Un relato original de @PanitasVzla
Estuve residenciado fuera de mi casa como 3 meses. Supuestamente para evitar la viajadera a diario, menos peligro, menos riesgo de un accidente o cosas así. Hice una medio mudanza para estar cómodo.
Vivía en una casa con dos chavos que se volvieron como mis hermanos, jamás un roce, menos una falta de respeto y hasta el sol de hoy nos tratamos y respetamos de la misma manera.
Lo que si puedo decir es que esos dos son unos perros, que cogieron como ustedes no tienen idea en esa casa, recuerdo una vez llegue y a pleno mediodía el dueño de la casa estaba cogiendo a una guara. Acabó, salieron y estaba yo almorzando para regresarme a la universidad. Él me la presentó como su novia y me guió el ojo y ella me dijo «si, soy su esposa» y yo por dentro «si está bien pues».
A los 3 días el dueño de la casa se fue a casa de su mamá, regresaba al siguiente día, llegó a la casa y consigo la tipa en el cuarto desnuda tapada por una sabana, pero en el cuarto donde yo dormía resulta que el otro tipo que compartía cuarto conmigo acababa de cogerla también.
Yo le dije a la chava «verga, ya te volviste a casar» y ella me miró y me dijo «es que con el otro yo no tenía nada» así como justificándose. Lo cierto fue que en menos de 4 días se los había tirado a los 2, conmigo no se dio porque a mí lo que me gusta es la verga, un culo de hombre, una barba, unos labios gruesos, unas manos ordinarias, un olorsito a bolas sudadas.
Esos perros no me daban chance a mí de hacer nada, me aceptaban a mí como era pero estaban pendientes, no me dejaban que llevara a nadie para allá.
A mí me llamaba la atención el vecino, hijo de una doctora ya era mayorcito pero actuaba como un chavito, todo se lo daba la mamá, ropas caras, lujos, vivía con la mujer en casa de su mamá y no trabajaba ni nada.
El tipo era guapo, acuerpado y según las malas lenguas consumía drogas, cosa que a mí me daba igual. Una vez el dueño de la casa estaba de cumpleaños y decidió invitar a gente de la universidad a la casa, ese día mi compañero de cuarto viajó a su casa no recuerdo a qué, lo cierto es que se fue.
Se nos llenó la casa de gente, bailaron, bebieron de más, yo de pendejo bebía poco como siempre, estaba era pendiente no nos fueran a hacer un desastre ahí o llevarse cosas de la casa.
Me senté afuera en la banqueta y vi venir al vecino, me levanté, él me saludó y le dije, que si quería entrar, y me dijo «no, vale… ya he bebido mucho», «de puta» le digo, «no quieres beber más, o te está esperando tu esposa para joderte».
— ¡Estás loco, qué me va a estar jodiendo si esa ni duerme ya conmigo
— y eso?
— pedos chamo, pedos…
Le dije que me espere un momento, entro a la casa y no consigo a mi amigo el dueño. Pregunto a los que quedaban ahí y me dicen que él se encerró con una vieja en el cuarto, esperé como una hora afuera hablando con el vecino, los demás iban saliendo poco a poco a sus casas, yo entro de nuevo y nada, medio abro la puerta y estaban desnudos dormidos.
Aproveché y le vi esa verga peludita muy dormida, morenita la tenía ese perro y madres bolas, me provocaba era entrar y mamárselo, pero ese si me iba a golpear.
Salí y despache a 3 borrachos que quedaban, y le dije al vecino, «bueno papá ya a dormir, aquí me quedó una reguera» y me dijo, «espera yo hace dos horas venia derechito a mi casa a dormir y no dejaste irme entreteniéndome aquí, ahora no tengo sueño y tú te vas a dormir? No se vale, usted va a amanecer conmigo aquí ok?»
Eran como las 3am , le dije «pero entra, puedo amanecer pero no aquí afuera (estábamos en la banqueta, plena madrugada, hacia frío, mucho silencio y soledad).
Él entró a la casa y le di una cerveza fría, nos sentamos en la parte de atrás, uno cerca del otro, hablábamos, nos reíamos y yo le rozaba la pierna, no se los voy a negar ya el morbo me tenia picado.
Verle esa verga a mi pana me puso mal, él se dejaba tocar la pierna y me miraba a los ojos, me arriesgué y me lancé, le apreté el bulto, recuerdo cargaba un short marrón de esas de tela casual, una camiseta deportiva blanca y unos Nike negros.
Ese perro no me quitó la mano, más bien se acomodo en la silla y se puso las manos detrás de la cabeza tipo relax. Le moví ese bulto asó por encima y decidí sacárselo, abrí su cierre solté su botón y se dejo ver un interior azul apretadito, que marcaba ese guebo grueso hacia un lado… de una vez me pegue a mamárselo de la forma más perra, quería destacarme, quería gozármelo, saborearlo lo más que pudiera.
