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Éramos dos, y se sumó un desconocido

Confieso que me gustan mayores, soy militar y por motivos de mi trabajo llegué trasladado a Palmira Valle del Cauca. Ya estando ahí decidí mirar una app para ir haciendo amistades, cosa que entre varios con los que hablé me llamó mucho la atención uno e intercambiamos números e iniciamos conversación, hasta hablar un poco de los gustos, fantasías e ir subiendo de tono la conversación… Yo le dije que me gustaba mucho usar Hilos ya que me prenden, me arrecha demasiado, además de que me hacen sentir Perra y que mi fantasía era hacer un trío, a lo que me dice «waaaooo que rico quitarte esos Hilos y darte besitos por todo tu cuerpo y ver como disfrutas de otro macho mientras yo te penetro»… de solo contarles ya estoy ecxitadisimo.

Bueno el caso es que un día decidimos vernos, conocernos e ir y tomar algo, además de ver qué se podía dar. Nos encontramos, subí a su carro y ya era tanta la confianza que sentíamos que el saludo fue un rico y apasionado beso; él me pregunta «qué quieres hacer», le digo «no sé, vamos a tomar alguito pero no conozco nada de aquí, soy nuevo». Él me dijo que conocía un sitio donde podíamos estar bien y nos fuimos.

Al llegar veo que es como un videobar reservado, entramos, yo me adelanté un poco, mientras el pide y cancela, y veo que habla con alguien, ingresamos a un cuarto semi oscuro donde hablamos de todo un poco e iniciamos con los besos y caricias. Yo estaba super ecxitado, ese tipo me quería comer a besos, cuando mete su mano entre mi sudadera, toca y hala los Hilos qué yo ye llevaba puestos de hecho me agarró la nalga duro y mordió mi Labio.

Luego de ello nos desvestimos, él se acuesta y yo bajo besando su pecho mientras lo más turbo, llego a su pene y me lo meto a la boca e inició a hacerle un súper oral, de esos que sé hacer y que solo hago yo, mientras él solo gemía de placer y me decía «qué rico lo haces bebé». Yo estaba con una rodilla apotada en el sofá y la otra pierna en el piso con mi culo parado cuando de repente veo que alguien entró y se hizo al lado de nosotros, pero estaba tan caliente, tan arrecho, que no miré bien quién era, fue solo mi instinto de perra en celo hizo que me girara un poco y parara más el culo para que quedara a disposición de ese alguien desconocido, cosa que él entendió a la primera y de una comenzó a acariciarme la nalga, a abrírmelas mientas se masturbaba, mientas continuaba con la mamada qué yo le daba a mi amigo.

El otro chico me metió un dedo y fue solo entonces cuando giré mi rostro, lo miré y me mordí los labios, así estubo por un ratito hasta que me paré y me acosté boca arriba para lo cual mi amigo me empieza a penetrar en pollo asado y nuestro nuevo amigo pone su pene en mi cara y posición en la que se la empiezo a mamar…

Se sentía delicioso el tener una rica polla dentro de ti y otra en tu boca, que doble emoción la que sentía, estar con dos hombres, uff no tiene precio. Lo malo fue que mi amigo salió flojito ya que se vino muy rápido, entonces continúe la faena con mi nuevo amigo quien me la sacó de la boca y me dio un rico beso, me dijo «qué rico que estás, desde que entraste me gustaste y no quiero desaprovechare… Anda ponte así, en 4».

Así lo hice, muy obediente, me echó saliba, me dio un besito negro delicioso por varios minutos y me la metió de un golpe… Era si verga más grande y gruesa qué la de mi amigo, qué diferencia, grande y rica. Ante tal trozo en mi culo, yo solo mordí mi camisa y disfruté a lo grande de semejante hombre. Después de un rato me dijo que se iba a venir, me la sacó, se quitó el condón y se vino en mi boca; fue tan rico sentir su semen, y disfrutarlo… Terminé yo también, nos paramos, nos vestimos, él me dio su número y bueno lo demás ya será contado en otro relato…

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