Un buen día sucedió lo que venia deseando por mucho tiempo. Mi padre se llama Miguel, él es un hombre muy varonil de complexión normal con algo de barriguita, no cuerpo Gym, de 63años para ese entonces,

yo me llamo igual que él y tengo 23 años Algo atlético, con una terrible curiosidad por los hombres mayores… siempre que mi padre se emborrachaba yo sé la chupaba mientras dormía, ya que cuando se emborrachaba mi madre no lo dejaba dormir en su habitación…

Recuerdo fue un día miércoles, estábamos mi padre y yo solos en casa, Ese día tan especial inicio en el momento que mi padre me pide le revise el teléfono celular que estaba algo lento, el vestía un short algo holgado, su torso desnudo y yo aún en pijamas…

Comencé a revisar su teléfono celular para ver cuál era el fallo, y me encuentro un vídeo porno donde una mujer joven se la estaba chupándosela a un hombre mayor, yo muy afanado y con algo de ironía le digo a mi padre: ya veo que tiene tu teléfono y le muestro el vídeo.

A lo que me dice: si eso me pone caliente… Lo miro con curiosidad y le pregunto: y aún se te levanta?
Él como con orgullo me responde: pero por su puesto que si, todavía le doy guerra a tu madre. Yo muy curioso le digo pero no parece.

Él como por mantener su orgullo me dice: quieres ver? Me puse algo nervioso y con los labios secos, en medio de la impresión de su oferta no podía dejarlo pasar por alto, está era mi oportunidad… Me tranquilice un poco y le seguí el juego.

Le dije l: vas a quedar en pena sino se te levanta y me río un poco. Él se siente retado y se baja el short dejándo libre un hermoso pedazo de carne de unos 17cm que aunque un poco flacido se veía exquisito,

Me pide que lo toque y al hacerlo sentí como una corriente recorriendo todo mi cuerpo exitandome también, no podía creer que tuviese en mis manos el pene de mi padre, comienzo hacerle ligeros movimientos de va y ven su pene se puso a tope, era una hermosura, ya mi padre estaba en pleno éxtasis, se recostó a la cama dejándome libre el paso.

Sin titubear me fui directo a chupársela y fue ahí donde sentimos espasmos de exitacion, mi padre me dejaba comerle el pene y yo me lo tragaba sin ver el fin, lo metía todo hasta mi garganta y mi padre envestia y me tomaba de la cabeza para que no quedará nada afuera, en ese momento me sentía en la gloria, chupar el pene de mi padre y aún con su consentimiento, era lo que anhelaba.

De repente sentí que algo rosaba mi culito, mi padre buscaba mi hoyito con su dedo, deje libre mi hoyito y senti húmedo, mi padre se hunedeció el dedo y me lo comenzó a meter, eso fue un detonante de pasión para mí, mientras metía y sacaba su dedo de mi culito yo me tragaba todo su pene y lamía sus bolas como si no hubiese mañana, mi padre se retorcía y genia diciéndome, creíste que no me daba cuenta cuando me la chupaba mientras dormía borracho?

Uh… Ya tienes lo que querías. Y se ve que lo disfrutas tanto o más que yo, me la chupas rico papito y tienes un culito delicioso. Quiero metértelo y hacerte gemir como una toda una putita, quieres ser la putita de papi?

Entre gemidos placenteros movía mi culito y pedía más, mi padre no aguanto más y soltó un grito de placer llenado mi garganta de leche caliente y espesa la cual trague mientras limpiaba todo su tronco con mi lengua, mi padre quedó exhausto y yo muy complacido y con ganas de repetirlo. Desde ese entonces somos amantes y la súper cogida que me dió se las cuento luego.

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