Hola vengo a contarles mi historia. Sucedió ayer, resulta que en estos días de cuarentena por la situación que atravesamos pues en mi pueblo (un pueblo del occidente de Boyacá) trajeron más policías y militares por eso de que la gente no estaba cumpliendo las normas.

Yo salí en eso de las 4pm a caminar por ahí y cuando regresaba a casa, en la esquina de abajo habían, tres militares; yo sabía que estaban pidiendo identificación por eso del pico y cédula así que me senté en el andén de la esquina de arriba esperando que se fueran.

Resulta que dos de ellos se fueron pero uno se quedó, el man se puso a orinar en un matorral y yo me dije «no creo que me pare, está solo y está miando» así que me paré del andén y empecé a bajar por la cuadra; cuando pasé por el lado me dijo «hombre qué hace, para dónde se dirije” en voz alta.

Yo en tono de voz bajo dije «ah! este man no mea en paz por joder la vida-«. Él me dijo «qué fue lo que dijo?»

Yo me quedé cayado y me dijo «está muy rebelde!». Yo soy un chico de 23 años trigueño 1,75 delgado y siempre me he jactado de tener cintura de niña y buenas piernas y nalgas mientras que el man era como de 19 años, alto como 1,79 moreno, con una voz re gruesa. terminó de decir eso y me pidió la cédula, se la pase, yo sabía que no era mi día para salir.

Además no estaba comprando nada, sino fue a tomar aire, me dijo que tenía que hacerme el comparendo, y yo como que le hice un gesto como de que fastidio, se queda mirándome y me dice «no, usted no tiene respeto por la autoridad, va tocar enseñarle de otra manera» cuando decía eso se agarró la verga y pues me sorprendí, me dijo «camine por ahí», yo lo seguí no sé porque pero me dio el arrebato y el man no estaba nada mal.


Caminamos un poco hacia las afueras del pueblo donde hay como un Barranco y unas piedras enormes, así que bajamos por ahí y me dice que para enseñarme a respetar a los soldados debía arrodillarme, obedecí y se sacó el pene, lo tenía flácido y me dice -chupe- yo obedecí y me lo mande a la boca.

Gracias a mis mamadas el pene le empieza a crecer en mi boca hasta el punto que no me lo podía tragar, tenía el pene Moreno igual al resto de su piel, era grueso, calculo que le media unos 21cm se le marcaban las venas, tenía unos huevos grandotes, para chuparlos me tocó uno por uno, y tenía su vello púbico como de 1cm, eso me fascina, que tengan vellos.

Bueno continuando con el relato, me levantó y me puso como en cuatro recargándome contra una de las piedras grandes, empezó a rozarme la verga con mi ano y eso me ponía a mil, lo escupió y empezó hacer presión, lo tenía muy grande y me estaba doliendo mucho, pero quería que me cogiera, pues hace rato no lo hacía y tenía muchas ganas. El man logró meterlo todo y yo lo sentía re en el fondo me dolía mucho empezó a meter y sacar y me decía -que Rico culo tiene, que perra tan rica-

Yo me quería zafar porque sentía una punzada muy fuerte en mis entrañas debido al tamaño de su miembro, pero el man me cogía la cintura y me pegaba más contra él, en ese momento supe que no me podría escapar hasta que aquel hombre terminara conmigo.

Me cogio con una mano del hombro y la otra del cuello y empezó a darme re duro y me decía resto de cosas -que chimba de culo hpta está re apretado, que buena perrita encontré- en eso me dice que con mis manos me abra la cola y yo así lo hice y en ese momento lo sentí aún más adentro, sentía sus enormes huevos chocar con mi culo y sus vellos hacerme picar la cola, en ese momento pensé que jamás había tenido un man tan profundo de mi, y menos con semejante monstruo de verga, me dolía mucho pero pensar eso me excitaban.

Luego se lo sacó, me acostó en la piedra y me puso pollo asado y me lo volvió a meter, -te gusta perra ? Te gusta?- no le dije que me encantaba. En eso empezó a darme con más velocidad como 5min más y empecé a sentir sus palpitaciones dentro de mi, se vino mucho y en eso empiezo a pajiarme rápido y también me vine. Ya qué acabó, lo sacó de mi culo, medio lo limpió, se subió el pantalón y yo me vestí. Yendo para la casa me dijo qué le había encantado, que a él le habían dicho que en estos pueblos así pequeños de Boyacá los manes les gustaba comer mucha verga pero que estaba sorprendido porque había llegado hace 5 días y ya se había cogido varios pelados, pero que no había nada como los “mayorcitos” porqué aguantan toda la verga como varones.

Yo solo me reí y le dije que gracias que igual yo estaba en el pueblo por pasar la cuarentena pero en realidad vivía en la ciudad, y pues me confirmó que tenía 19 años, me dijo que estuviera pendiente que él iba a pasar por aquí para repetir lo que había pasado. Entré a casa y pues obviamente estos días que pase volveré a sentir toda su hombría en mí.

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