🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥
Después de la cuarentena logré comprar una guitarra y andaba en busca de clases en línea por la situación de la pandemia, pero todos eran demasiado costosos así que la mamá de una amiga me recomendó a un vecino que da clases particulares, lo malo era que tenía que viajar 30 minutos para las lecciones semanales, de igual manera quería aprender entonces le dije que sí.
Me paso el contacto y decidí llamarle, su voz era algo gruesa pero amable, se escuchaba mayor de los 20’s no podía imaginarlo en ese momento porque mi intención nunca fue involucrarme sexualmente con él. Confirmamos la clase y el sábado llegaría a su casa por la primera lección, el plan era de una hora y media cada sábado y me quedaba perfecto.
Asistí a la primera clase, no le puse importancia al cómo me vería pero decidí usar un pantalón camuflado y una playera gris.
La casa quedaba sobre una calle principal y rodeada de plantas; llegué, toqué el timbre y tardó unos minutos en abrir, era un hombre de unos 178 de altura, moreno claro, pelo largo hasta los hombros, una barba poblada y un cuerpo regular, algo delgado pero con pancita y no estaba nada mal, se veía mayor a 30, aunque no le pregunté su edad.
Él amablemente me invitó a pasar y su casa estaba desordenada, claramente estaba soltero y no le gustaba limpiar, me ofreció un silla y se sentó en una especie de mesa improvisada que daba a la ventana de la calle, me empezó hablar y conversamos lo básico.
Mientras hablaba pude observar muchas cosas, su entrepierna, principalmente. Por supuesto, el hombre estaba rico, como me gustan, mayores a mi edad, se veía peludito por la barba poblada, moreno claro y con ganas de comer todo.
No pude abordar ningún tema morboso y después de unos minutos fue directo a la clase, empezó con lo básico y tedioso de las clases, faltaban 10 minutos para terminar la hora y media cuando me dijo que me enseñaría a sostener la guitarra correctamente, así que se acercó a mi y me tomó de la mano, me estremeció por un momento pues lo hizo con fuerza y me sostuvo así hasta colocarse atrás de mi.
Hasta ahí no había tenido ningún pensamiento morboso pero entonces sentí su bulto en mi espalda, siendo un poco más bajo que él podía sentirlo en mi espalda baja, colocó su otro mano donde sostenía la guitarra y lo apretó, sentí nervios y miedo porque no sabía cómo reaccionar, (soy muy tímido para ligar sexualmente en la vida real, aunque en chat no tengo problema) podía sentir su respiración en mi cuello, su mano izquierda se deslizó por mi brazo izquierdo, sentí cómo se ponía duro por la espalda y yo solo quería voltearme y saber si lo podía besar (me encanta besar).
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Entonces me tocó suavemente hasta el hombro mientras seguía en su papel de maestro, diciéndome cómo tomar la guitarra y aprender a relajarme y todo eso mientras su verga se hinchaba bajo su pantalón.
Con toda esa situación yo empecé a entrar en calor, me daba instrucciones al oído, me derritió en ese momento y solo hice mi cabeza hacia atrás para quedar sobre su hombro, me dio un beso en el cuello y tiré la guitarra, me tomó con sus dos brazo, me giró y me pegó a la pared para besarme con unas ganas tremendas mientras yo me trepaba a su cuerpo y él me tomaba de la cintura.
Podía sentir sus gemidos en el cuello y me calentaba tanto sentirlo tan necesitado de placer.
Continuamos con los besos mientras me llevaba sobre la pared hasta su habitación, (estaba al lado de la sala donde me recibió) y ahí me empezó a desnudar y me tomaba con fuerza para frotarme en su cuerpo, yo trataba de desabrochar su pantalón pero es de los que usan cinturón y me costó un poco, pero él me seguía besando y yo solo no podía creer lo que estaba sucediendo.
Me dejé llevar por la adrenalina, sus besos y caricias, terminamos enrollados en la cama totalmente desnudos, me besaba el cuello y yo también, empezó a bajar y me tocaba con sus manos y brazos algo peludas todo mi pecho, (yo ya estaba bien e recto) se detuvo en mi verga y empezó a olerme bien fuerte, abría la boca y mis huevos tocaban sus labios, me arqueaba del placer que me provocaba ese hombre, la situación y sus labios rozando mi verga que terminó en su boca.
Mis 17 cm de carne morena y recta, delgada no tan gruesa, huevos siempre colgando y con pelos recortados ahora entraban y salían de la boca del que minutos antes era mi maestro de guitarra.
Estuvo dándome placer hasta que subió y me puso su verga en la cara, claramente la olí, me la restregué en los labios y jugué con sus huevos en mi boca tocándolos suave con mi lengua, solo quería tener más grande la boca para tragarme todo, su verga que es gruesa y no tan grande, si a caso unos 15cm peluda, morena y con huevotes de encanto; olía a verga sudada pero no era mal olor, olía a verga, si saben a lo que me refiero, nos mamamos.
Nos besamos como por una hora, ninguno dio inicio de ser el pasivo, así que solo nos restregamos las vergas en nuestro cuerpo, besándonos y tocándonos, nos chupamos todo lo que nuestra lengua podía alcanzar, terminó mamandome la verga hasta venirme y entonces se tragó toda mi leche, se sentía bien caliente, podía sentir como le encanta la leche.
Luego me besó, no fue un beso blanco porque se había tragado mi leche, nos besamos hasta que me puso su verga en mi boca, era mi turno de satisfacerlo, me puso los huevos en mis labios y solo podía jugar con ellos usando la lengua mientras lo pajeaba hasta que empezó a jadear y sentía cómo se contraían sus músculos.
Entonces me apartó con sus piernas el torso y se vino en mi cara; sentir su leche en mi rostro me calentó muchísimo pero más me calenté cuando me empezó a lamer y tragar su propia leche de mi cara.
Luego me besó apasionadamente como agradeciendo el placer que nos provocamos sin desearlo, nos quedamos recostados desnudos y tocándonos.
A partir de ahí todos los sábados durante 3 meses después de clases nos desnudamos y disfrutamos de las horas extras. Yo sigo sin saber tocar guitarra, pero ya sé ser pasivo.