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Los fontaneros en mi casa

Llaman a la puerta y veo un chico marroquí de unos 38 a 40a llevaba la caja de herramientas, de tras de él iba un chico mulato más joven de 23 años o así, él llevaba una caja más grande. Los llevo a la cocina, les explico que vino el técnico y me dio su tarjeta y los llamé.

Por cumplir el reto

Mientras aquello seguía, Chris entró en la habitación y se echó a reír y dejó las bebidas en la mesa junto a la cama. «No podías esperar para empezar sin mí, verdad James?»

Mi tío sádico

Mi tío se llama Antonio, tiene 43 años. Tiene un cuerpo rico, pelón, con barba algo espesa y vellos en el pecho. Nada panzón. Aquella vez me fue inevitable verle el guebo, era gigante.

Apoyando a los inmigrantes

Cerca de mi casa hay un parque y ahí se han quedado muchas de estas personas casi a vivir; hay entre ellos una pareja de hermanos hondureños, ellos son Jonas de 17 y Homero de 15, viajan solos.

Me ganaron las ganas de follarme a mi papá

El morbo me ganó y sin querer ya estaba tocándolo mientras mi mente me decían que no pero mis manos que sí y es que su olor a macho,  a sudor, a borracho, todo me volvía loco y olvidándome de mi mente empecé a chuparle el culo
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Asistiendo a mi roomie lesionado

Mi compañero de piso, Cristóbal, había tenido un accidente con la moto y le habían tenido que ingresar debido a las contusiones que se llevó. Por suerte las más graves eran sólo dos fracturas. El principal problema era que las dos escayolas le inutilizaban ambas manos por lo que pasó a ser totalmente dependiente, apenas podía comer solo al principio.

Dejó sus dedos marcados en mis nalgas

Apenas llegué a donde el estaba, acercó sus labios a mi oído y me dijo jadeante «te voy a cojer, sé que te gusto, me encantas y hoy serás todo mío». Él sabía que me moría por ser suyo, que solo deseaba su potencia sobre mí.

El amigo casado de mi novio

Nos quedamos viendo y por primera vez con un hombre me puse nervioso, me sentí muy nervioso al tener a Nacho sobre mi sujetándome con fuerza mis brazos; nos quedamos viendo, en silencio, contemplándonos el uno al otro, entonces trate de zafarme.

En la cárcel se paga en especie

Sabía que no era algo ético menos algo que yo acostumbrara a hacer pero en serio el hecho de estar todo el tiempo tratando con gente formal y los años trabajando como abogado me hacían que fantaseara con hacerlo en una celda de la prisión, además a Ricardo lo deseaba desde hace tanto tiempo más ahora que estaba más bueno que nunca

Con olor a v3rga

Me era familiar ese olor, yo mismo lo había sentido muchas veces en mi persona, al terminar una larga jornada de trabajo, sudado, en mi jugo, y a punto de meterme a bañar.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.