Un relato exclusivo de Relaróticos.com

Bueno antes que nada me presento, mi nombre es Gerardo, actualmente tengo 16 años y esto me paso el mes de marzo de este mismo año.

Mi madre se juntó con mi padrastro hace unos 14 años, y solo tenía yo como un año cuando ellos se juntaron, y todo normal; como a los 11 años descubrí mi orientación sexual y en una de esas me di cuenta que me atraía mucho mi padrastro. Él tiene ahora 34 años, es güero, ojos de color café oscuro y es bien varonil puro hetero y bien macho y es pero muy velludo.

El caso es que cuando tenía 12 o 13 años yo hacía lo posible para verlo desnudo, a veces lo espiaba en el baño cuando se metía a bañar o cuando llegaba borracho y esperaba a que todos se durmieran para verle el paquete etc.

La verdad es que nunca logré lo que quería; recuerdo que una vez él se quedó dormido y nadie estaba en mi casa y le bajé un poco el short junto con su bóxer y se la empecé a mamar pero no duro mucho, solo como una segundos porque tocaron la puerta y ya de eso me rendí pues sabía que no iba a lograr nada con él.

Pasó el tiempo y ya los 16 años fue cuando todo cambió pues una noche mi papá llegó bien borracho a la casa andaba hasta el culo de borracho pero yo no le tomé importancia; él se bañó y se acostó a dormir.

Al día siguiente mi madre estaba lavando ropa en la parte de atrás, y yo lo observaba y ahí estaba él aún dormido y crudo; aprovechando me acosté al lado de él y desde ahí sentía su olor a macho y a cerveza y me excitaba mucho, me latía muy fuerte el corazón por que tenía miedo a qué era lo que iba a suceder.

Solo moví su brazo para que me abrazara y puse mi mano en su estmago y lentamente iba bajando hacia su verga y lo pude sentirla; tenía ganas de probarlo pero tenía miedo a cómo iba a reaccionar porque mi padre es un tipo estricto y algo enojón y más que es hetero, así que solo sobé mi mano contra su verga y en una de esas se despertó.

Yo reaccioné rápido y quité mi mano sobre su verga y creo que no se dio cuenta, pues solo me vio y me dijo.

– Qué haces aquí – preguntó confundido
– Nada, solo quiero estar aquí contigo…

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El solo se viró la cabeza y charlamos por un rato de lo estaba haciendo anoche etc. y cómo ya me sentía caliente como que empecé a subir mi pierna en su miembro y como él ya sabe que soy gay y me latía el corazón a mil le dije sin pensarlo.

– ¿Oye me violas? – hasta yo me sorprendí de lo que dije, en mi mente decía tragame tierra
– Eso cuesta unos $500 pesos – me dijo todo relajado y me volví a sorprender. En eso le toco la verga y le digo.
– Y esta cuanto cuesta
– En $200 — yo solo me reía — ¿En serio tu cuerpo si te permite tener relaciones con hombres? -me dijo.

Yo ya explotaba de calentura pues quería chuparle la verga y que me cogiera en ese mismo instante.

Me quedé en silencio y después de un rato vi como medio que se le paro y el acechaba hacia su verga y se paró y empezó a caminar por el cuarto y luego se acostó otra vez y dijo.

— ¡Verga! ya me vine, es que cuando estoy crudo y me vengo sin tocarme — Ya sabía que me estaba mintiendo y se alzó el short. — Mira…

A lo que mire y ¡wow! tremenda verga que ahora se cargaba lleno de pelos; una hermosa verga blanca y con una cabeza medio rosadita que me encantaba y más me excitaba.

— Bueno, anda… dame una chupadita

Gustoso accedí y se la mamé de inmediato; yo estaba en el mismísimo paraíso pues al fin mi fantasía se había cumplido y solo escuchaba como gemía pero bajito

— ¿Te gusta lo que sientes? -le pregunté
— Si, dale siguele mamando — me dijo mientras que yo daba lo mejor de mi pues quería lograr que le gustara y que se excitara más y así fue, esa rica verga que se cargaba estaba cada vez más dura.

Yo, mientras tanto, le chupa los huevos llenos de pelos, le besaba el glande, subía y bajaba con mi boca jugando con su verga que ya era mi nuevo juguete favorito y disfrutando esa rica sensación.

— Voy a decirle a mamá que vaya a comprar algo de comer para meterte la puntita — me dijo susurrando a mi oído pero yo se la seguí mamando provocando que se viniera en mi boca con chorros de semen que de tantos que eran salían de mi boca.

— ¿Te gustó? — me preguntó muy contento.
— Si, me gustó demasiado – le dije mientras me tragaba su semen
— No le vallas a decir nada a tu mamá de esto, es nuestro secreto.

Yo dije que si con la cabeza, ya se subió el short y ya como si nada hubiera pasado.

Pasaron unas semanas y ya quería probar esa deliciosa verga otra vez pero era imposible con mi mamá en la casa.

Un día un primo de mi papá con quien se llevan muy bien vino a la casa y dijo que iba a estar fuera de la ciudad por unos días y le encargó las llaves de su casa a mi papá y como su primo dijo que le iba a traer un pollo para que comamos pero se le olvido y ya no tenía tiempo para regresar y volver pues se le hacía tarde, le dijo a mi papá que fuera por el pollo a su casa, que no había problemas, que podíamos entran a su casa.

Mi papá dijo que lo acompañara, yo ya sabía lo que iba a suceder en esa casa sola; total, llegamos a la casa y me hice pendejo andando por toda la casa.

— Gera, voy al baño ahorita vengo — me dijo
— Sí, está bien — le dije con una sonrisa morbosa.

Ya se me estaba empezando a parar la verga cuando oigo que mi papá me grita para que vaya al baño. Cuando entro y encuentro a mi papá todo desnudo hizo sus ojos hacia abajo indicaba que se la chupara y se la empecé a chupar así, sin más.

Después de unos minutos mamándosela me empinó hacía el lava manos y me bajó el short y me comenzó a poner saliva para lubricar mi culito virgen.

Se llenó de saliva la verga y me empezó a penetrar, pero como no me dijo que ya me la iba a meter grite, me dolía pero a la vez sentía placer y de solo acordar ese día se me esta parando la verga mientras redacto esto.

Él era un salvaje y a mi así me gusta el sexo «salvaje», «rudo»… me encantaba y lo gozaba y él gemía de placer también, pero gemía como macho y me excitaba mucho tan solo de oírlo.

Ya como a los diez minutos del placer que sentía en mi culito me dijo que se iba a venir así que sacó su verga de mi culito y me hizo arrodillarme y se vino en toda mi cara y hasta en mi playera cayó.

Ese día fue el mejor día de vida, la mejor y la primer cogida que me han hecho. Después de eso, días después, una vecina tenía cuartos que las iba a dar para rentar y estaba solicitando a alguien para que pintara los cuartos y mi papá se ofreció y fue a pintar los cuartos, eran 6 cuartos, y como era mucho para él decidí ayudarlo y como los cuartos tienen baño también en los baños de esos cuartos lo hemos hecho, solo lo hemos hecho como unas 6 veces más pero a escondidas de mi mamá.

Espero que te haya gustado mi relato mi correo es pechgerardo363@gmail.com por si quieres mandarme un mensaje.

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