La verdad siempre he echo ejercicio; como se dice «soy de gym». Particularmente he trabajado la pierna y glúteos. Uno de mis trabajos fue venta de herramientas en una ferretería grande. Ahí éramos 4 vendedores y un contador. ¿Y cómo pasé a ser el culo de todos? Aquí lo cuento.

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Pues ya lleva un mes trabajando, todo normal eran pasillos reducidos y el mostrador, también no había mucho espacio y cuando había demasiados compradores detrás del mostrador al atender chocaba con otros cuerpos de mis compañeros. Sin querer rosava bulto, hombros etc.

Nos teníamos mucha confianza. Cuatro tenían respectiva pareja, solo el amargado del contador siempre solo… Me tomo confianza para el corte de caja y modificación de inventario. Yo le ayudaba y para eso pedía que entrara a su cubículo de caja, muy reducido. Apenas si cambiamos los dos de pie.

Se notaba algo de ambiente hostil en ese lugar y con mucho calor. La verdad notaba como me deseaba pero como era el jefe le daba una ayuda cuando capturaba datos y literal el estaba tras de mi dictando y verificado y de nuevo lo hacía tres veces.

En ese tiempo a aprovechaba para arrimar su berga y como las tengo super grandes esponjosas marcadas por los pliegues. De ropa, aprovechaba la ocasión para unos arrimones de bulto, siempre serio y sin pedir más . ..

Cuando tuvimos más confianza entre compañeros empezaron esos juegos de nalgadas y simulación del sexo con ropa. Todo divertido sin llegar a las agresión. Legó la época de las promociones de diciembre, el contador me dio una botarga de licra de Mario bros que no dejaba nada la imaginación. Parecía yo modelo de revista o actor porno. A mi compañero le tocó Luigi.

Para el evento de la ferretería yo estaba muy penado pues por tremendo culo que se marcaba mucha gente me tomo fotografías y dejaba su número. Ese día estuvo muy agitado por la música y niños que tuve que entretener pues como tenía la botarga en la cabeza se dificulta para ver.

Ni hablar, me tocaron por todos lados y me sentía la puta de la calle. A eso de las 9 de la noche empezaron a meter las cosas para poder cerrar. Entramos al fondo y Juan empezó con esos juegos de nalgada manteniendo más tiempo el agarre y con fuerza. Me ardía más su mano gruesa pues prácticamente solo tenía licra.

Le siguieron Toño y Pepe y de tanto juego y nalgada ya las traía rojas y adoloridas. Pepe ya se había quitado la botarga y andaba en boxer así que note su erección. Ya cerrando por completo la cortina Juan corre y me recarga a la cortina del local. Ahí me da unos tres arrimones fuertes, casi cargándome.

Fue tanto que me metió la licra al orto. Me tenía bien sujeto. Entonces damos media vuelta pasándome al mostrador. Pepe se pasó con nosotros y Toño me jaló de los brazos. Juan abre más mis piernas. Pepe me baja la licra y salen rebotando mis muslos en el bulto de Juan.

Luego Pepe hace a aun lado a Juan y cómo solo tenía boxer se la sacó fácilmente. La metió con trabajos cómo es más delgado de cuerpo sentí ese cambio de robusto a delgado su verga delgada caliente. Toño también me puso a mamar, se coordinaron en meter sacar por mis dos agujeros.

Entonces termino Pepe con dos recargones en pleno mostrador. Fue delicado y solo al llege de mis curvas. En cambio Juan que es más ancho y pesado, con sus veinte centímetros bastante gruesa entro forzada provocándome mucho dolor.

Ya con la gruesa dentro me empezó a coger. Sentía tocando su pelvis seco en mi sudadas nalgas con cada uno de sus movimientos. El rebote entre ambas pieles hacía tronar mis nalgas cómo aplausos. En tanto Toño se masturbaba ayudado por la imagen que veía y esos sonidos fuertes que hicieron que se viniera y me los echara en la cara.

Juan no paraba. Ese macho gordo rebotaba con fuerza y gemía sin descanso abriendo mis glúteos con ambas manos gruesas para soltarlas y estás sacudiera su virilidad. Estaba gozando lo apretadito que resultaba mi culo. Luego suben sus huevos y aventado toda su leche caliente terminó dentro.

Juan acabó cansado con mucho sudor, le encantó mi orto abriendo y cerrando pidiendo más… Para el día siguiente lleve pantalón de vestir, trabajé nuevamente en el cubículo para el cierre de caja. Ya no había pudor y el contador me empezó a tocar lo suave de la tela en contorno de las bolsas traseras.

Enseguida arrimó su bulto duro encajando lo grueso de su miembro en medio de mis glúteos para moverse de un lado a otro restregando con movimiento de penetración. Después, con su verga dura, tocaba mis curvas regresando en medio.

Ahí desabroche mi pantalón dejándolo caer. De inmediato se bajó hacer un beso negro entre mis nalgas. Su bigote raspaba cómo lija provocándome un orgasmo. Mi culo, aclaro, estaba limpio y sin vello. Se veía como le encantaba por como se lo comía.

El precum que salía de sus 18 CM facilitó la faena cuando comenzó a a trabajar, pasando su bigotes por la espalda, tomándome de la cabeza haciéndola para atrás con mi espalda curva parando más el culo que aprovechó para metérmelo en un solo movimiento.

A partir de entonces ya estaba siendo cogido por él. Mis nalgas rebotaban a un ritmo que no tenía control de ellas y todo mi cuerpo le pertenecía. Sudaba, gemía. Él me escupía, me mordía los hombros, me daba a comer su dedo, me poseía todo. Luego de un poco de movimientos lo saco y termino sobre ellas bañándome con su leche.

Luego de aquellos momentos todos continúan con sus vidas. Eso sí, si se les antoja solo me lo dicen lo hacemos. Por lo mismo me piden que siempre vaya de pans licra o bermudas que son las más resalta mis curvas dobles y más fáciles de bajar.

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