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Cruising at gym

Yo comienzo a descargar el agua acumulada cuando de pronto siento una mirada. ¡Si! Al otro lado estaba el chavo haciéndose un poco para atrás. En eso volteo, mis nervios a punta, y él voltea a verme y ya se me había parado. Volteo a verlo nuevamente y se hace un poco más para atrás, permitiéndome ver cómo se la está jalando.

Dejó sus dedos marcados en mis nalgas

Apenas llegué a donde el estaba, acercó sus labios a mi oído y me dijo jadeante «te voy a cojer, sé que te gusto, me encantas y hoy serás todo mío». Él sabía que me moría por ser suyo, que solo deseaba su potencia sobre mí.

Mi primer cruising

Mientras más me introducía por el cerro más eran los hombres que estaba siendo follados o mamando algún pija.

Recogiendo desamparados

Obvio me asusté, pero la verdad es que si hay algo de lo que disfruto, no es tanto en el tamaño de la verga, si no en lo tiesa que pueda ponerse y ese chico estaba durísimo por lo que me prendió cañón.

En un bar de Buenos Aires

El simple hecho de imaginármelo adentro de la cocina solo con el mozo y ahora verlo enfrente de mi sin camisa, con el pecho grande y sus brazos como troncos, expuestos a mis ojos bajo la escasa luz del bar y la avenida Corrientes, no pude evitar una erección.

La rica leche de mi alumno

Las cosas se tornaron un poco calientes, mi pene se empezaba a parar, pero en ese instante cuando seguimos besandonos hice algo que cambiaría todo: le agarré el paquete y ufff vaya que tenía algo, comence a marturbarlo por debajo del pantalon de la escuela (pantalon formal), cuando de repente sonó mi teléfono y erompió el momento.

El profe universitario

En fin que de un momento a otro ya estábamos sobre su cama. Yo estaba tan caliente que no hubo juego previo, sino que por el contrario de inmediato me fui a quitarle el pantalón para devorar su verga. Cuando la tuve en mis manos pude darme cuenta lo rico que olía, a un poco de sudor sí, pero también a ese olor de macho.

En el cine fui el centro de atención

En ese instante de placer abrí los ojos, me percaté que varios sujetos de los que caminaban por la sala se habían acercado, nos observaban, algunos masturbándose.

Haciendo lo inimaginable

Se acostó en el asiento nuevamente y se bajó más el jeans hasta por debajo de las rodillas; me presionaba con su mano para que se lo chuleara todo..

Dándole placer a todos

En medio del camión había un potro de estos de hacer gimnasia, y todo al rededor pijones enormes apuntando hacia el centro del camión, me agarró el camionero y me tumbó sobre el potro, dejando mi culo al placer de todos.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.