Un relato exclusivo de Relaróticos.com

Este relato comienza hace unos meses, yo soy Antonio Lopez (Tony), tengo 17 años y soy de Guadalajara.

Resulta que mi papá trabaja programando sistemas y desde hace unos meses lo contrató una empresa de Monterrey y necesita ir 1 o 2 semanas cada mes para estar programado y actualizando. Le pagan los viáticos para él y un acompañante, así que como estamos en pandemia y no hay clases presenciales yo siempre lo acompaño y en casa se queda mi mamá y mis 2 hermanos menores. Estuvimos así como 3 meses íbamos y veníamos.

Aquí es donde comienza la parte más caliente, ya que resulta que un día que estábamos en Monterrey me despierto a media noche y decido jalármela, pero quería ir al baño por un rollo (para el momento de terminar limpiar) pero al pasar por por el cuarto de mi papá que estaba al lado del mío, vi que la puerta estaba abierta y sus bóxer en el suelo.

La verdad es que mi papá es muy conservador y nunca duerme desnudo, así que me sorprendí por ver ahí sus calzones pero pensé que estaba dormido por que estaba la luz apagada y seguí al baño.

Al momento de llegar al baño veo que mi padre se la estaba jalando a todo lo que da; por un momento me sorprendí al ver tremenda verga grueso y larga y unos huevos grandotes que le colgaban, parecía recién rasurado.

Por un momento pensé que estaba mal y decidí regresarme y olvidarlo pero al reaccionar ya tenía yo una tremenda erección sobre mis bóxer así que me la empecé a jalar despacio y sin hacer ruido para que no se diera cuenta. Estaba él tan concentrado en su faena que de pronto empezó a gemir y a sacar su leche, a chorros, le botaba semen por todos lados.

Yo no pude evitarlo más y me vine en pleno pasillo, así que reaccionando rápido me quite el bóxer y con él empecé a limpiar el suelo rápidamente para regresar a mi cuarto.

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Después de eso no pude dormir pensando y pensando, en cuánto escucho que mi padre entra a su cuarto y cierra la puerta, decido salir para orinar y al llegar al baño, había un tremendo olor a semen.

Después de orinar veo que sobre el lavamanos había 2 de los chorros de semen que había sacado y no había limpiado, así que decidí que con mi lengua sería yo quien chuparía todo ese semen.

Ese momento fue la gloria pues el sabor que tenía era delicioso; al saborearlo me vine por segunda vez sin siquiera tocarme pues era tanto el morbo que de saber que estaba probando la leche de la verga de la que yo mismo hace 17 años salí.

Después de eso limpie todo y me fui a dormir (aunque no pude dormir de solo pensar. Espero les haya gustado, tengo más historia de lo que sucede cada que viajamos a Monterrey.

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