Estaba mi primo un dia estaba en su casa y me dijo si podíamos ir al terreno abandonado, obvio que respondí que sí pero él me dijo que si podía invitar a alguien; mi mente voló con e imaginé que era otro pasivo pues mi primo era muy goloso más aún porque no me había penetrado. Estallé en celos.
En la tarde me esperaba en la parada y cuando me vio empezó a caminar frente a mi, está vez nos fuimos por un lugar que tenía entrada pero solitario, debíamos caminar más pero era interesante; pensé que la otra perra con la que tenía que compartir estaba en el camino.
Él entro y me esperó dónde ya no había riesgo que nos vieran, cuando me acerco a él me toma de la mano y me besa y me derrito en sus brazos y empieza preguntar si lo extrañe, que él me extrañó mucho y que olía rico, lo demás se borró porque iba a su lado recostado de su fuerte brazo, abrazándolo y con su mano sobre mi hombro, me sentí su bebé consentida. El camino se hizo corto hasta la casa abandonada, nuestro nido de amor y sexo desfrenfenado.
Me tomó la mano y me dijo que que tenía mi sorpresas; no quise hacer nada de preámbulo y me fui adelante amarrando mi camisa como perra descubriendo mi espalda y rápido hasta la última habitación lo espere en la reja y de inmediato empezó a besarme suave y aumentando el ritmo más y más.
Dios aún cuando tenía tantas ganas tenía miedo mientras él me tomaba como una frágil perra, me besaba y me pasaba la lengua por todos lados me encantaba, me voltea y empieza a olerme y lamer mi espalda, me quita el shorts y me toca mi culito juega con él, sentía muchas ganas de dárselo y de repente escucho un ruido, me pongo nerviosa y tragó saliva suya que me quedaba de sus besos, y siento demasiada sed y miedo, él me dice que tranquila es su regalo, me tapo mis pechos que estaban mojados por sus chupetones y mi pene.
Era mi vecino de atrás, un negro de mi tamaño, mayor que yo pero casi de mi contextura bien formado fuerte era ayudante de mecánico solo se que era muy reservado y no sabía que era. Sorprendido se acerca mientras Ramón pone su mirada pícara, recuerdo que me dió la mano y con la que me cubría mi pecho lo saludé. La tomó con delicadeza y solo me observó con sus ojos excitación, yo noté su mano áspera de trabajo, uñas con grasa como era de esperarse y un cabello malo y no bien parecido, pero recordé una vez que lo ví sin camisa y recordé sus músculos, que no notaba por la camisa grande y el pantalón roto y abultado que tenía.
Sin decir nada se me acercó de frente y me tomo mi cintura. Vio que mi erección se había apagado así que se fue acercando poco a poco, hasta que olí a combustible muy en el fondo. Justo cuando Ramón mee vio mi nervio me dijo «tranquilo, él quiere estar contigo» y ahí me di cuenta que Ramón también quería estar con él y me sentí halagado. Con Ramón tomando mi otra mano le negro me da un beso que no respondo con la misma emoción pero igual continuo el juego, no dice nada solo me toca y me trae a él.
Hasta que cuando me aparto sube su camisa y la quita, eso me prendió cuando ví esos músculos bien definidos; sonrió y bajó la mirada de una vez se quita el pantalón y veo semejante polla negra que le cuelga y unas bolas inmensas y unas piernas demasiado definidas llenas de músculos. Tomé aquella polla olvidando su olor y me dejo llevar metiendo mi lengua en su boca sin restricciones, lo dejo que me domine. Suelto a Ramón y toco sus pechos y pone mi otro mano en su hombro así que de inmediato lo abrazo y lo besó mientras toco sus cuádriceps y sus culito tan duro.
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Entro en un trance de besos y caricias de su cuerpo espectacular; olvido todo lo que pasó y de repente me toma del cuello señalando su cuerpo voy a por sus pechos y abdomen definidos, besándolo y lamiendo, sin importar su olor, él me sigue bajando hasta que me arrodilla y me toma de los dos cachetes y me acerca a su polla la cual tomo con una mano y la otra las bolas que con su olor me transportó a otro mundo de excitación sin importar nada.
