Antes de ayer domingo, a eso de las 7 de la mañana, me llamó al celular y me citó a su casa; media hora más tarde estaba allí. Me sorprendió encontrarlo con un chico a quien me lo presentó como su primo, un poco mayor que nosotros, moreno, de cabellos castaños claro. Me dijo que si recordaba que me había dicho la tarde anterior y le dije que naturalmente que sí.

Mientras conversabamos veía de reojo como el muchacho se acariciaba su verga y me guiñaba con uno de sos ojos, me fijé en él, de verdad que era muy agradable. De un momento a otro Martín me dijo que el pago de que me había hablado era que así como yo me lo cojía a él, yo tenía que dejarme cojer de Alonso. No le conteste nada.

Nos refugiamos en el cuarto de Martín, sus padres y su hermanito ( tal vez les cuente una historia con él ) habían salido de paseo a la cabaña que tienen en una playa cercana a la ciudad. Alonso se quitó la camiseta y bajó su short, no tenía calzoncillos, Martin solo tenía su bóxer, entré los dos me desnudaron.

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La verga del nuevo chico era bastante grande, unos 17 centímetros y un poco gruesa, su glande era rosadito y su pene un poco más oscuro que su piel. Los 3 quedamos totalmente desnudos, pues nos despojamos hasta de las manillitas con la bandera de mi patria y de nuestros reloj. Martín se arrodilló y empezó a chupármela, mientras que Alonso, sin lubricante trataba de meterme su dedos por mi culo cosa que de inmediato irritó mi hoyo pero que con su insistencia fue cediendo hasta dejar entrar sus morenos y largos dedos.

Era un placer indescriptible, después empezó a frotar mi ano con su verga, me hizo recostar sobre el borde de la cama y me pidio que mis piernas abrazaran su cabeza y cuello, de un solo empujón metió toda su verga dentro de mi virginal culo. Martín ya había tragado todo mi semen, durante mucho rato sentía cierto dolor al entrar y salir esa cosa de mi culo, y aunque le pedía que parara su ataque me dijo que hasta que no se derramara no lo haría; de pronto sentí como un líquido espeso y ardiente se esparcía por dentro de mí, por mi culito salía ese semen con hilos de sangre, acompañados de cierto dolor y pequeños calambres.

Durante más de una hora permanecimos los tres recostados en el suelo, nos tomabamos de las manos, nos besabamos, a pesar del dolor yo quería repetirlo, pero Alonso deseaba penetrar a Martín; pero yo no quería compartirlo. De pronto se nos iluminó la mente e hicimos un trato. Yo permitiría que Alonso se culiará a Martín. Pero después yo le haría el amor a él.

Estaba decidido, cuando Martín nos dijo:Sí muy bonito … y yo qué?Y así fué, con dolor verdadero ví como Alonso penetró e hizo llorar a mi amiguito del alma, después yo le entregué hasta la ultima gotica de mi semen a nuestro nuevo amigo. Pero nuestro culo y el de Alonso, tarde o temprano tendrán que ser de Martín, ese fué el trato después de el …. …. y yo qué?

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