Mis dos tíos Todo comienza una tarde de verano cuando decidimos ir al río con mi familia. Yo tenía 13 años en ese entonces. Como siempre fuimos los papás, yo y mis dos hermanos mayores, mis tíos con sus esposas y mis primos.
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Mis tíos son señores maduros, uno con 50 años, Ricardo el hermano de mi papá, de cuerpo llenito, sin llegar a ser gordo, con poca panza y con mucho Vello. El segundo Raul de unos 55 años esposo de la hermana de mi papá, los dos de unos 1.75 de altura, de mismo cuerpo un poco más blanco quizás, pero con barba cerrada y panza chelera.
El día transcurría tranquilo, los primos jugábamos en el río, las mujeres chismoseando como siempre, y los señores en el río y bebiendo.
Lo bueno comienza cuando las mujeres dicen que tenían que ir a comprar a pueblo cosas para la comida, entonces mi papá dijo que él las llevaba, ya que aprovechaba para comprar más cervezas; mis hermanos y algunos primos se fueron ellos, por lo que se quedaron mis dos tíos, yo y otros dos primos.
Mis primos se pusieron a jugar entre ellos en lo más profundo, yo en ese entonces no sabía nadar por lo que sólo los veía desde la orilla, mis tíos claro ya estaban algo borrachos, por lo que de vez en vez se metían a lo profundo a orinar, todos los primos estábamos con traje de baño de lycra.
Uno de mis tíos llevaba también traje de baño de truza de licra y el otro short de baño. Mi tío Raúl quien traía el traje de baño de trusa se fue metiendo a lo hondo para orinar cuando me vio, preguntando que porque no jugaba con mis primos, le dije que no sabía nadar, y me dijo que si quería él me ayudaba a meterse a lo hondo, le dije que no, que tenía miedo, me dijo que no pasaba nada, me tomó de la cintura y me cargo frente a él a lo que yo me abracé a sus cintura con mis piernas.
El fue poco a poco metiéndose a lo hondo, a lo que yo me abrazaba más fuerte a su cuerpo, entonces mi tío me dijo que no lo apretara tan fuerte que tenía ganas de orinar, me solté un poco y eso me hizo bajar de su cintura hasta su cadera, fue cuando sentí su bulto justo debajo de mis nalgas, en ese momento no puse mucha atención ya que sentía mucho miedo, pero cada vez sentía más ese bulto, fue cuando entonces le dije, tío se te paro tu verga.
Él sin ninguna pena me dijo, si es que tengo ganas de orinar y contigo arriba pues se me paro, no dije nada más y cuando llegamos a lo hondo, sentí como mi tío comenzaba a nadar, él me dijo que no me moviera mucho, lo que hice fue apretarme un poco más a él.
Entonces me tomo y me separó, pero me dijo que me iba a poner viendo hacia al frente porque así no podía nadar, entonces me abrazó por detrás y así pude sentir mejor su bulto entre mis nalgas, sentía como nadaba pero a la vez me rosaba su bulto entre mis nalgas, nose si fue el miedo o nose, pero el río y la corriente nos estaba alejando más.
No era mucha la corriente pero si nos movía, y eso hizo que mi traje se bajara un poco así como el de mi tío, haciendo que su pene parado ya al cien se le saliera y rozara directamente a mis nalgas.
No dije nada y mi tío solo atinó a decir “ahorita te subo el calzón”. Yo sentía como su pene rozaba entre mis nalgas una y otra vez, mi tío solo me dice “ya mero llegamos”, pero yo veía que seguíamos en el mismo lugar.
Mi tío Ricardo grito que paso?? Y mi tío Raúl “le enseñó a nadar al sobrino”. Diciéndome tranquilo no pasa nada, de pronto sentía que mi tío ya no nadaba, estaba parado en la arena pero aún me tenía cargando.
Mis primos me dijeron ven primo a jugar, mi tío me dijo “espera aún está hondo”, pero sentía como me abrazaba más hacia él haciendo que su pene se apretara entre mis nalgas
Me dijo “¿te gusta?” Le dije que sí y comenzó a hacer como si me estuviera cogiendo. Le dije que eso estaba mal, el solo dijo que no y que se sentía rico y me volvió a preguntar si me gustaba. Le dije que si de nuevo.
Entonces sentí de pronto líquido caliente entre mis nalgas me dijo que estaba orinando que no me moviera yo hice por abrir un poco la a piernas haciendo así que su pene quedara entre mis piernas y al sentir eso las cerré y mi tío solo gimió un poco, y comenzó el vaivén como si cogiendome estuviera.
No tardó mucho en decirme de manera muy eufórica «no te muevas, no te muevas…» Y sentí su semen caliente saliendo a chorros, solo pregunte qué era eso. El me dijo que leche que ya después lo sabría… Me subió el traje y me dijo ve a jugar.