🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Esto que les contaré recién me ocurrió. Resulta que en mi colonia lleva ya varios años abandonadas unas instalaciones que eran del correo y hace unos días pasando por ahí miré casualmente que del edificio en ruinas salía un chacalillo joven, ya saben, el típico vato moreno, pelón, cuerpo de esos delgados marcados y tatuados.

Pese al miedo que podría darme de ser asaltado por el tipo, el verlo me causó mucho morbo así que empecé a poner más atención en el lugar para ver qué más podía ver, obviamente con mi imaginación volando a más no poder.

Fue después de un par de días cuando un martes, ya casi por caer la noche y estando muy caliente, me decidí ir a ese lugar, obviamente que si trataba de seducir a ese macho tenía que ir enseñando algo de carnes, así que me fui en un short muy corto y una camiseta ligera que apenas me llegaba a la cintura.

Fui y me dirigí al lugar; llegué y vi la calle sola así que de una me metí y ya estando adentro vi una especie de cuartito con una cobija colgada, como si fuera una puerta. La moví un poco para ver si había alguien adentro y en eso escucho una voz del lado contrario a donde yo miraba.

-Chacal: ¿Qué onda?
-yo: Ey.. ¿qué onda? ¿qué haciendo?
-Chacal: aquí mira, pasando el rato.. (fumaba cristal)
-Yo: órale chingón.

Esa conversación sucedía mientras yo me acercaba y me ponía en cuclillas para que se me subiera el short y así enseñar aún mas de mis piernas blancas y lampiñas (muy femeninas para antojarlo, obviamente).

-Chacal: ¿Y qué haces? ¿querías orinar?
-Yo: la neta andaba buscando un lugar para jalármela a gusto, entré aquí porque me excitan estos lugares.
-Chacal: pues ahí métete y jalatela (cuarto donde estaba la cobija como puerta)
-Yo: Ah va, gracias deja ir…

Entré al cuartito ese y casi todo el piso eran como colchonetas y cojines donde supongo que él dormía. Podrán suponer que yo estaba ya a mil de caliente así que rápidamente me quité el short y mi camiseta quedándome en puros tenis y comencé a jalármela como si no hubiera mañana, todo esto lo hacía mientras lo espiaba por un lado de la cobija para ver si él se levantaba y se venía conmigo ipero no! él seguía fumando su pipa.

Entonces comencé a pensar en qué sería bueno gemir un poco y ver si eso lo animaba así que lo hice. Como puta comencé a gemir un poco hasta que en una de esas escucho que se levanta “es mi momento pensé”.

Pero pasaron varios segundos y no veía que él entrara y en cambio pude ver que se fue a sentar a una habitación que daba justo frente a la que yo estaba mientras seguía fumando su cristal. Como la cobija no tapaba toda la puerta, aproveché una rendija que daba justo a su rango de visión y me puse de espaldas para que viera mi culito mientras seguía jalándomela.

Chacal: ¿Y siempre te pones así de caliente?
Yo: sí seguido
Chacal: ¿Fumas cristal?
Yo: NO, no me gusta.

Él se queda callado y en se levanta y entra a mi cuartito, yo sequía jalándomela y me ponía a mil saber qué estaba ahí conmigo y que ya me estaba mirando totalmente desnudo.

Chacal: se siente bien rico cuando te la maman y te echan el humo.
Yo: si me imagino, aparte el cristal te pone bien caliente no?
Chacal: si a veces…. ¿y tú has mamado verga?
Yo: si
Chacal: ahorita te voy a enseñar algo..

En eso deja su pipa a un lado, se para y comienza a desabrocharse el pantalón, yo no dejaba de jalármela ni de darle la espalda para que no perdiera de vista mi culito pero por el costado veo que se saca la verga y al notar que venía hacia a mi y quería metérmela de una y sin condón le dije con cierto temor a que me fuera a querer forzar o algo que no cogía sin condón.

Ni hubo mucha comunicación, pero él aceptó sin problema, tomó el codón que saqué de mi short, se lo puso en su morena, larga y peluda verga y comenzó a metérmela. Yo estaba en el cielo y de pronto me sentí toda una putita siendo utilizado por ese chacal pelón y de mala pinta en un lugar abandonado.

Él me daba unas fuertes embestidas que provocaban ese clásico sonido de aplausos al grado que pensé que si alguien afuera pasaba por la banqueta iba a escuchar eso y un oír un poco de mis gemidos.

En eso me agarra y me acuesta boca arriba en esos cojines del piso, me abre las piernas y diciéndome “esto querías ¿verdad putita?” me la deja ir de una a lo que yo respondí con un “si” ahogado entre mis gemidos.

No miento pero pasó casi una hora rompiéndome el culo hasta que terminó bañado en sudor y aventando su leche dentro de mí. Luego se quitó, me aventó el codon lleno de su leche y algo de sangre a un lado mío. Yo comencé a vestirme y ya para irme del lugar me dice

Chacal: ¿no tendrás para las sodas?

Yo: no traigo ahora nada conmigo pero prometo volver para darte para algo más que las sodas.

Llevamos tres semanas viéndonos y cada que me la mete me cuesta entre diez y veinte dólares mismos que desquito a plenitud sentándome en esa verga de casi veinte centímetros.

Ya le propuse que se puede ganar el doble si me deja metérsela y no se niega del todo así que espero que la próxima pueda romper yo su hombría más por morbo que por otra cosa. Les iré contando.

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