🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Bueno esto sucedió así. Para ir al colegio tenía que tomar dos trasporte; yo usaba pantalón de vestir y esa ocasión que les cuento el bus iba lleno y apenas subí cuando sentí que me arrimaron el paquete; no dije nada y seguí frotando y rosando por como 15 minutos más en esa posición.

Entonces me decidí y cuando de reojo volteo mi di cuenta que era un profesor del colegio quien al verme me reconoció, se sorprendió y se apenó mucho pero no dijo nada.

Un rato después, cuando el camión pasó por las fábricas, se bajó casi toda la gente, así que quienes íbamos de pie en automático nos pasamos a la parte de atrás que aún se veía oscura; yo me siento a lado del profesor sin decir nada y él levanta su portafolio dando la libertad para que yo meta mi mano y comience a sobar su paquete.

Luego bajé el cierre y saqué su miembro, un pedazo como de 18 centímetros y grueso. Con su suéter tapó mi cabeza y me puso a mamar ahí en pleno camión. Como hacía algo de frío tenía los cachetes fríos y nariz roja pero ese trozo caliento y palpitante dentro de mi boca hacía que mi cuerpo tuviera una mejor temperatura.

Seguí con mi faena recorriendo con mis labios ese rico trozo haciendo que él se aguantara los gemidos mientras me comía ese trozo, así hasta que se vino con chorros grandes de leche que tuve que comer para no dejar evidencia de lo sucedido; entonces se la solté ya flácida y subiéndole el calzón y el cierre solo le di una sonrisa que me respondió con un “gracias por el mañanero”.

Para el segundo año nos tocaba internado y fui de los primeros en solicitar ya que la habitación era de dos camas y el compañero era un profesor moreno robusto de 1.60 CM pelo corto, de 43 años. Por la lejanía de su hogar le dieron esa habitación y la demás habitaciones eran ya literas dobles.

Casi no le preste atención y no me llamaba la atención tampoco, solo iba unos días a trabajar así que prácticamente estaba solo; entre semana uno de mis compañeros que no estaba en internado no alcanzó el último trasporte hacia la comunidad y pidió permiso de quedarse. Yo le dije que estaba bien pues tenía una cama de sobra.

Aquella noche más tarde, como a las 12 PM, llegó el profesor algo tomado, y como yo estaba en su cama solo me susurró “no digas, nada ya maña despertaré mejor”; solo se quitó zapatos y se durmió a mi lado pero como yo solo estaba con bóxer sentí si pantalón de mezclilla me raspaba y me calentó mucho así que le di la espalda pegándome a la pared asegurándome de dejar mis nalgas sobre su pelvis y caderas.

Entonces siento que se empareja mucho y me abrasa y comienza a jugar con mis tetillas. Tenía la evilla de su cinto raspando mi espalda y la bragueta de mezclilla metiéndome el calzón hasta dentro.

El profe me estaba fajando diciéndome “estás más nalgón que mi señora… qué rico de haber sabido”. Entonces, mientras él seguía entre dormido, ebrio y cachondo, se desabrocha el pantalón y baja mi bóxer haciéndolo rollito para liberar mis nalgas.

Con dificultad y metiendo saliva con sus dedos en mi ano fue metiendo poco a poco su miembro; entonces sentí su cabeza en mi entradita, se sentía caliente y lentamente deslizándose para abrirme en dos, hasta que su panza tocó mis nalgas y aún sentía el botón, el cierre y su pantalón de mezclilla tallando desde mi piernas hasta arriba.

De la excitación no aguantamos mucho y rápido se vino dentro sacando sus 19 CM ahora ya flácidos, y digo rápido por qué mi compañero ni se despertó y no se dio cuenta que estuvo ahí porque el profe se salió temprano. A partir de ahí los demás días ha llegado temprano a su habitación donde ya lo espero yo para disfrutar noche a noche

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