sonríe .
R – tenes novia ?
L- no aún soy un pendejo – me rio – no se dio todavía con ninguna piba.
R – ¿cuántos añitos tenes, pibe?
L – yo tengo 16 años – y veo que se le ilumina la cara a Roberto y larga una sonrisa pícara – y vos cuantos tenes Roberto?
R – yo tengo 53 años, pero estoy hecho un toro – me dice – porque soy re salvaje, me cojo lo que sea me dice, soy un toro lechero.

Yo solo me reí y me dice «¿y vos?» yo me sonrojé todo porque no podía decir nada sino había tenido experiencias sexuales ,y le contesto «no sé, yo soy virgen» le dije uy para que le dije asi su cara se transformó.

Enserio no te creo – me dijo – osea que nunca te cojiste a una minita o alguna putita… Y si te gustan las mujeres, no?. Yo le dije que no sabía, pues nunca estuve con una, a lo que él me volvió a preguntar si me gustaban los tipos. Luego de un silencio le dije «me atrae usted y los otros tipos que estan con usted trabajando».

R – mis dos empleados trabajan hace mucho conmigo son buenos muchachos – me dice. – sabes que estuvimos hablando de vos cuando pasaste la otra vez ?
L- enserio ? y de que ?
R – de que tenes un hermoso culito, mejor que el de una mina (mujer) y estos dos andan siempre re alzados, va los tres me dice .-

L – ¿osea que usted se calienta conmigo?

R – si bb, sos un chico muy lindo y te quiero cojer no te lo voy a negar.queres ?

Yo estaba re caliente ya porque le vi crecer él bulto a Roberto. entonces le digo nunca lo hice y si me dolia ?

R- tranquilo pibe que voy a ser cuidadoso pero de ahora en mas vas a ser de mi propiedad te voy a llenar ese orto de leche pendejo.
espera que voy a bajar la persiana que ya es casi hora de cerrar , estamos mas tranquilos y vas a saber lo que es un macho de verdad ,quiero que ese culito sea mio.

Fue y cerro él taller y me empezó a besar; nunca antes ningun hombre me habia besado tan bien, me pasaba lengua por la boca y ponía su manos en mi trasero ,y me decía «qué hermoso orto tienes, pendejo, mira como me tienes» ,y me agarra una mano y me lleva acariciarle el paquete.

Yo estaba temblando y él me calmaba «tranquilo, bebé, hoy te voy hacer mi hembrita, ¿si ?». Yo todo excitado decía que sí, entonces se sacó el uniforme de mecánico y se lo deja por la rodilla, se baja el calzoncillo y pude ver una pija enorme, al menos para mi era enorme, calculo que tendría 22 cm, era gorda y cabezona, entonces me obliga a arrodillarme y chupársela.



R- dale putito, chúpamela bien, trágatela toda bb.

Yo no sabia chupar y él me dijo «dale como si fuera que chupas un chupetin, dale putito, sácale la leche a macho, ordéñala bien, gózala putito, sos mi hembra ahora, no te vas a escapar». Yo se la chupaba y él me decía «sí, así putita mía, toda ,toda dale».

En un momento nos sacamos la ropa y me hace apoyar las manos contra el capote de un auto que estaba por ser pintado y me empieza a chupar el culo «uy papito, qué rico culito tienes pendejo, vas a ser mío yo estaba que explotaba, entonces siento me escupe el culo y me metía un dedo. A mi me dolía y me quejaba, pero a la vez me gustaba ,y el me decía «¿te gusta putita?» y yo entre gemidos le decía que sí.

En un momento veo que va a buscar algo y trae algo, era como aceite de auto y me empieza a untar la cola con eso y me metía dedo abriéndome los cantos y veo que él se pone ese aceite en la enorme pija y me dice «date vuelta que te voy a romper esa colita, te va a doler un poco pero pónete esto entre los dientes» y me da un trapo con aceite negro de auto y me pone en cuanto en el piso.

Y ahí va el pijazo, lentamente, yo me quería salir pero él me agarraba con fuerza y me decía «relájate y muerde el trapo» y primero fue lento y después que estuvo adentro empezó a bombear con más fuerza y me decía que yo era su hembra, «dale aguántatela putito o no querías pija?… aguántatela, si la deseabas desde siempre, o te pensaste que no me di cuenta cuando nos mirabas, tú deseas machos y yo soy un macho que le gustan los wachitos como vos».

Me dolía, pero a la vez yo sentía dolor y placer, él me mordía la oreja y eso me hacia levantar mas la colita, hasta ese momento inexplorada, hasta que siento un liquido caliente dentro de mi; fue cuando me relajé pero me ardía la colita y me daban muchas ganas de cagar.

Él me dice «ahí tenes él baño» voy y me siento en él inodoro y veo que me sale el semen mezclado con sangre y me dolía mucho la cola pero lo que me había hecho Roberto me gustó, entonces mientras yo estoy en él inodoro entra Roberto me mira sonrie y se empieza a lavar la pija en la pileta del baño yo se la observo y me pregunta «si vos querés, esta va a ser siempre tuya, pero quiero que ese culito sea mío. Mira, que quede entre nosotros dos, yo soy un hombre casado, tengo dos hijos ya grandes pero me encantan los pendejos como vos que aparte de tener un buen culo tenes unos ojitos verdes hermosos y la aprendiste a chupar y ya sos un experto en Peteologia (sexo oral)».

Ya estaba empezando a conocer a Don Roberto, era un tipo de buen humor, muy morboso cuando cojia salvajemente. Ese día nos charlamos, me invitó una cerveza y hablamos un montón y coordinamos para otro día.

Esa tarde Roberto sale afuera a ver si había alguien y me voy casi sin poder caminar renguendo, pero re feliz a casa, les comento que una vez por semana tenía buen sexo con Roberto quien me enseñó de todo. Podría decir que como que me enamoré o algo así.

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