Le dije, vamos al cuarto no vaya ser que se asomen por la pared y nos vean o este wey se levante. En ese momento que nos vamos al cuarto, oigo un ruido, me asomo por la ventana y era mi amigo desnudo despachando a la vieja, le vi esa verga de nuevo ahora de pie, se me erizaba el cuerpo; en eso volteo y tengo al vecino con la bermuda más abajo de la rodilla, masajeándose esa verga acostado en mi camita individual.
Me acerco y a mamar de nuevo, saben, duré como una hora chupeteándome esa verga, lo escupía, lo lamia, lo olía, me lo restregaba por la cara, le mame esas bolas y con mi lengua llegue muy cerca de su culo, el no me dejo mamárselo , normal en tipos así, pero si se volvía loco cuando mi lengua húmeda pasaba por sus verijas, eso estaba era impecable y si se retorcía de placer yo me afincaba mas a lamerle.
Me puso de rodillas, mi cuerpo quedo el pecho en la cama , las rodillas en el piso, me abrió las piernas, quedo mi culo expuesto, limpio, depilado total, comenzó a mamarlo de lo mas divino ayudándose con un dedo que ya sentía como entraba y salía, el tenia malicia de pana , me acostó en posición fetal todo doblado y ya no era 1 ni 2 eran 3 dedos con los que me estaba perforando el culo, me daba sin compasión, me cogía demasiado fuerte con los dedos como si quisiera enterrarme su mano toda hasta el codo.
Me dolía de pana pero aguantaba solo mirándole desde donde estaba ese guebo que la babita le goteaba como no tienen idea. Decidí sentarme encima de frente a el e irme enterrando ese madre guebo poco a poco, dios ese frio que me da, eso que hace que el cuerpo se me erice, sentir como las paredes internas de mi culo hacen contacto con esa cabeza de guebo y como ese tronco se va deslizando hasta sentir esas bolas chocar con mis nalgas, es algo único, una vez que lo sentí completo comencé a menearme a mi ritmo, adaptando a mi cuerpo, dejándome llevar por completo.
Me puso en 4 en la cama y aquello era guebo parejo demasiado, el sudaba y su rostro estaba completamente transformado, lo estaba disfrutando, me estaba explotando sabroso, yo me tocaba con los dedos para sentir como entraba y salía ayudándome con mi saliva aparte de la que el escupía, y me restregaba la mano por la cara, que ese olor a sexo quedaba impregnado en mi.
Él se sentó en la cama, me senté sobre el y mas guebo, se escupía la mano, me lubricaba para que entrara más suave, mi pecho parecía que se me iba a reventar, le apretaba las piernas, me sentía tan rellenito, apretadito, veo por la ventana y ya se veía amanecer, se oían los pajaritos, los gallos jaja.
Me acostó boca arriba, me lanzo las piernas para atrás quedando mi ano ya explotado muy brotado y carnoso hacia él, se acerco me paso la lengua lo chupo así como estaba, y lo escupió para luego enterrarme de a golpe ese machete, yo dije si me mato este coñoemadre, pero aguante mi vaina, ese carajo tenía que haberse metido algo porque era demasiado guebo y ni señas de acabar ya a mi me ardía el culo.
Me bajó las piernas y siguió cogiendome suave, rico, demasiado rico. Quedó acostado, me senté sobre él y así estuve moviéndome sabroso hasta que por fin me agarro por las caderas y aceleró el ritmo frenando de repente y suspirando fuerte como un machote que era, se estaba descargando en leche delante de mi.
Quedamos molidos, él mira por la ventana y me dice, «verga si ya es de día», y le digo «son las 6 y 40 es solo que está amaneciendo antes», y me dice ok…. ábreme pa irme a la casa», y le dije «ya va que no quiero que este chamo se dé cuenta».
Salimos en silencio, medio abrí la puerta, entré, me di un baño y el pajazo del siglo ustedes saben y a dormir, como a las 7 me despierta el wey de la casa y me dice «párate que tenemos que ir a la universidad», yo le dije «¿a la universidad? tú tas loco, yo no he dormido nada» y me dijo «y qué vas a dormir con la harta de verga que te dio el hijo de la doctora».
Ahí si me desperté, le dije no seas pendejo y él se reía jodiendome y le dije «¿y tú?, Aféitate esa verga cochino» Como por esos 3 meses que estuve allá el vecino me reventó 3 veces y dos veces más solo pude mamárselo. Jamás olvidare esos días residenciado fuera de casa.
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