Aquí mi relato, es el primero que me animo a contar y les puedo asegurar que es 100% real, no es sacado de alguna página o algo así sino que es algo que viví y de verdad me gustó bastante. Yo me llamo Iván, me consideré hetero toda mi vida hasta ese día.

Yo tengo en la actualidad 23 años y en ese entonces tenía 19; soy alto delgado, no musculoso ni nada, solo un poco delgado, wero y mido 1.82 metros.

Mis padres se separaron hace ya algunos años, lo que me da un poco más de libertad ya que mi madre trabaja y yo soy hijo único; era un día en el que hacía bastante calor y estábamos varios jugando basquet todos ya cansados y nos sentamos a conversar de cosas sin importancia y salió así el tema de las mujeres y cómo las ponen y qué tal la maman y cosas por el estilo.

Hubo un chico que al comenzar esta plática se hizo a un lado algunos metros más adelante donde hay otra banca, me acerqué a él y le pregunté por qué se había ido a lo que me respondió que no le interesaba mucho la plática y volteó a ver mi entrepierna que para ese entonces por la plática tenía mi verga bien parada y me dijo «creo que a ti si te agrada la conversación verdad» me dijo señalando mi verga.

Para ese entonces no tenía ni idea de que él era gay pero me dio cierto morbo averiguarlo así que sin pena me agarré mi pene por encima del short y lo moví un poco y no quitaba la mirada de mi pene y noté cómo se mordía los labios entonces le dije que si tenía planes para la tarde, me contestó que estaba libre y le invité a ir a mi casa por que me daría un baño y después iría a hacer unas compras.

Nos dirigimos a mi casa y llegando puse el boiler a calentar y me dispuse a ver un momento televisión, no encontré nada interesante, me dijo que pusiera alguna película. Yo puse una subida de tono a propósito y a mitad de la película yo tenía mi pene completamente erecto y él nuevamente lo notó así que lo empecé a tocar por encima de la ropa y él me dijo «hazlo bien, no te apures, he visto muchos hombres masturbarse, entonces me la saqué y empecé a masturbarme; mientras él me veía comenzó a desnudarse y me dijo que si me molestaba que hiciera lo mismo.

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Dentro de algunos minutos ya estábamos los dos desnudos con la verga en mano, él sólo me veía y no sabía cómo romper el hielo así que tomé la iniciativa y le dije que si quería ayudarme con tono de burla pero él sólo se acercó y bajó lentamente su mano a mi pene y nos miramos cerca, demasiado cerca; no resistió más y besó mis labios, yo por la calentura que tenía no me negué y comenzamos a besarnos mientras él seguía con su mano en mi verga.

De sus besos luego fue bajando y sin más comenzó a mamar mi pene como nadie lo había hecho jamás, me sentó en el sillón y siguió mamando cuando de repente sentí su lengua en mi ano… fue una sensación maravillosa.

Ya ni pene estaba a punto de estallar y él lo supo así que empezó a mamar muy rápido y llegó lo inevitable cuando sin más terminé en su boca llenándola de leche con barios chorros no pudo evitar que algunas gotas cayeran y se embargaran en mis piernas las mismas que se agachó a limpiar con su lengua.

Seguimos besándonos un rato hasta que mi verga tomó fuerza de nuevo y me pidió que lo penetrara, por lo que se puso en cuatro sobre el sillón y me ofrecía el culo, un culo completamente lampiño y rosado que de me decidí a que fuera mio así que empecé por meter un dedo, luego dos y así hasta que puse la punta de mi pene en la entrada de su ano y empecé lento a metérsela.

Se veía que ya había cogido antes por las posiciones qué adoptaba para que mi pene entrara más fácil, pero no lo suficiente para que su hoyo aún apretara rico. Cuando por fin entró completa mi verga de 17 centímetros, él gritaba y me decía «qué rico, dame más… dame más verga» y eso me excitó así que le di algunas nalgadas mientras mi miembro se perdía entre ese par de nalgas lampiñas y rojizas ya por mis golpes.

Así estuvimos un buen rato hasta cuando sentí que me venía de nuevo por lo que la saqué, me quité el condón y me vine en su pecho; él con sus dedos recogió cada gota de semen para después llevarla a su boca, nos metimos a bañar juntos y en el baño me la mamó otra vez hasta terminar. Fueron 3 rounds seguidos. Yo estaba exhausto.

Después de eso nos cambiamos y nos despedimos, él se fue y me quedé con ganas de repetirlo y si lo hemos echo ya varias veces y una ocasión llevó a otro chico para que entre los dos me la mamaran pero eso es otra historia; por el momento sólo les diré que soy bisexual me encanta que me mamen la verga.

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