🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

El hecho que pasaré a contar sucedió alrededor del mes de marzo del 2020, cuando apenas si nos permitían circular por la pandemia.

Estuve un tiempo hablando con un tipo más tratando de evadir las insistentes propuestas sexuales de un contacto, porque no era mi tipo. Yo le dije que yo soy rol pasivo, ya por percepción me imaginaba era también el mismo rol. Una vez llegó incluso a ofrecerme dinero para que tuviéramos sexo pero ante esta revelación cambio su metodología. No me gusta ser chocante y prefiero educadamente encontrar las evasivas para evitar algunas propuestas pero este hombre no se daba por enterado. 

Un día me propone si yo a cambio de dinero aceptaría tener sexo con otro hombre delante suyo para que él se estimulará mirando y no tuviera que recurrir a videos. No sé en qué momento me habrá pillado que le respondí «si consigues un buen activo que esté agradable me animo hacerlo»; no se hable más me dijo, ya me pongo en búsqueda.

Al día siguiente me escribe nuevamente alrededor de las 11 confirmándome que tenia el candidato y había quedado de acuerdo para ese mismo día a las 15 horas realizar el encuentro. “Diablos en que me metí” pensé, pero ya lo dije y no suelo hecharme atrás de mis palabras. Le pedí alguna foto de la otra persona y me paso una donde podía apreciar un cuerpo normal y bastante agradable. Me pasó la dirección y quedamos de acuerdo.

Llegué al lugar indicado y previo mensaje salió a recibirme Jose, me indicó que el lugar era un departamento no amueblado que el usaba para sus encuentros y que esperaba que ese no sea un problema. Entramos al cuarto y lo vi parado en el medio del mismo al muchacho de la foto que se me presentó como Chicho, aproximadamente 1.68 de estatura, 29 años, delgado, moreno, facciones agradables…ya me entusiasme. 

Jose por su parte rondaría los 60 años con un prominente abdomen propio de las personas más bien gorditas. Me comentó que Chicho era casado y de vez en cuando requería de sus servicios para pasar muy buenos momentos, a lo cual agregó “no te imaginas lo bien que viene”.

Acondicionamos el piso con algunas colchas y Jose comenzó una charla orientando hacia lo que deseaba ver…

Jose:creo que seria bueno Chicho si finalmente te animas a experimentar eso que tanto te cuesta decidirte

Chicho: vos dices Jose? No sé no creo aún estar preparado

Yo mientras me iba sacando la ropa me imaginaba hacia donde se dirigía la charla. Terminó chicho de sacarse el boxer y quedó parado en frente a nosotros completamente desnudo y pude apreciar su cuerpo tonificado de trabajador de la construcción, su piel morena y un morcillon semi dormido colgando entre sus piernas. “diaaablos esto va doler” pensé y me limite a preguntar de qué estaban hablando.

Jose: Chicho tiene la fantasía de experimentar como pasivo pero no se anima conmigo porque la tengo muy gruesa.

Recién entonces mire entrepierna de Jose y pude observar que si bien tenia un miembro muy corto su diámetro se iba al carajo, diablos!!! Que cosa gruesa, no recuerdo haber visto algo similar hasta hoy en día. Por su parte, Chicho calzaba una buena pija encima como un botón la cabeza

Y ahi dijo Jose «dale chicho anímate a probar por primera vez»….

Chicho: vos dices? No me animo…

“Esta es la mia” dije y me le fui a las nalgas de chicho. No dijo nada cuando me pare atrás de el y le apoye mi pija en la cintura, yo mido 1.84 cm de altura, y seguía Chicho con q no, que le iba a doler que tenia miedo….»mira lo q tiene me va matar» decía comparado con lo que él tiene. Yo seguí tocando su nalgas, rondando su ano con la punta de mi dedo, se le fue parando la pija y más me sorprendía lo que veía.

Me arrodillé y le empecé a lamer las nalgas. Las abrí y metí lengua había un saborcito rancio pero igual ya estaba caliente yo, así que lamí bien y se fue el sabor

Él, un poco que estiro la cola muy a gusto con lo que le hacia y seguía con «no se tengo miedo» y Jose «dale déjate llevar, el sabe como hacértelo»

Medio en cuclillas me levante y le pase por la raja mi pija. Él se dio vuelta y me miro con cara de susto pero sonriente

Chicho: Bueno pero si me duele paras, me dijo. “Si si si lo que quieras” dije yo.  Se volvió a darme la espalda y le apoyé la cabecita en donde ya había metido la yema de los dedos. Presioné pero estaba seco, entonces me alcanzó el lubricante Jose. 

