🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Tener amigos es lo mejor que nos puede pasar en la vida sobre todo si eres gay son pocas las personas con las cuales puedes confiar. Mi historia es como la de muchos que tienes a un buen buen amigo a quien le escuchas cada historia como si de una misma película porno estuvieras viendo, solo que en este caso se trata de el quien es el protagonista y tú allí , escuchado y fantaseando de solo poner atención a cada una de sus palabras.

Hoy quiero compartir mi relato: verdadero, autentico y transparente. La historia que vivo siempre con mi amigo Rolando. Nuestra amistad comenzó hace menos de un año pero por circunstancias de la vida hemos coincidido en muchos aspecto. Uno de ellos el compartir nuestras experiencias sexuales que surgen desde las app de internet.

La mascarita amarilla con fondo negro -Grindr- ha Sido ese escenario virtual que nos permite desahogar nuestras más profundas ganas de tener sexo. Rolando, es un tipo de 43 años, va al gym por lo tanto le gusta estar en forma. Vive solo, es apuesto y desenfrenado al momento de sus encuentros carnales.

Un día decidió -por aquello de la confianza – contarme sus historias sexuales. Me dijo que no tenía a quien más decirle y como si se tratara de un confesionario homosexual allí estaba yo disfrutando de cada una de sus palabras con total satisfacción. Una de esas historias tiene que ver con sus encuentros planificados y llevado a cabo gracias al repique del «tap» de la famosa red para hombres gay.

Rolando suele ser muy varonil, extremadamente diría yo cuando no está tomando, porque cuando lo hace se pone un poco «cariñoso». A él le gusta ser totalmente activo según porque dice que «hay que ser muy macho» para dejarse meter el guebo y disfrutar ese dolor al extremo. A Rolando le gusta hablar directo y sin filtros sobre todo cuando de destacar sus atributos personales se trata.

Me ha dicho por ejemplo que tiene la verga bastante grande a lo que según el se lo atribuye al regalo del universo. Cuando mi amigo no iba al gym era algo relleno y muy tradicional en su look, era el típico trabajador de oficina que se veía con sus trajes pero que escondía detrás de ello todo lo que hoy lo ha llevado a ser un hombre sexualmente atractivo.

Me cuenta que si hubiera sabido lo maravilloso de estar «fit»se hubiese comido mucho más tipos en años anteriores. Yo en lo particular he visto sus fotos porque le gusta mostrarme cómo le quedan los boxers. Puedo asegurar que su bulto realmente es muy generoso. Además su cuerpo está tallado para satisfacer muchos deseos y fantasías eróticas.

También me cuenta a veces sus historias y no sé si se imaginará o no que yo me exito o fantaseo. No lo sé. Solo puedo asegurar que muchas veces lubrico de solo pensar como coge cuando esucho sus anécdotas. Rolando es el tipo que le gusta llevar el control como activo, le gusta hablar con determinación con seguridad y seriedad.

A él le encanta ir directo al grano al momento de encontrarse para cojerse a alguien. A él por esas cosas que parecen muy comunes le escriben hombres que están físicamente bien formados cuerpos de gym que están sudando todo el día mientras están construyendo y fortaleciendo el ego de lo corporal y Rolando lo disfruta al máximo.

Un día le escribió un muchacho – que tenía pareja- pero que al intercambiar palabras en la aplicación y mostrarse las fotos quedó maravillado ante ese espectáculo que tiene entre las piernas y el al otro ver su dulce bombom. De inmediato anotaron sus números.

La casa de mi amigo es un espacio bastante cómodo y seguro para lograr entregarse al placer sin ser descubiertos . Ese día «José» llegó a casa de Rolando para dejarse llevar al máximo y sin contemplación .

Rolando me contaba como le gusta un buen pasivo, nalgon, depilado, limpio, con cuerpo cuidado de gym y una apariencia varonil. Ha tenido suerte porque las fotos que me ha mostrado en su celular así lo demuestran, la mayoría de ellos son bastante atractivos y muestran sin pudor en cada imagen sus nalgas abiertas para que mi amigo pueda disfrutar lo que va a disfrutar con su grandiosa verga.

Ese día llegaron a estar de acuerdo que «José» quería recibir bastante pinga y Rolando feliz de complacerlo. Según me cuenta él con total intención de morbo- que me mantiene expectante y un poco exitado- que su disfrute se basa en tener buena compañía para en esas casi dos o tres horas de placer entre hombres lo disfruten al máximo.

Besos, caricias y mucho morbo son los ingredientes perfectos para lograr desenfundar sin contemplación su enorme guebo. A continuación me decía: «amigo tenías que ver cómo le daba palo a ese hombre.

Le decía quieres guebo entonces te voy a destrozar el ese culo, le di la cojida del año amigo. Ese hombre me abría el culito sin pena , sin dolor Solo me decía revientame el culo. Fue tan duro amigo que le rompí su ano» .

Cuando el me iba contaba aquella experiencia yo respiraba hondo e imaginadolos desnudos en esa cama con sábanas blanca, sudorosos , tocando sus cuerpos entregados al deseo. Mi amigo me contaba con la fuerza con que agarraba a su invitado por la cintura.

Mientras lo contaba ponía cara de placer y deseo al extremo, su verga se desplaza por aquel culo redondo y carnoso lleno de lubricante para que pudiera deslizarse sin límites, para que Rolando pudiera drenar sus ganas acumuladas de la jornada y estrés laboral. Porque lo único que le importa en estos momentos es la satisfacción de entregar placer y el reafirmar su virilidad sexual como un buen activo.

A mi amigo le gusta contarme porque se siente escuchado y valorado por su hazaña de dar como el mismo dice «la paliza «a sus invitados yo feliz porque me alimenta el ocio y el morbo y disfruto de recrearlo en mi mente.

Ese día Rolando cuenta que su fuerza fue tan potente que llegó a reventarle el culo a » José» su velocidad y ritmo con que follaban era desesperada, destrozaba cualquier idea que se había fijado y por lo tanto tener un excelente encuentro sexual era lo que más le importaba .

Mi amigo es de los que se enorgullece de cojer bien, de darle duro y hasta el fondo a sus hombres , de facilitarle la situación para que esos culos estén bajo sus órdenes y así lograr decir » amigo el guebo lo tenía demasiado rojo de tanto que me lo cojí».

En mi solo pasaban dos ideas las de imaginarlo en la cama desnudo y por otra parte » por qué a mí me cuenta con tanto detalle todo esto»? Será por la simple cuestión de morbo , ego, placer y satisfacción .

Así como cuando acaba cada vez que se coje a sus machos y quiénes entregan lo mejor de sus cuepos para que Rolando sea un buen activo en la cama…( Continuará)

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