Un relato exclusivo de Relaróticos.com
Tras leer los relatos me animé a contar mi primera vez a la edad de 6 años. Comenzaré por describir a mi Mi primo a quien llamaremos Adán, un chico alto, cuerpo trabajado pues hacía ejercicio y muy guapo; de cara parecía que tenía con 15 años de edad y una verga de 19 cm, lo cual con el paso de los años comprobé la medida.
Yo un niño en ese entonces de 7 años de edad, piel canela, delgado y con las nalguitas paraditas.
Todo comenzó un día que el que se quedaba solo en su casa y yo iba todas las mañanas a visitarlo pues jugábamos juntos videojuegos entre otros juegos de niños, él era muy cariñoso conmigo y con todos los primos.
Ese día él estaba acostado en el cuarto solo tapado con una sábana viendo caricaturas y yo llegué como todos los días, entré al cuarto y me acosté a lado de él pero encima de la sabana mientras él permanecía arropado, comencé a ver cómo algo en medio de él brincaba y le pregunté que ¿qué era lo que brincaba?
A lo que me respondió que nada, entonces yo me metí entra las sábanas y lo abracé, él solo tomó mi mano y la colocó en su pene y su pene seguía brincando.
Tenerlo entre mis manos lo sentía muy grande y grueso, rápidamente yo quite mi mano de ahí a lo que él no dijo nada, dentro de mí había una sensación de querer volver a tocar ese enorme pene así que esta vez yo solito puse mi mano en esa enorme verga.
Me pidió que subiera y bajara su cuerito hasta que me dijo «acuéstate en la orilla de la cama» a lo que él se levantó y comenzó a masturbarse muy cerca de mi cara y solo me dijo «abre la boca» y se empezó a masturbar viendo mi cara de niño ahí abajo de él con mi boca abierta.
No hicimos nada, pero su imagen de tenerlo parado frente a mi, desnudo, con sus músculos semi marcados y su verga grande y palpitante creciendo cada vez más me tenía muy loco y él se la jalaba como loco.
Pensé que se la quería arrancar de tan fuerte que se la jalaba hasta que derepente cerró los ojos, sus dedos de los pies de contrajeron y su verga comenzó a arrojar un montón de leche, espesa y muy caliente con la cual me llenó toda la boca de leche.
Ese día no me penetró, pero al siguiente día regrese y volvió a ocurrir lo mismo pero en esta ocasión si logró meter sus 19 cm en mi culito virgen en ese momento. Pero eso lo contaré otro relato.