Mojé un dedo le pase por la raya. Moje otra vez y abrí con una mano la nalga y puse en el ano y presioné y entró medio dedo. Chicho suspiro y dijo “despacio”. 

Volví a mojar y presione ya dos dedos entraron bien, así q me acomode y presione con la pija

Lo empuje de la nuca como para que se agachara un poco y sacara más las preciosas nalgas y entró la cabecita de mi pija. La forma de mi pija es muy apropiada para estas situaciones, suelo llamarla como “cabeza de víbora”.

Lo agarré por la cintura para que no se me escape y mantuve firme Cuando aflojó un poco los músculos del ano, saqué e hice resbalar de nuevo la cabecita una y otra vez. Entre más resbalaba más presionaba y cada vez más entraba

No decía nada Chicho, estaba durito del cuerpo y le dije “relájate”. Cuando ya estaba todo dentro le dije “tócate atrás” y al mover la mano y palpó que la tenia todo adentro y dijo “no mames, me la metiste toda”.

“Te duele” le pregunté y me dijo que casi no dijo. 

Yo me lo suponía porque a mi experiencia me parecía que no estaría siendo esta su primera vez, pero elegí jugar su fantasía.

“Ponete de 4” le dije y me salí de él. Se puso en el piso de perrito y ya de 4 vine por detrás me puse más lubricante ahora ya en todo el pene hasta la base y medio desde arriba se la comencé a meter….ahí si medio gritó. 

Chicho: Haaaaaa despacio, me dijo. No me detuve hasta meterla toda y como haciendo flexiones de pierna comencé a subir y bajar metiendole y sacando casi entera. Me apoyé sobre su nuca con una mano y asi como domandolo. 

Le seguí dando mientras de la otra mano use unos dedos y le metí en la boca. Estaba apretado dentro pero no en la entrada Chicho solo decía una y otra vez «como me estas culiando hdp». Estaba muy pero muy a gusto cogiendome al morocho que jamás me acordé de José.

Cuando se me cansó la pierna me arrodillé detrás de él sin sacarle la pija y lo comencé a pajear. Estaba que reventaba su pija. 

Me salí un segundo y miré como estaba abierto. Ahí lo escupi y volví a meterme completo. En realidad me salí para evitar acabar porque ya quería explotar

Chicho: Que hora me toca cogerte, me dijo. “Ya en un momento más disfruta esta que es tu primera” vez le dijeChicho: Me está empezando a molestar, me dijo

“Listo” pensé. Baje el ritmo para sentir más en la pija y cuando me venía la lechada le mande a fondo y se la largue bien al fondo.

Quedé unos minutos ahí y lo miré a José que estaba tendido en el piso, sin pantalones y vi que ya había acabado hacia rato tocandose. Tenía semen en la mano con la que sujetaba su pija.

“Date vuelta y acuéstate” le dije a chicho. Se acostó boca arriba, yo me lubriqué bien el ano y en cuclillas me fui sentando en su poronga. Me costó la vida hacer pasar la cabeza…tremenda es

Una vez que entró ya no la quise sacar más así que subía hasta el tope y antes que salga me bajaba. En eso él me sujeto las nalgas y comenzó a bombear más fuerte, más fuerte, más fuerte y gimió con fuerza, 

Ya de la paja q le hice lo había dejado al límite y me llenó las tripas de su leche mientras sentía como se hinchaba su pedazo con cada latigazo de eyaculada.

“Ya, tranquilo” trataba de controlar su respiración y yo seguí pajeandome porque se me puso dura nuevamente con su bombeo. Me tiré hacia atrás. 

Aún con su pijota dentro simbre mi espalda y el apoyó su mano sobre mi pubis y entre gémidos lancé otra lechada hacia su pecho y justo antes que acabase él se movió lentamente dentro mio algo que aumento más mi estimulacion por lo que esta acabada salió con más fuerza…y quedé rendido sobre él. Lo mire, me sonreía y miraba con cierta picardia.

Nos levantamos chapamos brevemente parados en medio la habitación desnudos, limpiamos y vestimos.

José nos aplaudió y dijo “mejor que lo que tenia en mente”. Nos dio el dinero a ambos y al estar en la vereda, ya por subirnos a nuestras respectivas motos, me habla Chicho y me dice.

Chicho: Me darías tu número por si acaso? Y me guiño un ojo…

A las dos semanas me estaba preguntando por mensaje si quería repetir aquello pero a solas.

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