Soy venezolano, tengo 32 años y soy bisexual. Hace unos 6 años fui invitado a un congreso profesional.
El congreso se realizó en un hotel hermoso muy cerca de la playa. Quien organizó la actividad era un dirigente nacional de unos 8 años más que yo. Me contactó algunos meses antes e inmediatamente comenzó a cortejarme. Al principio yo no le hice caso, sin embargo, con el pasar de los días fui accediendo a sus insinuaciones.
Pasados unos meses llegó la fecha de la actividad y viajé de mi ciudad a su ciudad. Él no podía disimular que me miraba y yo me sentía algo intimidado pero igual disimulaba.
El congreso duraba 3 días. El primer día se fue en miradas y uno que otro mensaje de WhatsApp, al segundo día el me retó. Me dijo que yo no era capaz de subir a su habitación. A mi no me gustan que me reten y le dije, «a que si subo». Él insistía en que no era capaz.
Le dije «dime tu habitación y sabrás si soy o no capaz». Así fue. Me bañé y subí. Se sorprendió al verme en la puerta de su habitación. Le dije, «aquí estoy, ¿cómo que no era capaz?»
— Me sorprendiste -me respondió-.
— No me vas a invitar a pasar, — le dije.
—Claro, pasa -respondió-
Pasé y me senté en el borde de su cama, le pregunté que por qué su insistencia conmigo, a lo que me respondió que siempre me había visto en redes sociales y que desde el primer momento le había gustado, pero que como yo era casado, él no sabía cómo acceder a mi.
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Hablamos por un rato y de pronto se me lanza a besarme. Me sentí nervioso pero pasados unos segundos le correspondí el beso. Poco a poco la temperatura aumentó, nos fuimos desnudando y recorrimos nuestros cuerpos con las manos y luego con nuestras lenguas.
Él tiene un pene delicioso de unos 18 o 19 cm, grueso. Yo soy un poco menos dotado, pero igual me defiendo con uno 15 o 16 cm.
Yo estaba súper nervioso. Había tenido otras experiencias con otros hombres, pero solo en sexo oral o pajas mutuas pero nunca había estado así con otra persona de mi mismo sexo.
Luego de besarnos y acariciarnos yo estaba muy excitado o eso creo. Él me dice que me volteé y que levante un poco mi cola. Creo que el nivel de excitación llevó a que mi culo dilatara de una forma en que ni siquiera fue necesario usar lubricante, solo un poco de su lengua en mi hoyo.
Me metió su pene casi que inmediatamente. En ese momento sentí una sensación que nunca había sentido. Fue maravilloso. El bombeaba dentro de mí y yo solo le podía decir que por favor no parara. Así estuvimos por unos minutos hasta que se vino dentro de mi, fue delicioso.
Un momento que al día de hoy recuerdo. Creo que no lo he podido superar.
Nos bañamos, yo fui a mi habitación para dar tiempo que él se incorporara al grupo y luego yo incorporarme para que no sospecharan que estábamos juntos.
Luego nos vimos un par de veces más, él atento como siempre pero no volvimos a estar juntos. Creo que las ganas entre ambos siguen pero por alguna razón nos distanciamos y hemos perdido contacto.