Esto sucedió hace ya 6 años. Les cuento soy de La República Dominicana soy alto gordito pero de buen cuerpo y un enorme trasero y en ese entonces trabajaba en una tienda de alquiler y confección de trajes para hombre.

Para mí suerte yo era el único empleado en esa sucursal hasta el momento debido a que mis jefes decidieron poner esa tienda hacía poco tiempo.

Un día de camino al trabajo como de costumbre al dejar el transporte tenía que caminar unas cuadras para llegar a mi destino y de casualidad me encuentro con un chico al que hacía tiempo le traía ganas pero no lo conocía en persona, únicamente habíamos tenido contacto por chat.

Él se llama Marcos, un moreno alto cuerpo definido a mí parecer hermoso, él me vio y me saludó. Yo me llamo Jesús.

M: hola, Jesús cómo estás, qué casualidad encontrarme justo contigo, dónde vas?
Yo: voy camino a mi trabajo y tú, cómo estás.
M: muy bien y dónde trabajas.
Yo: en la tienda de alquileres para hombre.
M: oh! Qué bien yo trabajo justo en frente… vamos y te acompaño.

Así es como ese día en el camino dialogamos y él me dijo si podía pasar más tarde a visitarme a la tienda, a lo que yo sin pensar le dije que si.

Fue entonces cuando ese mismo día en la tarde, llega él a la tienda yo permanecía solo en ese momento porque era temporada baja y casi no tenía cliente además de que era un nuevo negocio aún en ese lugar.

M: hola Jesús aquí estoy de nuevo
Yo: qué placer que hayas venido, por un instante pensé que no lo harías.
M: y en qué estás?
Yo: pues aquí rectificando algunas medidas para unos pantalones.
M: unm y por casualidad te gustaría medirme a mí?
Yo: con gusto.

Comencé a tomar sus medidas y de pronto me dice

M: espera me gustaría que esas medidas sean más íntimas y precisas
Yo: muy bien pasemos al vestidor.

El vestidor estaba en la parte de atrás y nos dirigimos ahí. Entramos al vestidor y de inmediato él abrió el broche de su pantalón y lo bajo a las rodillas, acto seguido bajó su boxer.

Yo me quedé perplejo pues no podía creer lo que estaba mirando, justo en frente tenía ese hombre con el que tanto había fantaseado y me había hecho incontables pajas aún sin conocerlo y de paso estábamos solos y con su pene guebo a mi disposición.

Yo: oh Dios estás muy tieso
M: quiero saber sus medidas quieres medirlo?
Yo: por supuesto

Me hinque frente con la cinta de medir en mis manos pero ni siquiera hice el intento de medirlo ya que yo sabía lo que realmente quería hacer y sin pensar ni hablar más metí ese enorme pene en mi boca sin mentir tiene unos 21 cm y es bastante grueso.

Lo comencé a chupar como si de eso dependiera mi vida mientras que de él se escapó un gemido fuerte y profundo, echó un paso atrás y se recostó de la pared para acomodarse, mientras yo retomé mi labor y seguí mamando y saboreando aquel trozo de chocolate el cual casi ni me cabía en mi boca pero no me importaba yo solo quería disfrutarlo y complacerlo, cosa que a juzgar por sus gemidos estaba logrando, le dije que intentara gemir más bajito por si llegaba alguien cliente no nos fuera a escuchar.

Él calló mi boca metiéndomelo de nuevo y estaba sujetando mi nuca y mi cabeza y empujando para que llegara hasta mi garganta, lo cual me producía arcadas pero a él no parecía importarle así que yo solo me deje dominar.

Estuvo él así por unos minutos antes de soltar mi cabeza. Yo de todos modos seguía mamando ese delicioso guebo y cada vez con más ganas de saborear su dulce néctar hasta que al tiempo que se lo mamaba comencé a acariciar sus pezones con ambas manos, cosa que a él lo volvía loco y que yo descubrí en ese preciso momento.

Conforme lo hacía, él comenzó a gemir más fuerte y se retorcía de placer en un instante y entonces dejó escapar una gemido que más bien parecía el gruñido de un león y al unísono comenzó a llenar mi boca de su leche caliente y pegajosa y yo extasiado ante tal maravilla que me había concedido la vida sin dudarlo, comencé a tragar y me bebí hasta última gota.

El me miró y sonrió y me dijo me has sacado hasta el alma. Luego el se subió sus pantalones y salimos del vestidor, estuvimos hablando un largo rato luego él se despidió y al salir volteo y me dió las gracias.

Y les cuento que este fue solo el inicio de muchos otros encuentros que se dan aún en la actualidad dime si te gusta y si quieres saber que más a pasado conmigo y amante Marcos fantacia hecha realidad.

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