Cuando estaba realizando mi tesis previa a mi grado como abogado necesitaba ayuda en algunos temas por lo que llame al esposo de mi tía que es abogado y me dijo que fuera a su casa unos días para poderme ayudar.
Ellos viven en un pequeño pueblo a unas dos horas de viaje desde la capital por cuestiones de trabajo, desde que llegue me concentre en terminar mi tesis por lo que al tercer día estaba un poco cansado y estresado, así que me vino muy bien la invitación de mi primo acompañarlo a un partido de fútbol, yo no soy muy atlético pero fui con la oferta de luego del partido ir por unas cervezas
Apenas llegamos a la cancha mi primo me presento a su mejor amigo Ricardo un muchachito de apenas 18 años de tez trigueña, bajito no llegaba ni al 1,60 pero con una carita hermosa ojos vivaces y negros y una pícara y blanca sonrisa, me gustó apenas lo vi ataviado con su uniforme de fútbol, una pequeña pantaloneta que dejaba ver unas trigueñas y torneadas piernas tenía un tatuaje sobre la rodilla que lo hacía muy sensual, como en los típicos partidos de barrio no todos usan el mismo uniforme la regla es que el primer equipo en anotar un gol conserva sus camisetas mientras el otro equipo debe jugar sin ellas.
Para mi placer el primer gol vino del equipo contrario por lo que pude ver el pequeño pero trabajado torso de Ricardo tenía varios tatuajes uno en su hombro y el más sensual sobre su pecho además de que a modo de collar se había tatuado una frase que iba desde su clavícula derecha hasta la izquierda, luego de jugar un partido en el que ganamos decidimos festejar con las cervezas prometidas, entre risas y las a egoístas de los chicos del equipo destacaban las ocurrencias de Ricardo que cada vez contaba sus aventuras sexuales con las chicas del pueblo y eso me excitaba y me hacía desearlo más.
Uno a uno los chicos se iba retirando hasta que solo quedamos con mi primo y su mejor amigo y yo pedí unas cuantas cervezas más llévanos varias ya cuando mi primo se fue al baño y aproveché para insinuarme a Ricardo el cual casi de inmediato entendió mis intenciones y educado pero firme me supo decir:
– Que te gustan los hombres
– Si he tenido mis experiencias
– A mi no, yo solo con mujeres
– Y nunca has querido probar
– No eso no me gusta
– Perdona nadie sabe que me gustan los hombres por favor no se lo digas a mi primo
– Dale no hay problema no me gustan pero respeto man, no le diré nada
Terminamos de beber y nos despedimos de Ricardo, si bien no había funcionado mi intento de seducción y había sido tajante al decirme que no le gustaban los hombres, eso hacía que yo lo deseara más.
En fin, esa semana terminé mi tesis y me concentré en mi grado, siempre veía las fotos que mi primo subía con su mejor amigo y me hice unas cuantas pajas a nombre de Ricardo, tenía muchas fantasías con él pero con el paso de los años y ya ejerciendo mi carrera casi me había olvidado de él.
Pasaron unos cinco años cuando me llamo mi primo a comentarme que Ricardo había sido detenido y acusado de violar a una chica del pueblo y que le habían sentenciado a 29 años de cárcel por la edad de la chica, que si le podía ayudar a revisar su caso porque creía que el defensor público no lo había defendido bien, le pregunte qué dónde estaba detenido y me indicó que estaba en un centro de rehabilitación social de la capital, coincidencialmente al otro día debía ir allá a ver a otros clientes así que no me costaba nada hablar con él.
Al día siguiente luego de despachar un par de caso le pedí al guía de la cárcel que por favor lo trajera a Ricardo ya que debía hablar con él, cómo siempre voy a la cárcel por mi trabajo la mayoría de los guías me conocen he incluso me ayudan con algunos favores, cuando lo trajeron a la sala de abogados donde me entrevistaría con él puede ver que los años le habían favorecido mucho a Ricardo seguía tanto o más atractivo que cuando lo conocí.
El año que llueva en prisión lo había dedicado a ejercitarse y trabajar mucho su cuerpo, estaba con una pantaloneta y una camisetilla sin mangas por lo que claramente se veían sus fornidos brazos que estaban cubiertos de tatuajes hasta sus manos, le pedí al guía que por favor le quitara las esposas y nos dejara conversar.
