🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Hola de nuevo, por desgracia, (o por fortuna) seguí más tiempo en el hospital ya que tuvieron que hacerme una segunda cirugía en mi brazo. Al estar tanto tiempo acostado y sin poder moverme mucho, a Jaime (mi enfermero) le preocupaba que me salieran llagas en la piel, claro, él hacia que yo me moviera, pero solo un poco, sobre todo, cuando me daba oral y beso negro.

En algunas ocasiones, bajó la cama hasta el límite inferior, y me puso su verga en mi boca, yo disfruté el sabor a limpio, además, su precum era abundante, con ese sabor, entre dulce y salado, y cuando se venía en mi boca, ufff, era mucha la cantidad que me daba a tomar.

Así estuvimos haciéndolo cada tres o cuatro días, pero también se preocupaba por mi piel, así que programó la visita de un terapista para que me diera masajes, claro, l también participaba, porque no era fácil moverme sin lastimarme.

Así conocí a Paco, un chavo de complexión fuerte, moreno claro, cara muy linda y sonrisa de TV, además, es muy amable al hacer su trabajo, y procura no hacer que te duela, era amigo de Jaime, así que yo me sentía en confianza.

Inició dándome masaje desde los pies, como mi pierna izquierda estaba con yeso, se enfocaba en mi pierna derecha, sus manos eran muy suaves, y me aplicaba un tipo de aceite que facilitaba la labor.

Subía sus manos muy lento, pero muy firme por toda la pierna, hasta llegar a la articulación de cadera, claro, me tocó varias veces la verga, los huevos y el culo, pero yo me sentía bien con eso, después, le pidió a Jaime, que lo ayudara a girar un poco mi cuerpo, para darme masaje en la espalda.

Con cuidado me dieron la vuelta, quedé boca abajo, de nuevo me dio masaje en mi pierna derecha, y siguió subiendo, llegó a mis nalgas, las acariciaba con sus manos, siguió con mi espalda, eso hizo que me relajara muchísimo, casi me quedaba dormido, y volvió a bajar a mis nalgas, las acarició de nuevo, y sentí que las abría un poco, Jaime lo ayudaba en eso, y de pronta, sentí su lengua en mi culo, ese placer es lo máximo.

Bajaron la cama y Jaime me metió su pene en la boca, yo era atendido en los dos frentes, Paco tenía sus manos llenas de aceite, y metió un dedo en mi culo, me hizo gemir de placer.

Después sentí que eran dos y hasta tres, me estaba preparando para meter su verga, yo ni se la había visto, así que no sabía qué esperar.

Sentí la presión de su cabeza grande abriendo paso por mi esfínter, me dolía un poco, pero nada que no pudiera aguantar además estaba ocupado pues yo seguía mamando la verga de Jaime, cuando de pronto, sentí un dolor muy fuerte en mi culo y di un grito, por fortuna, la puerta tenía seguro, porque vino una enfermera a preguntar, que si todo estaba bien.

Paco le contesto que sí, que me estaba dando terapia, y como es casi normal, que al darte terapia, te lastimen, la enfermera dijo que estaba bien.

Paco me pidió disculpas, pero no la sacó, solo espero a que mi cuerpo se acostumbrara a esa gran verga para entonces iniciar a moverse poso a poco, y muy lento; yo comencé a dejar de sentir dolor y entonces llegó el placer; era delicioso tener esa verga en mi culo.

Disfrutaba mucho sentir como entraba y salía de ahí, así estuvo un buen rato, mientras Jaime se aguantaba de venirse en mi boca; de pronto, sentí que la verga de Paco se hacía más gruesa y latía muy fuerte, y sentí su leche y como me inundó el culo, no sé la cantidad, pero fue muchísima.

Entonces saco su verga aún escurriendo leche, y Jaime se hincó para que no se perdiera ni una gota, se la chupó a Paco y después chupó mi culo, para tener todo en su boca; luego me dio un beso y otro a Paco, compartiendo esa leche.

Paco se bajó el pantalón y se puso en cuatro, para que yo viera cómo lo cogía Jaime. No duraron mucho, Jaime ya se había aguantado mucho tiempo, también sacó su verga escurriendo y Paco se la chupó igual.

Después, con mucho cuidado, me voltearon boca arriba, yo estaba que reventaba en mi verga, entre los dos me acomodaron, Jaime se montó, con mucho cuidado y se metió mi verga en su culo, Paco me lamía las bolas y el culo de Jaime.

No tarde mucho en venirme, tenía mucho sin coger; ellos recogieron mi leche con sus bocas y lenguas, y nos dimos un beso triple, ahora saboreando mi propia leche. Después de eso, me limpiaron muy bien, ellos se lavaron las manos, me pusieron mi pañal, y ese día inicié mi rehabilitación y mi gusto por los enfermeros.

Salí del hospital y seguí en contacto con Jaime, y de vez en cuando nos vemos, también invita a Paco, o a algún otro enfermero 😈

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