Limpie la punta la chupe, luego intenté meterla no logré así que baje y cubría toda mi cara, su cabeza rodó por ella y quedó detrás de mi cara mientras lamía todo al rededor y sus bolas quedaron separadas en mi naris mientras lamía lo de abajo con un olor y sabor fuerte pero no sé olvide el pudor y la pulcritud ese día me convertir en perra sin escrúpulo, no me importaba olor solo la polla más grande que había visto.
El se movía de gusto, me veía y gemía le fascinaba porque movía si trasero adelante y atrás como yo lo queria, y le gustaba más cuandp volvía a su punta que tenía espumita y la volvía a chupar, ya era más rica esa última, solo sentimos un espasmo y un gemido, era Ramón que había acabado masturbándose, habíamos olvidado que estaba ahí, yo lo ví y tenía un poco de leche en su dedo el resto en el piso.
Mi vecino me miró y con la mirada lo decía todo y tomo la mano de Ramón y me la puso en la cara para que la lamiera lo hice, me encantó como me dominaba, lo mire chupandolo, mi primo lo miro incrédulo como me dió un pequeño toque en mi cachete, y me tomo para que siquiera llenado de saliva su pene grande, estaba apretado y se doblaba, y siempre en la punta había mi espumita nunca se dejaba de masturbar, eso provocaba esa espuma rica.
La chupaba y bajaba me gustaba que colocará su pene en mi cara, solo que le pedí que yo lo masturbara para que se mantuviera sin olor a gasolina, así lo dejó cuando seguí pensé que acabaría, me levanté lo tome de su pene y le dije con el dedos que me siguiera.
Ramón desapareció no lo veia, le dije que esperara, me asome a la puerta y Ramón estaba afuera sentado en la escalera de la entrada, lo lleve al baño rapido desesperado le dije que lo metiera el se recosto y me volteo abrazándome con cariño se ponía oscuro estábamos desnudos su cuerpito bello y bien definido, y mi cuerpo blanco y moreno a su disposición; puse saliva en mi culito y empezó a moverlo de arriba abajo cuando sentí que lamía mi cuello me hacia atrás para pescar ese pene con mi culo.
El primer empujó dolió no entro sentía placer pero miedo y dolor mezcla de todo cuando el lo hizo entró la cabeza y me nuble, sentía dolor y su lengua en mi oreja, su lengua por mi cuello sus manos jalándome para meter su pene negro dentro y mis manos evitándolo pero queriendo.
Él gemía y con pequeños movimientos atrás el pene entraba y salía poquito pero rico, abrí las piernas me curvé y entró la mitad y se dobló, no me di cuenta que había terminado, era poca leche, pero me arrodille y lo comprobé; salía poco a poco agria y fuerte, no podía ver bien.
Al asomarme afuera ya era oscuro, me asusté dios mío me vestí rápido el se puso su pantalón cuando tenía la camisa en la mano me le hacer que y toque su pecho y su abdomen, le pregunté si le gusto, el me besó me sentí feliz porque pensé que no lo haria, se puso la camisa y dijo la única palabra durante la jornada, -Estas rica, me gustas. Su vos fuerte y profunda.
Me tomo de la mano y yo salí con el de manera inocente el guiandome y me miraba mientras caminaba por el mismo camino oscuro nunca me soltó en todo el camino no cuando casi llegamos a la casa, me dijo que si quería agua le dije que si, me soltó y caminamos no había nadie pero prevenimos, entramos a su casa y me dió agua la tomé súper sedienta derrame un poco y el lo limpio con su dedo, me volvió hablar y me dijo que si quería un poco de espuma mas. Dije bueno, se sacó el pene vi que estaba mojado el boxer, pele el pene lo chupe se paró pero me levanto me voltio me dió una nalgada diciendo que después nos vemos justo salí a mi casa, no había
Nadie aún en casa abrí y pase derecho a la parte de atrás para verlo, me vio y me despidió voltie y mi primo me sonrió y .e dijo que fuera, me metí a bañarme y me di cuenta que mis pies, mis rodillas, mí, manos y mi cara estaban sucias negras fue el mejor baño que allá tomado recordando todo y masturbándome acabe mucho. No fui a dónde mi primo pero lo premie después.