LO MÁS RECIENTE
- La gran herramienta de mi padre
- Le di un masaje a mi papá luego de su partido de fútbol
- Lo confieso: le hice un oral a mi padre
– Buenos días cómo te va no sé si te acuerdas de mi
– Hola claro que te recuerdo y si me dijo tu primo que me vendrías a ver
– Bien debieron llamarme antes estuve revisando tu caso y es complicado el colega que ha llevado tu caso prácticamente no ha hecho nada
– Es que mi familia no tiene mucho dinero además me comenta tu primo que eres un buen abogado pero que eres costoso
– Bueno eso no es problema pudimos llegar a un acuerdo y ayudarte a tiempo antes que te sentencien
– Y ahora ¿ya no se puede hacer nada?
– Puedo solicitar una revisión y bajarte unos años
– Pero no tengo cómo pagarte tus honorarios, a menos que quieras algún Servicio de mi parte
– Jajajaja qué servicio me ofreces
– Espero no ofenderte pero recuerdo que una vez me hiciste una propuesta sexual – me dijo el muy cabrón.
– Si recuerdo que me dijiste que no te gustan los hombres que lo tuyo son las mujeres
– Por eso estoy acá, además ya llevo más de un año sin tener sexo con una mujer así que estoy que exploto de las ganas
– No me digas que ya probaste el sexo con hombres aquí dentro
– No, bueno cundo recién llegue trataron de violarme pero por suerte me hice amigo de unos guías y me ayudaron
– Mira honestamente te voy a ayudar porque me lo ha pedido mi primo que es tu amigo, me gustas mucho y soy muy agradecido contigo por no haber dicho a nadie cuando me insinué esa vez, pero no quiero aprovecharme de tu situación si te deseo pero no es ético
– Bueno y si te digo que lo quiero hacer no cómo pago si no porque estoy con ganas ya tanto tiempo sin hacerlo y tú tienes un buen culo
– Y cómo lo haríamos ósea dónde
– Si tu quieres puedo hacer que me dejen solo en la celda es privado y a ti como abogado si te dejan entrar si te animas me lo dices
– El viernes está de guardia un guía que es pana y yo puedo decirles a los otros cuatro con los que comparto mi celda que nos dejen toda la mañana que tengo que hablar de mi caso en privado
– Déjame ver cómo hago para estar libre la mañana del viernes pero si hacemos esto es solo porque los dos queremos – le dije.
– Si solo una cosa, yo quiero ser el hombre te parece así
– Si está bien entonces seguro el viernes, bien duchado y sexi.
Sabía que no era algo ético menos algo que yo acostumbrara a hacer pero en serio el hecho de estar todo el tiempo tratando con gente formal y los años trabajando como abogado me hacían que fantaseara con hacerlo en una celda de la prisión, además a Ricardo lo deseaba desde hace tanto tiempo más ahora que estaba más bueno que nunca, al fin llego el día pactado para ir a la cárcel así que me duche y me puse mi ropa interior mas sensual, conduje directo hasta el centro de rehabilitación tratando de no pensar mucho en lo que iba a hacer pero un poco nervioso.
Pasé los controles de seguridad y hablé con el guía con el que Ricardo había pactado que me facilitara la entrada hasta su celda, fue un poco tenso el camino hasta el pabellón donde se encontraba la celda pero ya ahí me recibió Ricardo estaba vestido cómodamente solo con uña pantaloneta que dejaba ver un marcado paquete, una liguera camiseta y unas zapatillas de ducha, en cuanto ingrese al lugar él puso el cerrojo y corrió una cortina que nos dio completa privacidad y me dijo.
– Bien… estás listo para esto
– Si aunque estoy un poco nervioso
– Tranquilo yo también estoy un poco nervios pero tranquen excitado – tomó mi mano y la llevo a su entrepierna dónde pude sentir su duro miembro, él se quitó la camiseta – ponte cómodo puedes dejar ahí tu ropa
Cuando me acabé de sacar mi ropa vi que él ya estaba únicamente en bóxer; en estos años había incrementado tanto sus tatuajes que casi cubrían su pequeño cuerpo, eso me provocaba un morbo tremendo, además de había hecho un trabajo de ortodoncia por lo que su sonrisa de una extraña forma lucia más seductora y pícara con los brakets, se pegó a mí y pasó sus manos por mis nalgas y empezó a bajar mi ropa interior.
Yo podía sentir el agradable aroma de su cuerpo pues estaba recién duchado con su cabello aún mojado, como él era bastante más pequeño que yo lo lleve hasta la cama y empecé a besarlo, sus carnosos labios se serían deliciosos más aún cuando empezó a meter su lengua en mi boca y a jugar con la mía, metí mi mano en su bóxer y pude sentir su turgente miembro que palpitaba en mi mano.
