🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Para ir a la ciudad de México se tiene que tomar un autobús, el cual casi siempre iba lleno, y al subir topé con un un militar que iba uniformado, todo es real.

Zapatos negros, pantalón de vestir verde entallado y camisa café; llevaba una carpeta con documentos se puso una chamarra y cedió el asiento a una persona de la tercera edad. ¡Oh por Dios! al levantarse y darme la espalda sentí ese culo duro, suave por el pantalón y con los dedos se sentía la tela de la truza y los bordes.

Fui tocando pierna y nalga, eran enormes; seguí rozando con mi verga su cuerpo y cada enfrenon tocaba más de su trasero hasta que de repente se colocó a un costado como para darme total acceso a él.

Yo llevaba una mochila negra con un libro grueso, sin querer jale la mochila tocando sus glúteos de burbuja, pero lo más impresionante fue que con el movimiento del bus sentía que iba abriendo de par en par esas nalgas, pensé que se enojaria pero no fue así, me calentó demasiado y solo sentía las orejas rojas y la verga parada, así estuvo un tiempo.

Bajamos sin hablar y a distancia llegamos a tomar el metro que, como también iba lleno, entré primero pero al voltear y acomodarme vi que estaba el militar nalgon enfrente de mí.

Dio un Paso atrás como pidiendo verga y poco a poco, fue acomodándose frente a mi de tal forma que mi verga bien parada se acomodara en él.

Se fue repegando a mi verga y con el movimiento fui creando unos pliegues arriba del pantalón de vestir de que estaba bien ensartado abriendo esas duras nalgas, sin perder el tiempo le agarro un glúteo fuerte para que no se arrepintiera enterándole las uñas.

Él se retorcía de felicidad, y yo de gusto le ponía las dos manos en los bordes del culo, claro todo fue a discreción para fajarme a ese señor de más de cuarenta; después de un rato, el pantalón ya se sentía como si fuera su piel así que acerqué mi dedo y podía sentir su ano abrir y cerrar, cómo besando mi dedo.

Sentí un ligero brinco por parte de él pero al mismo tiempo como si la punta hubiera entrado; se asustó y se bajó del metro, estoy esperando encontrarlo de nuevo para seguir le agarrando su trasero duro.

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