🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Desde niño hablar de homosexualidad era un tema que me inquietaba y me gustaba, pase por el proceso de ponerme las prendas de mi madre y masturbarme vestido de damita, nunca pase de algo mas que eso.

Pasaron los años y esas ganas de ser una damita iban y venian a mi ser, creo que fue mas fuerte el mantener una postura de hombre y con el paso del tiempo me casé con la que hoy es mi esposa.

Despues de 25 años de casado y tras batallar con los deseos a traves de videos, consoladores y juguetes sexuales que usaba a escondidas. Llegaron los chats a las redes donde podias interactuar con distintas personas acerca de diferentes temas, una sala que no podía dejar de visitar era efectivamente esas salas gays.

Nunca pase de conocer a alguien, dar un beso y platicar de temas de identidad. Nunca en ese proceso llegue a tener una relación sexual, quizas por miedo, porque me consideraba muy macho o que se yo.

Un dia, decidi descargar esa app para encuentros gays. Ahí empece a interactuar con varios hombres pero como toda app de ese tipo, la mayoria de las veces solo es calentura de momento, chantajes, masturbarte telefónica con alguien y rara vez era concretar una cita.

Pasaron dos años y así seguía hasta que un día me aparece alguien cerca de casa que hizo click con mi perfil. Se llamaba Rodolfo. Me emocionaba que estuviera cerca de casa y poder tener encuentros con él. Intercambiamos fotos, algunos nudes. Le expliqué de mi situación de hombre casado y aunque él me insistía y yo sentía fuego por dentro, nunca me hice la idea de ir a un motel con el riesgo que implicaba.

Rodolfo se comporto siempre como un caballero y tuvo paciencia. De verdad fue paciente porque varias veces quedábamos de vernos y a la hora de la hora yo le cancelaba o ponía un pretexto. Así pasaron fácil otros seis meses de yo estar poniendo justificaciones a tener un encuentro.

Un dia, mi esposa e hijos tuvieron que salir de la casa a razón de que habia fallecido el papá de un amigo de mis hijos, iban a un velorio donde yo me quedaba en casa solo por mas de 4 horas, en ese momento me mando un mensaje Rodolfo diciendome que si pronto no nos conociamos en persona.

Iba por dar por terminada nuestra comunicación, tras ello y en ese rato de estar solo en casa le dije «ok, te espero en la esquina de mi casa para pasar un rato juntos». Me dijo que si, que llegaba en menos de 10 minutos.

De verdad esos 10 minutos para mi eran de mucho nervio pues no sabia que iba a pasar y más el nervio de traer alguien a casa que realmente no conocía.

Rodolfo fue muy puntual, a los 10 minutos vi su silueta caminando por la calle y desde lejos dije «es él». Al acercarse vi su rostro aun mas bello que logre apreciar en sus fotos. Era de complexión robusta empece a darme cuenta que era un joven muy guapo y atractivo.

Cuando llego me dijo «Hola, ¿tenias mucho esperando? ¿Cómo me ves en persona? ¿Te gusto?». Yo me derretía por dentro y le dije que si me gustaba y esperaba que yo también le gustara. Tocándome su mano a mi cara me dijo «me encantas, quiero que seas mio».

Temblando caminamos media cuadra hacia la puerta de mi casa, a partir de ahi mi perro fue testigo de todo lo que pasaba.

Como mi casa tiene un porton para entrar, ya cerrando la cochera Rodolfo quiso besarme, ante mis nervios solo accedi a un beso corto, despues pasamos a casa y me pregunto «¿que tanto quieres hacer?»

Le dije: «lo que se de, solo tenme paciencia», después de eso me agarro de la cabeza y empezo a besarme con su boca jugosa. En esos momentos yo ya estaba mas caliente que el boiler de la casa.

Bajó sus besos a mi cuello, en eso empece a notar que tras el pants que esa noche el traia, se empezo a ver como crecia su miembro. No dude ni paso mucho tiempo sin que yo empezara a tocarlo con mi mano. Minutos despues me invito a que le hiciera sexo oral.

Él se quito su pants, su calzoncillo y en eso vi un pene lindo, brilloso, sin circunsicion, mojado y con ganas de que lo conociera. Empece a metérmelo a mi boca, al inicio suave, después el me ayudo con su mano a meterlo hasta mi garganta.

Fácil eran unos 18 cms. de sentir su rico pene, lo mamé yo creo por 10 minutos y el seguía preguntándome si quera algo mas o no. Aesa pregunta nunca hubo respuesta, solo me quite la ropa también y con mi actitud le dije «a lo que sigue».

Nunca habia sentido un pene en mi culo. Él era consciente de eso así que empezó a lubricar mi ano así como su condón y en el sillon de la sala me dijo «ponte de espaldas y recárgate».

Trato de meter esos 18 cms. pero tras mi nervio, no pudo. Sentia yo una pena enorme por no saber que hacer. Después él muy lindo me dijo «es mas fácil si yo me acuesto en el sillón y tu te sientas sobre mi». Me resultaba lógico.

Procedí a hacer eso y nunca voy a olvidar esa primera vez como entro su puntita primero y después todo ese lindo trozo, empece a moverme primero con dolor, luego por placer.

Llegó en el momento en que me puso en 4 ahi mismo en el sillón y empezó a darme cada vez mas fuerte. Yo sentía que soplaban mi nuca. Él me agarraba de la cintura, del cuello, yo gimiendo despacio pues no quería que mis gemidos traspasaran a casa de los vecinos.

Minutos despues me preguntó si quería que se viniera ahí o prefería en otro lado. En mi éxtasis y como yo tambión me estaba masturbando le dije «vente, yo también me estoy viniendo». Momentos después tras el condón alcance a sentir algo mas caliente, era su semen que ya estaba ahi.

Despues de terminar, nos besamos y me dijo «¿nos volvemos a ver?» Le dije que sí. A raíz de eso hemos hecho de todo, se la he mamado en el carro, hemos venido a casa 4 veces, una vez fuimos a su casa y aunque es algo ocasional y esporádico, el sabe que soy su «zorrita y putita».

Fue asi como después de los 50 años empece a disfrutar y sentir lo que de niño siempre tuve curiosidad.

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