Le quité el bóxer y empecé a masturbarlo, su pene era bastante grande en relación al tamaño de su cuerpo, era grueso liso y oscuro, sentí cómo se llenó mi boca cuando empecé a mamar los 19 cm de virilidad el tomo mi cabeza y la sostuvo con fuerza mientras trataba de meter todo su miembro en mi garganta, me provoco arcadas pero aun así continué chupando ese delicioso trozo de carne, luego él se puso sobre mi y se prendió a succionar mis pezones eso me así retorcer de placer pero fue más mi sensación de placer cundo metió su mano entre mis piernas y empezó a acariciar mi ano introdujo su dedo índice y empezó a dilatarme eso me encantaba sentir su boca húmeda recorrer mi cuerpo y sus dedos jugueteando con mi ano
Empecé a besarlo con mucha pasión sus besos se sentían mucho mejor de lo que yo me había imaginado en mis fantasías, bajé por tatuado cuello besado todo me detuve a lamer sus firmes y abultados pectorales pase mi lengua por su abdomen que era como el de un dios griego marcado y duro, el tatuaje de una calavera con una rosa negra justo en su ombligo lo hacía lucir tan rudo.
Continué recorriendo su cuerpo con mi lengua bese si duro pene y él lo tomo con su mano y me dio varios golpes con él por todo mi rostro sobre todo en mis labios, lamí y chupé sus rugos retículos que estaban recién rasurados eso le hacía gemir de placer, continué besando sus muslos gruesos y firmes, baje haga sus pies que también estaba tatuado con un pentagrama y notas musicales a color, los acaricié y recorrí con mi lengua metí sus dedos en mi boca y empecé a chuparlos evidente por sus gemidos de placer eso le encantaba, luego se incorporó sobre mi y mientras me besaba tomo mis pechos y los apretó alrededor de su pené y empezó hacer movimientos de penetración esa fue una espléndida paja rusa
Él abrió mis piernas y las puso sobre sus hombros, mojó sus dedos con su saliva y empezó a humectar mi dilatado ano, puso la púrpura cabeza de su verga entre mis nalgas y con suavidad pero firmemente empezó a penetrarme, el dolor inicial de su grueso y largo miembro abriendo mis entrañas pronto dio paso al placer que me provocaban sus constantes embestidas, el acariciaba mis muslos y besaba mi pecho, mi éxtasis se vio interrumpido solo cuando el ente gemidos me dijo “me vengo pon tu boca quiero correrme ahí” yo no me opuse y solo abrí mi boca para recibir una profusa y espesa cantidad de semen que me lleno hasta mi garganta, que luego de saborear no dude en tragarme
Ricardo se acostó a mi lado y me dijo:
– Te gusto
– Mucho lo haces increíblemente bien
– Me vine rápido porque no lo hacía en tanto tiempo
– A ti te gusto?
– Si bastante no hay mucha diferencia entre hacerlo con una chica
– Jajajaja me dejarte doliendo el culo
– Que te lastime?
– No solo que eres dotado y no estoy acostumbrado a que me penetren
– Jajajaj dame un masaje puedes?
Se puso boca abajo y yo empecé a acariciar su espalda masajee sus hombros bese sus tatuajes que también los tenía por toda sus espalda, baje hasta sus nalgas y con suavidad las bese las abrí y empecé a meter mi lengua para lamer su ano.
Le hice un beso negro con mucha pasión e intenté penetrarlo pero me dijo que no que si disfruto el beso pero no se sentía preparado para ser penetrado, se levantó y pude ver que estaba erecto nuevamente por lo que estando el de pie me acosté y me puse a chupar su pene que estaba listo para la acción nuevamente, me pidió que me ponga en cuatro sobre la cama se puso de tras de mi y empezó a besar mis nalgas las mordía y cuando menos lo esperaba empezó a meter su lengua en mi ano eso se sentía glorioso.
Cuando mi ano estuvo completamente empapado me tomo de la cintura y de un tirón me metió los 19 cm de virilidad que tenía deje escapar un quejido más de placer que de dolor, el me dio una fuertes nalgadas y empezó a follarme con mucha rapidez, yo estaba tan excitado por cómo su miembro entraba y salía de mi que sin necesidad de tocar mi pene no pude contenerme más y me vine sobre la cama aun así el siguió penetrándome por un buen rato más hasta que arqueando su espalda y dejado ir su efecto pene hasta el fondo de mis entrañas me lleno de su cálido semen
Luego de limpiarnos vestirnos hablamos sobre su caso y sobre qué nos seguiríamos viendo le dije que me gustaría penetrarlo yo también y le hablé de algunas fantasías que había tenido con él y acordamos hacer todo eso pero cómo lo hicimos les contaré en otros relatos.
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