... ...

Mi mejor amigo

Empezamos a coger tan rico que se vino casi enseguida, pero siguió con el mete y saca revolviéndome la leche ahí dentro del culo, hasta que me dijo que estaba agotado.

Soy doctor de mi primo lejano

Lo limpié y le puse aceite, inicie el procedimiento, él empezó a gemir, y de repente eyaculó. Me quedé mudo, él sólo respondió: «primo qué masajes tan ricos haces». Estaba realmente confundido porque a pesar de la tensión sexual, yo no había hecho nada que no fuera profesional.

Venganza con mi suegro

Ya sentía el ambiente, caliente, y mi sangre bombeaba por solo hecho de hablar del cuerpo, trataba de no mirarlo mucho, y levante mis piernas para ocultar una erección.

En el convento

Comenzamos a quitarnos la ropa, entre besos, mordidas y caricias. Me acostó y se subió hasta mi pecho, y me puso en la cara su verga que le medía fácil 19 cm y era muy gruesa, recta.

La luna de miel

Mi ahora nuevo primo notó que yo le miraba esa tremenda erección y solo se sonrojó y me dijo «es que quería acción, pero Samantha está como muerta».

Mau, el buenote del grupo de teatro

«Wow… pero qué tenemos aquí, mira nada más; el pequeño netito tiene un problemita, pero aquí está tu Mauri para ayudarte…» y tomándome totalmente por sorpresa me empezó a bajar el pantalón y los bóxer dejando al aire mi verga que estaba más erecta que nunca.

Me acosté con quien fue mi hijastro

Para mi sorpresa Julián estaba bien pacheco y además mi sorpresa fue que lo encontré desnudo y con la verga bien parada que resaltaba todas sus venas, supongo que como efecto de la hierba.

Álvaro, el taxista

«Pues nunca lo he hecho, pero yo creo que es pequeñita, cuando veo porno siempre los tipos tienen vergas muy grandotas, y más si son negros»

El chacal de la colonia

Le quise hacer un oral pero me dijo que no, que ya no aguantaba tanto placer. A lo que yo le respondí que su hermano duraba más…

Borracho aflojó mi amigo

Sin embargo todo eso me daba confianza de siempre acercarme mucho a él y ofrecerle un masaje y siempre accedía por lo cansado que terminaba; al principio solo se dejaba mientras él se mantuviera sentado, entonces solo le sobaba su espalda, su pecho y de vez en cuando sus piernas.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.