🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Cuando tenía 41 años, a mi madre la buscaban para poner suero e inyecciones. Una ocasión llegó de visita mi primo «marco» de 51 años todo normal andaba por la casa con toda confianza. Cierto día ya por la tarde cuando empieza a oscurecer el andaba solo en la parte de atrás de mi casa; yo estaba adentro con mi mamá y llegó una vecina a inyectarse.

Llegó, yo le permito el acceso y platicaba con mi mamá el motivo del por qué de su tratamiento y todo eso. Me dispuse a salir a la parte de atrás, ahí estaba marco sentado en una jardinera se puso un tanto nervioso cuando me acerque y me senté a lado preguntándole si estaba bien.

Él dijo que si, pero le noté un poco la erección y él quiso disimular poniendo su mano encima lo cual hizo que fuera aún más notorio, le dije uhh alguien anda en modo duro.

Él dice sii la neta me la quería jalar desde hace rato y le dije pues ve al baño y hazlo. Me volteó a ver y dijo sientes, huele a pito, y le dije sí. No sé, pero cuando me di cuenta ya le estaba acariciando encima del pantalón. Él me tomo de la cabeza y suave sin decir nada.

Me dirigió hacia su pene erecto aún bajo el Pans ya estando muy muy cerca y sin decir nada aún, lo saco pude sentir su olor y sin dudarlo lle di un besito, dijo lo quieres, cometelo…

Sin experiencia y con todas las dudas y miedos de ir descubriendo cosas y con el temor de ser descubiertos, lo hice un poco solo su cabecita que era algo grande y húmeda. Meti a mi boca dijo toda métela toda y no pude por los nervios y la inexperiencia. Me quite me fui a mi cuarto. Un rato más tarde fue y me dijo que aún tenía ganas que si nos hacíamos una paja juntos y accedí. Esa noche solo nos intentamos masturbar, ninguno de los dos terminó. Fue solo un ratito y mejor vimos la TV. Ahí paro todo después contaré otras experiencias que tuve con el.

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